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Parte I: Fundamentación teórica y estado de la cuestión
voluntad, tácita o explícita, de asimilarlos cuanto antes mejor, en otras palabras, de
procurar que disuelvan su identidad y desaparezcan como un cuerpo extraño. El reparto
en Cataluña aparece como la solución a los problemas que genera la concentración
resultante de una guetización residencial o construida artificialmente."
Otras razones que llevan a la concentración de alumnado extranjero
tienen que ver con situaciones socioeconómicas. El colectivo inmigrante, los
padres de estos chicos y chicas, se concentran en zonas con gran demanda
laboral, como puede ser la recolección de fresa en Huelva, brócoli en las
huertas de Murcia o el servicio doméstico en Madrid, Cataluña y zonas importantes
turísticas como Canarias.
También, la concentración es consecuencia de causas sociodemográficas.
O sea, el sector de este alumnado, se agrupa en las zonas más jóvenes
de la pirámide de edades poblacional. Se derivan otras razones que interactúan
con esta: el coste de oportunidad que tiene el cursar estudios no obligatorios
es muy alto para este alumnado, pues proceden de ambientes socioeconómicos
modestos; a esto se añade la falta de becas que compensen
esta realidad. Por este motivo, muchos de ellos prefieren trabajar. De igual
forma, pueden darse razones de tipo cultural, como el de algunas mujeres,
en concreto de Marruecos, que por su escasa presencia en la vida pública,
no quieran continuar sus estudios, como lo puedan hacer los varones.
Finalmente, puede darse la concentración de alumnos inmigrantes en
función de los recursos con que cuenten los centros. Así, las Comisiones de
Escolarización, encargadas del proceso de admisión de alumnos, pueden
tender a agrupar a este alumnado en determinados centros, dado que se
necesita de un número determinado de alumnos en situación compensatoria,
para que se les asignen los recursos humanos y materiales necesarios.
Por este motivo, en ocasiones los padres inmigrantes, elegirán un determinado
centro. Luego puede darse que el alumno vaya al recurso y no el recurso
al alumno.
Hay más situaciones: una gran parte de estos colectivos de inmigrantes,
entre ellos latinoamericanos, africanos y asiáticos, están en niveles socioeconómicos
bajos y se ven abocados a vivir en barrios más relegados. Lo
que conlleva que los centros, normalmente públicos, situados en esas zonas
concentren un mayor número de alumnado inmigrante.
En consecuencia, los padres del alumnado autóctono, a veces, tienden
a retirar a sus hijos de aquellos centros que han sido catalogados como “colegios
de inmigrantes” por su importante incremento y nivel de concentración.
Existe una normativa explícita, que está en línea con la Constitución,
para no discriminar educativamente a ninguna persona en edad escolar: la
Ley Orgánica 9/1995, de la Participación, Evaluación y Gobierno de los centros
educativos (LOPEGCE) 78 ; el Real Decreto 299/1996, que regula las ac-
78 LOPEGCE. Disposición Adicional 2ª: “1. Las Administraciones educativas garantizarán
la escolarización de alumnos con necesidades educativas especiales en los centros sostenidos
con fondos públicos, manteniendo en todo caso una distribución equilibrada de los
alumnos considerando su número y sus especiales circunstancias de manera que se desarrolle
eficazmente la idea integradora. A estos efectos se entiende por alumnos con necesidades
educativas específicas aquellos que requieran determinados apoyos y atenciones educativas
específicas por padecer discapacidades físicas, psíquicas o sensoriales, por manifestar tras-
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