universidad de salamanca tesis doctoral —inmigraciìn y escuela ...

Parte I: Fundamentación teórica y estado de la cuestión
de ciencias sociales, psicología, pedagogía, antropología, educación en valores,
que les permita capacitarse para entender las conductas diferentes que
se producen en nuestra sociedad y Escuela.
Para afrontar este problema desde la educación en la escuela, hay que
contar con elementos que ayuden a comprender mejor la propia realidad y
aproximarse con menos prejuicios a los grupos con condicionantes culturales
diversas. Solamente cuando los maestros tengan una formación basada
en valores con planteamientos interculturales, podrán responder educativamente
a las necesidades cada vez más acuciantes de su alumnado.
8.2 La interculturalidad como reto formativo de los educadores
El educador ha de sensibilizar y educar en una sociedad cada vez más
mestiza, ha de nivelar los déficit curriculares en las etapas de escolarización,
ha de servir de nexo de unión entre familia, escuela y sociedad, ha de
atender a la diversidad cultural con medidas de refuerzo, ajustes pedagógicos
y adaptaciones curriculares, ha de educar y formar en valores y actitudes
interculturales en nuestra sociedad plural aplicando programas y proyectos
(ver anexo 31). El educador es por tanto, un factor esencial en la
adquisición de competencias, conocimientos, procedimientos, valores y actitudes.
Y la Escuela de Magisterio un marco fundamental de referencia formativa
inicial.
El sistema educativo ha de responder en todas sus etapas, características
y recursos a las necesidades de las corrientes migratorias, los colectivos
de inmigrantes y la diversidad cultural. La formación de los futuros maestros,
es en este ámbito especialmente comprometedora.En parte, el sistema
educativo parece desconocer las demandas formativas que precisa.
Hasta ahora en los programas de formación inicial del profesorado, se
han incorporado pocos elementos formativos relacionados con el ámbito de
la interculturalidad que les proporcione la capacitación y preparación necesaria.
Se trata de afrontar este problema desde la formación específica en la
escuela, contar con elementos para comprender mejor la propia realidad y
aproximarse con menos prejuicios a los grupos con condicionantes culturales
(Juliano, 1993).
“Con frecuencia los profesores no están preparados para enseñar en
una escuela pluricultural… Esos profesores, aunque enseñan a un público
multicultural, lo hacen de manera monocultural y monolingüe” (Lenarduzzi
1991,45). La preparación del maestro implica no sólo una formación formal
diferente y adecuada, sino un progresivo aumento de la educación no formal,
educación en valores e interculturalidad.
La educación intercultural tiene un origen importante en el educador y
su condición de formador intercultural. El formador de formadores es el
primer receptor de situaciones de cambio social y cultural. De su formación
y práctica depende el incentivo motivacional del grupo de alumnos. Tiene la
importante función de preparar a sus alumnos para una sociedad y una escuela,
donde cuenten con las herramientas y estrategias necesarias para
afrontar las dificultades.
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