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Bolívar: El Hombre de América - Academia Nacional de Medicina

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Eran enemigos <strong>de</strong> <strong>Bolívar</strong> porque veían en él al más claro paladín <strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y <strong>de</strong> la<br />

<strong>de</strong>mocracia popular. Porque supieron que él proyectaba la integración republicana y solidaria <strong>de</strong> los<br />

pueblos libres <strong>de</strong> la <strong>América</strong> nuestra.<br />

Hemos visto que el pensamiento político <strong>de</strong> <strong>Bolívar</strong> chocaba <strong>de</strong> manera inevitable y frontal con las<br />

tesis liberales que, a nombre <strong>de</strong>l fuero absoluto <strong>de</strong> la propiedad, predicaba el <strong>de</strong>senfreno egoísta <strong>de</strong>l<br />

individualismo burgués. Choque que se hizo más radical cuando supo que Bentham, que se ufanaba<br />

en llamarse a sí mismo “el Newton <strong>de</strong> la legislación”, hacía alar<strong>de</strong> <strong>de</strong> que sus i<strong>de</strong>as “habían influido<br />

en los Estados “Unidos para abolir la ley que prohibía la usura” 23 .<br />

Por eso, cuando se enteró <strong>de</strong> que las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Bentham se habían convertido ya en cátedra <strong>de</strong><br />

economía política en las universida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Caracas, expidió el siguiente <strong>de</strong>creto: “De ningún modo,<br />

en ninguna <strong>de</strong> las universida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Caracas se enseñaron los tratados <strong>de</strong> Jeremías Bentham,<br />

quedando por consiguiente reformado el artículo 168 <strong>de</strong>l Plan General <strong>de</strong> Enseñanza” 24 .<br />

Así las cosas, mientras acusaban al Libertador señalándolo como un déspota que buscaba <strong>de</strong>struir la<br />

libertad y convertirse en emperador, los liberales hacían la apología <strong>de</strong> los ilimitados <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>l<br />

individuo para hacerse a la propiedad <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> producción y en consecuencia justificaban<br />

su “<strong>de</strong>recho” a la expropiación <strong>de</strong> artesanos e indígenas, al saqueo <strong>de</strong> las tierras comunales <strong>de</strong>l<br />

Estado, a la conservación <strong>de</strong> la esclavitud, a la consagración <strong>de</strong>l “librecambismo” que <strong>de</strong>struyó los<br />

rudimentos industriales <strong>de</strong> la nación. Tales eran para aquella época las ban<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> los liberales en<br />

Colombia y en <strong>América</strong> Latina.<br />

<strong>El</strong> paroxismo <strong>de</strong> los enemigos <strong>de</strong>l Libertador era ostensible cuando leían en Bentham sus<br />

argumentaciones contra los postulados <strong>de</strong>mocráticos <strong>de</strong> Rousseau. Cuando oponían sus posturas<br />

individualistas contra conceptos como los que conciernen al “Contrato Social”, la “igualdad social”,<br />

la 'voluntad general”, el “bien común” y la “soberanía <strong>de</strong>l pueblo”. Contra estos conceptos<br />

eminentemente <strong>de</strong>mocráticos y progresistas, oponían los <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong> los blancos ricos, el<br />

“ilimitado fuero <strong>de</strong> la propiedad”, el “interés <strong>de</strong>l individuo” y la “soberanía “<strong>de</strong> la persona”. Contra<br />

“la libertad social superior” que proclamaba el filósofo ginebrino, oponían el utilitarismo absoluto<br />

<strong>de</strong> Bentham.<br />

Oposición que era compartida no sólo por los agentes <strong>de</strong> los comerciantes y usureros, sino también<br />

por algunos caudillos militares que abandonaron al Libertador para cuidar y administrar los bienes,<br />

tierras y fortunas que habían adquirido durante la guerra: Santan<strong>de</strong>r y Páez, aunque enemistados<br />

entre sí en su pugna por <strong>de</strong>finir la jurisdicción <strong>de</strong> sus dominios, eran los más visibles caudillos <strong>de</strong> la<br />

oposición contra el Libertador.<br />

Es justamente contra la acción corrosiva <strong>de</strong> los enemigos <strong>de</strong> las liberta<strong>de</strong>s públicas y <strong>de</strong> las<br />

reivindicaciones sociales, contra esa minoría astuta y servil, dócil instrumento <strong>de</strong>sestabilizador que<br />

ya oficiaba como títere <strong>de</strong>l capitalismo europeo y norteamericano, y que entendía que la Política <strong>de</strong>l<br />

Libertador amenazaba sus posiciones <strong>de</strong> privilegio, a la que enfrenta <strong>Bolívar</strong> al asumir la dictadura<br />

en 1828.<br />

Aunque, la verdad sea dicha, no era la primera vez que hacía uso <strong>de</strong> la dictadura, consi<strong>de</strong>rándola<br />

como un instrumento republicano i<strong>de</strong>ado para la salvación <strong>de</strong> la patria en los momentos más<br />

23 Í<strong>de</strong>m.<br />

24 “Decretos <strong>de</strong>l Libertador” 1828-1830”. T. III, P. 53.

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