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Bolívar: El Hombre de América - Academia Nacional de Medicina

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para ejercer el po<strong>de</strong>r. Tales eran, en resumen, sus presupuestos i<strong>de</strong>ológicos, jurídicos, filosóficos y<br />

políticos.<br />

Como los legisladores y políticos <strong>de</strong> Bolivia le habían solicitado que su proyecto tuviera un capítulo<br />

especial que consagrara la religión católica, apostólica y romana como la doctrina <strong>de</strong>l nuevo Estado,<br />

con la exclusión <strong>de</strong> todo otro culto público, el Libertador, hombre <strong>de</strong> mundo y pensador laico,<br />

respondió sentando sus puntos <strong>de</strong> vista en favor <strong>de</strong> la libertad <strong>de</strong> credos y la separación <strong>de</strong> la iglesia<br />

<strong>de</strong>l Estado:<br />

“En una Constitución política no <strong>de</strong>be prescribirse una profesión religiosa, porque, según las<br />

mejores doctrinas sobre las leyes fundamentales, éstas son las garantías <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos políticos y<br />

civiles; y como la religión no toca a ninguno <strong>de</strong> estos <strong>de</strong>rechos, es <strong>de</strong> naturaleza in<strong>de</strong>finible en el<br />

or<strong>de</strong>n social y pertenece a la moral intelectual. La religión gobierna al hombre en la casa, en el<br />

gabinete, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sí mismo: sólo ella tiene <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> examinar su conciencia íntima. Las leyes,<br />

por el contrario, miran la superficie <strong>de</strong> las cosas, no gobiernan sino fuera <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong>l ciudadano.<br />

Aplicando estas consi<strong>de</strong>raciones, ¿podrá un Estado regir la conciencia <strong>de</strong> los súbditos, velar sobre el<br />

cumplimiento <strong>de</strong> las leyes religiosas y dar el premio o castigo, cuando los tribunales están en el<br />

cielo y cuando Dios es el juez? La inquisición solamente sería capaz <strong>de</strong> reemplazarlos en este<br />

mundo. ¿Volverá la Inquisición con sus teas incendiarias?” 54<br />

Tras este manifiesto <strong>de</strong>l hombre librepensador, pasa a la cuestión electoral. Se lee en su proyecto<br />

que “Cada diez ciudadanos nombran un elector; y así se encuentra la nación representada por el<br />

décimo <strong>de</strong> sus ciudadanos. No se exigen sino capacida<strong>de</strong>s ni se necesita poseer bienes para<br />

representar la augusta función <strong>de</strong>l soberano; mas <strong>de</strong>be saber escribir sus votaciones, firmar su<br />

nombre y leer las leyes. Ha <strong>de</strong> profesar una ciencia o un arte que le asegure un alimento honesto. No<br />

se le ponen otras exclusiones que las <strong>de</strong>l crimen, <strong>de</strong> la ociosidad y <strong>de</strong> la ignorancia absoluta. Saber<br />

y honra<strong>de</strong>z, no dinero, es lo que requiere el ejercicio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r público” 55 .<br />

Al proponer la presi<strong>de</strong>ncia vitalicia, candidatiza para ella al general Sucre, el más virtuoso <strong>de</strong> sus<br />

colaboradores, señalando que “los límites constitucionales <strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Bolivia son los más<br />

estrechos que se conocen; apenas nombra los empleados <strong>de</strong> hacienda en paz, y en guerra manda el<br />

ejército” 56 .<br />

Propone que el Presi<strong>de</strong>nte sea nombrado, por primera vez, por la pluralidad absoluta <strong>de</strong>l cuerpo<br />

legislativo, un sistema bicameral con una Cámara <strong>de</strong> Tribunos, a quien compete iniciar las leyes<br />

sobre hacienda, paz y guerra, y una Cámara <strong>de</strong> Senadores, a la que le correspon<strong>de</strong> la formación <strong>de</strong><br />

los códigos y reglamentos en materia religiosa y escoger los prefectos, jueces <strong>de</strong> distrito,<br />

gobernadores, corregidores y todos los subalternos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> justicia.<br />

Sobre la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial, dice: “<strong>El</strong> po<strong>de</strong>r judicial que propongo goza <strong>de</strong> una<br />

in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia absoluta: en ninguna parte tiene tanta. <strong>El</strong> pueblo presenta los candidatos, y el<br />

Legislativo escoge los individuos que han <strong>de</strong> componer los Tribunales. Si el po<strong>de</strong>r judicial no<br />

emana <strong>de</strong> este origen, es imposible que conserve en toda su pureza la salvaguardia <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos<br />

individuales... “ 57 .<br />

54 BOLÍVAR, S.: Discurso al Congreso Constituyente <strong>de</strong> Bolivia. Lima, 20 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1826.<br />

55 Ibi<strong>de</strong>m.<br />

56 Ibi<strong>de</strong>m.<br />

57 Ibi<strong>de</strong>m.

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