08.05.2013 Views

Bolívar: El Hombre de América - Academia Nacional de Medicina

Bolívar: El Hombre de América - Academia Nacional de Medicina

Bolívar: El Hombre de América - Academia Nacional de Medicina

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Esa común pequeñez es la que ha venido <strong>de</strong>sgarrando a nuestra <strong>América</strong>. Furiosa pequeñez que<br />

requiere <strong>de</strong> autoalabanzas para aliviar un poco su complejo <strong>de</strong> inferioridad, para sostenerse en el<br />

po<strong>de</strong>r y <strong>de</strong>linquir <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el po<strong>de</strong>r, sin <strong>de</strong>trimento <strong>de</strong> su “imagen” o apariencia “<strong>de</strong>mocrática”.<br />

Esa común pequeñez tiene raíces apestosas. Escribe Cornelio Hispano:” “Un día se presenta en La<br />

Magdalena una rozagante joven provinciana, <strong>de</strong> 18 años, y ofrece a <strong>Bolívar</strong> unos botones <strong>de</strong> oro,<br />

bruñidos, diciéndole: Señor, no tienen otro mérito que el <strong>de</strong> haber sido hechos con el oro <strong>de</strong> las<br />

pulseras que regaló a Atahualpa una india enamorada. <strong>Bolívar</strong> usó siempre, en su casaca azul,<br />

aquellos botones <strong>de</strong> oro, y el 20 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1830 las autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Santa Marta lo arrancaron<br />

y se los repartieron” 3 .<br />

<strong>Bolívar</strong> era <strong>de</strong> otra dimensión: le repugnaban los antros <strong>de</strong> los pícaros. <strong>El</strong> era, al mismo tiempo,<br />

jinete y camino <strong>de</strong> la libertad. Don Benjamín Vicuña Mackena, eximio polígrafo chileno, hizo un<br />

cálido elogio <strong>de</strong> la marcha triunfal <strong>de</strong>l Libertador, en el que dice:<br />

“¡Des<strong>de</strong> Cumaná al Potosí nada le ha <strong>de</strong>tenido. Ha <strong>de</strong>strozado Virreinatos, ha borrado todas las<br />

líneas <strong>de</strong> las <strong>de</strong>marcaciones geográficas, ha rehecho el mundo! Quita su nombre a la <strong>América</strong> y da a<br />

la parte que ha liberado el nombre <strong>de</strong> Colón, y más a<strong>de</strong>lante <strong>de</strong>creta el suyo propio a su última<br />

conquista. Su caballo ha bebido las aguas <strong>de</strong>l Orinoco, <strong>de</strong>l Amazonas y <strong>de</strong>l Plata, las tres gran<strong>de</strong>s<br />

fronteras que dio el Creador al Nuevo Mundo” 4 .<br />

<strong>El</strong> inglés Robert Proctor, que conoció al Libertador en su gira por la <strong>América</strong> <strong>de</strong>l Sur en 1823 y<br />

1824, afirma: “Después <strong>de</strong> haberlo observado en muchas ocasiones, puedo <strong>de</strong>cir que jamás he visto<br />

un rostro que dé más exacta i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> un hombre” 5 .<br />

Nos cuenta Cornelio Hispano que en marzo <strong>de</strong> 1825, ancló cerca <strong>de</strong> Lima la fragata <strong>de</strong> guerra<br />

francesa Marie Therese. Su almirante Rosamel y algunos <strong>de</strong> sus oficiales fueron recibidos en<br />

audiencia por <strong>Bolívar</strong>. Uno <strong>de</strong> aquellos oficiales, <strong>de</strong> origen danés, hizo una <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong>l héroe y<br />

<strong>de</strong> la reunión, en la que afirma:<br />

“La cara <strong>de</strong>caída, obscura y quemada por el sol, comprobaba las fatigas por que había pasado;<br />

mientras que la frente alta y la gravedad <strong>de</strong> sus modales inspiraban veneración, e involuntariamente<br />

se veía uno obligado a inclinarse <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> él, aunque no afectaba presunción ni <strong>de</strong>spotismo. A mí<br />

me produjo la impresión <strong>de</strong> un gran hombre, satisfaciendo, en todo sentido, la i<strong>de</strong>a que nos<br />

habíamos formado <strong>de</strong> él, según las <strong>de</strong>scripciones que se nos habían hecho” 6 .<br />

Este oficial danés, G. Van Dockum, que <strong>de</strong>spués fue almirante, escribió su libro en danés. La<br />

traducción castellana es <strong>de</strong>l señor C. Witzke, cónsul <strong>de</strong> Dinamarca en Venezuela, y director <strong>de</strong>l<br />

Museo Boliviano, a quien conoció Cornelio Hispano en Caracas en 1912.<br />

Dockum escribió sobre la conversación entablada entre el Libertador y el almirante francés, en la<br />

cual éste aparece ridículo y confundido ante el genio <strong>de</strong> <strong>Bolívar</strong>, y termina así: “Jamás había visto<br />

yo la superioridad <strong>de</strong> la fuerza intelectual manifestarse tan visiblemente como en aquel célebre<br />

encuentro” 7 .<br />

3 HISPANO, Cornelio. Historia Secreta <strong>de</strong> <strong>Bolívar</strong>. Me<strong>de</strong>llín, 1977, pp. 182-183.<br />

4 I<strong>de</strong>m., p. 170.<br />

5 I<strong>de</strong>m., p. 156<br />

6 I<strong>de</strong>m., pp. 179-180.<br />

7 I<strong>de</strong>m., pp. 180-181.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!