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Bolívar: El Hombre de América - Academia Nacional de Medicina

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Veamos la advertencia que hacía Taber, reflexionando sobre las lecciones <strong>de</strong> la guerra <strong>de</strong> liberación<br />

<strong>de</strong>l Vietnam: “Los insurgentes empezarán a su vez, a tener territorio, primero ampliando sus bases<br />

rurales hasta que abarquen la mayoría <strong>de</strong>l campo, haciéndolo insostenible para el enemigo, tomando<br />

<strong>de</strong>spués las al<strong>de</strong>as y los pueblos gran<strong>de</strong>s, rechazando el ejército hacia sus puntos fuertes urbanos<br />

que, una vez aislados, pue<strong>de</strong>n ser <strong>de</strong>struidos” 84 .<br />

José Martí, al pon<strong>de</strong>rar la importancia <strong>de</strong> los ríos, anota: “Tiene la victoria quien tiene los ríos. Los<br />

ríos son las venas <strong>de</strong> la guerra. Con ellos va todo el territorio que ellos bañan” 85 . A<strong>de</strong>más, “En la<br />

guerra no es necesario ocupar todos los puntos, sino los principales” 86 , entendiendo que “No se trata<br />

<strong>de</strong> vencer a un enemigo científico, sino <strong>de</strong>nodado. Denuedo vence a <strong>de</strong>nuedo” 87 .<br />

Al <strong>de</strong>finirse el terreno <strong>de</strong> los enfrentamientos se da, <strong>de</strong> hecho, una relación que <strong>Bolívar</strong> explica así:<br />

“Los españoles no pue<strong>de</strong>n ir a los llanos sin el riesgo <strong>de</strong> volver, como ya lo han hecho por tres<br />

veces, siempre muy escarmentados y con la mitad menos <strong>de</strong> su tropa. Pero tampoco nosotros<br />

po<strong>de</strong>mos entrar a Caracas si no aumentamos nuestra infantería muy consi<strong>de</strong>rablemente” 88 .<br />

Entre tanto los patriotas, al consolidar sus fuerzas, pue<strong>de</strong>n realizar una labor más amplia y profunda<br />

para ganar el apoyo <strong>de</strong> la población. Tal como la advierte Taber: “... esta es la diferencia esencial<br />

entre la guerra tradicional y la guerra <strong>de</strong> guerrillas. <strong>El</strong> ejército pelea por ocupar territorios, caminos,<br />

alturas estratégicas, zonas vitales; la guerrilla pelea por ganarse al pueblo, sin cuya cooperación la<br />

tierra no sirve para nada a quien la posee” 89 .<br />

Y agrega: “La experiencia <strong>de</strong> muchas campañas guerrilleras, en el lapso que va <strong>de</strong> la Segunda<br />

Guerra Mundial hasta la fecha -también durante la Revolución Americana y la Guerra Carlista en<br />

España (1804-1814)-, prueba que es completamente imposible aplastar una guerrilla cuando en la<br />

zona rural tiene espacio para maniobrar y protegerse, puesto que también cuenta con el apoyo <strong>de</strong> la<br />

población rural” 90 .<br />

<strong>El</strong> po<strong>de</strong>r maniobrar en gran<strong>de</strong>s espacios facilita a los insurgentes tomar la iniciativa para pasar<br />

gradualmente <strong>de</strong> las escaramuzas y pequeños asaltos a los combates <strong>de</strong> mayor envergadura.<br />

Para provocar avances cualitativos en la confrontación, es preciso forzar el <strong>de</strong>sequilibrio <strong>de</strong> los<br />

enemigos por medio <strong>de</strong> su dispersión, o sea, obligándolos a dividir sus fuerzas. Así lo <strong>de</strong>duce el<br />

Libertador cuando escribe: “Por otra parte la ruina <strong>de</strong> los enemigos es segura si permanecemos<br />

observándolos y molestándolos <strong>de</strong> cerca, hasta que la expedición <strong>de</strong>l general Urdaneta le llame la<br />

atención por la espalda. Entonces, o divi<strong>de</strong>n sus fuerzas, o <strong>de</strong>jan uno <strong>de</strong> nuestros cuerpos en estado<br />

84 TABER R. Op. cit., p. 55.<br />

85 Antología Mínima <strong>de</strong> José Martí. Op. cit., p. 25.<br />

86 I<strong>de</strong>m., p. 26.<br />

87 I<strong>de</strong>m., p. 27<br />

88 BOLÍVAR, Simón. Carta a Brion. San Fernando, 15 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1818.<br />

89 TABER, R. Op. cit., p. 65.<br />

90 I<strong>de</strong>m., p. 33.

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