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Bolívar: El Hombre de América - Academia Nacional de Medicina

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3.11 EL EXTASIS DE LA VICTORIA<br />

Un 16 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1532 -casi tres siglos atrás-, el conquistador Francisco Pizarro <strong>de</strong>golló al<br />

inca Atahualpa y 6000 indígenas más, apo<strong>de</strong>rándose <strong>de</strong> todo el Perú, aprovechando la encontrada<br />

rivalidad que existía entre Huáscar y Atahualpa. Ayacucho, que traducido <strong>de</strong>l quechua quiere <strong>de</strong>cir "<br />

Rincón <strong>de</strong> los Muertos", es ahora -el 9 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1824-, el escenario <strong>de</strong> la lucha frontal<br />

entre los here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> Pizarro dirigidos por el Virrey La Serna en persona, y los patriotas<br />

republicanos bajo la guía <strong>de</strong>l general Sucre, habían llegado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> diversos confines <strong>de</strong> nuestra<br />

<strong>América</strong> y representaban el mosaico vivo <strong>de</strong>l elemento humano y auténtico <strong>de</strong> nuestros pueblos,<br />

cuya mira era coronar la emancipación <strong>de</strong>l continente. Sucre, que sabía <strong>de</strong> la trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l<br />

combate que iba a iniciarse, no consi<strong>de</strong>ró elegante emular con las fulgurantes proclamas <strong>de</strong>l<br />

Libertador, pero expresó a sus soldados en tono firme, sobrio y sereno:<br />

"¡Soldados!: ¡De vuestro esfuerzo <strong>de</strong> hoy <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> el <strong>de</strong>stino <strong>de</strong> <strong>América</strong>! " 102 .<br />

En la madrugada <strong>de</strong> ese 9 <strong>de</strong> diciembre, Sucre instruyó a sus oficiales sobre los dispositivos <strong>de</strong>l<br />

combate. Sus 5780 soldados eran casi todos colombianos, y el resto se componía <strong>de</strong> los cuerpos <strong>de</strong><br />

tropas peruana, chilena y Argentina. Córdoba, comandaba las divisiones granadinas por el ala<br />

<strong>de</strong>recha; La Mar, los <strong>de</strong>stacamentos peruanos por el ala izquierda, y Lara las fuerzas <strong>de</strong> reserva.<br />

Sucre había concentrado en el centro la caballería. La Serna, por su parte, tenía 9310 soldados,<br />

cuyos oficiales eran españoles y peruanos <strong>de</strong> la "casta superior" y, exceptuando los combatientes <strong>de</strong><br />

caballería que eran españoles, los <strong>de</strong>más eran nativos <strong>de</strong>l Perú.<br />

La Serna dispuso que los famosos regimientos <strong>de</strong> Val<strong>de</strong>z atacaran el punto más frágil <strong>de</strong>l ejército<br />

<strong>de</strong> Sucre, cuya inferioridad numérica era manifiesta, y sólo disponía <strong>de</strong> un cañón frente a la<br />

po<strong>de</strong>rosa artillería realista. Val<strong>de</strong>z se lanzó con su famoso regimiento contra los <strong>de</strong>stacamentos<br />

peruanos <strong>de</strong> La Mar, y los patriotas entraron en combate vivando al Libertador y a la revolución.<br />

Val<strong>de</strong>z pudo vencer con relativa facilidad el ala izquierda <strong>de</strong> los republicanos y esto provocó tanta<br />

alegría y tan <strong>de</strong>smedido optimismo entre las <strong>de</strong>más formaciones <strong>de</strong>l ejército realista, que el mariscal<br />

Monet, sin dar espera a que entraran en acción las fuerzas <strong>de</strong>l centro patriota, se lanzó al combate<br />

presumiendo que con ello <strong>de</strong>cidiría la batalla. La Mar pidió angustiosos refuerzos a Sucre, pero éste,<br />

imperturbable, le or<strong>de</strong>nó resistir hasta el fin, y envió a Córdoba a enfrentar el impetuoso avance <strong>de</strong><br />

Monet. <strong>El</strong> joven oficial colombiano <strong>de</strong>smontó <strong>de</strong> su caballo y arengó a sus compañeros: "<br />

¡Soldados!: Armas a discreción, ¡paso <strong>de</strong> vencedores!" 103 .<br />

Córdoba se lanzó como una tromba seguido por lo soldados <strong>de</strong> los batallones Bogotá, Caracas,<br />

Voltígeros, y Pichincha, y en un momento <strong>de</strong>struyó las fuerzas <strong>de</strong> Monet. <strong>El</strong> propio general<br />

Canterac escribió acerca <strong>de</strong> lo que sufrieron las fuerzas realistas con el impacto <strong>de</strong> las columnas <strong>de</strong><br />

Córdoba:<br />

“Ansiosos <strong>de</strong> paralizar al enemigo, los escuadrones formados recibieron or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> Monet <strong>de</strong> cargar<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus respectivos puntos, lo que ejecutaron con prontitud y or<strong>de</strong>n animados por todos los jefes.<br />

Los lanceros <strong>de</strong> Colombia los esperaron a pie firme, enristradas sus enormes lanzas. Esta novedad,<br />

por segunda vez presentada, y sin que hubiera mediado tiempo y lugar bastante para meditarla,<br />

<strong>de</strong>tuvo a nuestros soldados <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> sus engreídos adversarios, en medio <strong>de</strong>l fuego <strong>de</strong> sus infantes<br />

y <strong>de</strong> nuestros dispersos. Allí comenzó un combate encarnizado que acabó por <strong>de</strong>jar en el campo la<br />

102 DE SUCRE, Antonio José. Proclama a los soldados. Ayacucho, 9 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1824.<br />

103 CORDOBA, José María. Proclama a los soldados. Ayacucho, 9 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1824.

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