08.05.2013 Views

Bolívar: El Hombre de América - Academia Nacional de Medicina

Bolívar: El Hombre de América - Academia Nacional de Medicina

Bolívar: El Hombre de América - Academia Nacional de Medicina

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

“¿Creerá usted -le dice a José Rafael Arboleda- (...) que mandan disolver el ejército que traigo, al<br />

mismo tiempo que me comunican las nuevas <strong>de</strong>fecciones <strong>de</strong>l sur? La traición está en los consejos<br />

<strong>de</strong>l gobierno <strong>de</strong>l vicepresi<strong>de</strong>nte. Cuando <strong>de</strong>biéramos prepararnos (...) el vicepresi<strong>de</strong>nte propone<br />

disminución <strong>de</strong>l ejército y el Congreso la or<strong>de</strong>na” 58 .<br />

En tales condiciones el Libertador vislumbra que, para salvar lo que va quedando <strong>de</strong> Colombia, se<br />

requería <strong>de</strong> una inmensa autoridad:<br />

“Los pérfidos <strong>de</strong>struirán a Colombia por <strong>de</strong>struirme: ya lo han intentado, y hasta no lograrlo no<br />

<strong>de</strong>sistirán <strong>de</strong> su bárbaro empeño. Diga usted al Congreso, y hágalo <strong>de</strong>cir a sus amigos, que yo no<br />

me encargaré <strong>de</strong>l gobierno atado <strong>de</strong> pies y manos, para ser el ludibrio <strong>de</strong> los traidores y <strong>de</strong> los<br />

enemigos <strong>de</strong> Colombia (...). Yo lo digo altamente: la república se pier<strong>de</strong> o se me confiere una<br />

inmensa autoridad. Yo no confío en los traidores <strong>de</strong> Bogotá ni en los <strong>de</strong>l sur“ 59<br />

Y <strong>Bolívar</strong> asume la dictadura <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la disolución <strong>de</strong> la Convención <strong>de</strong> Ocaña, y el pueblo se<br />

reúne en juntas populares para expresarle su respaldo. Dictadura conferida como un mandato <strong>de</strong>l<br />

pueblo, como lo hemos visto en páginas anteriores. Ocasión en que <strong>Bolívar</strong> hace manifiesto <strong>de</strong> su<br />

inquebrantable i<strong>de</strong>ología republicana y <strong>de</strong>mocrática:<br />

“La capital <strong>de</strong> Bogotá ha sido siempre y es el trono <strong>de</strong> la opinión nacional. Viéndose en el 'conflicto<br />

<strong>de</strong> per<strong>de</strong>r su libertad o sus leyes, quiso per<strong>de</strong>r más bien sus leyes que su libertad. <strong>El</strong> pueblo que<br />

siempre es más sabio que todos los sabios, tomó sobre sí la carga que no pue<strong>de</strong> llevar la nación<br />

misma (...) la voluntad nacional será mi guía y nada me podrá retraer <strong>de</strong> consagrarme a su<br />

servicio y <strong>de</strong> conducir este pueblo a don<strong>de</strong> él quiera” 60 .<br />

Una norma invariable en el pensamiento <strong>de</strong>l Libertador, a la que consagró su vida hasta expirar en<br />

su última y <strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong>spedida, fue la <strong>de</strong> la causa pública. Nada era más ajeno ni más antagónico a<br />

su formación intelectual y revolucionaria que el “espíritu <strong>de</strong> partido”, “el apetito grupista”, “la<br />

estrechez regionalista”, “el interés particular” y “los apetitos egoístas”. <strong>El</strong> se <strong>de</strong>bía enteramente<br />

al pueblo y al pueblo se entregó:<br />

“La ley y la justicia están por nosotros; quiero <strong>de</strong>cir, por el bien y por la patria, porque<br />

nosotros no tenemos causa sino la pública. Perezca yo mil veces antes <strong>de</strong> tener miras<br />

personales ni causa propia” 61 .<br />

Recor<strong>de</strong>mos que Santan<strong>de</strong>r, en cambio, atacaba con saña al Libertador acusándolo por “Hablar <strong>de</strong> la<br />

soberanía <strong>de</strong>l pueblo y guardar silencio sobre las liberta<strong>de</strong>s individuales” 62 .<br />

Santan<strong>de</strong>r, no lo olvi<strong>de</strong>mos, era un fervoroso pupilo <strong>de</strong> Jeremías Bentham. Para él, las liberta<strong>de</strong>s<br />

individuales y la libertad <strong>de</strong> la propiedad eran, como lo enseña su maestro, más importantes que la<br />

causa pública y la libertad <strong>de</strong>l pueblo. Cómo viene al caso lo dicho por José Martí: “De modo que<br />

58 BOLÍVAR, Simón. Carta a José Rafael Arboleda. La Carrera. 24 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1827.<br />

59 Ibi<strong>de</strong>m.<br />

60<br />

BOLÍVAR, Simón. Discurso en el acto político <strong>de</strong>l 24 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1828,<br />

cuando entró a Bogotá, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la disolución <strong>de</strong> la Convención <strong>de</strong><br />

Ocaña.<br />

61 BOLÍVAR, Simón. Carta a Mariano Montilla. Bucaramanga, 13 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1828.<br />

62 Memorias <strong>de</strong>l general Santan<strong>de</strong>r. Op. cit., p. 217.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!