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Bolívar: El Hombre de América - Academia Nacional de Medicina

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or<strong>de</strong>n al comandante <strong>de</strong> una escolta que llevaba preso a un individuo para que suponiendo que<br />

quería escaparse, lo asesinasen por la espalda, como sucedió aquí con el señor Mariano P “ 38 .<br />

.<br />

¡Estos son los liberales que acusaron a <strong>Bolívar</strong> <strong>de</strong> tirano! <strong>El</strong> general Posada Gutiérrez nos dice que<br />

en los <strong>de</strong>bates previos a la imposición <strong>de</strong> la pena <strong>de</strong> muerte “<strong>El</strong> señor Rafael Mosquera, enemigo <strong>de</strong><br />

la pena <strong>de</strong> muerte por <strong>de</strong>litos políticos”, era la contraparte <strong>de</strong>l “general José Hilario López que la<br />

sostenía en todas las ocasiones que ocurrían, lo mismo que el general Santan<strong>de</strong>r, el general José<br />

María Obando y todos los prohombres <strong>de</strong>l partido liberal” 39 .<br />

Los santan<strong>de</strong>ristas, naturalmente, <strong>de</strong>fendían a los criminales que militaban filas, con el pretexto <strong>de</strong><br />

que la vida humana <strong>de</strong>be ser respetada. En cambio, justificaban la matanza <strong>de</strong> sus adversarios<br />

políticos, tal como lo <strong>de</strong>nuncia el general Posada:<br />

“Los predicadores <strong>de</strong>l respeto a la vida entre nosotros son incomprensibles: no quieren que se<br />

castigue con la muerte a insignes malhechores (...) pero admiten, ejecutan y aplau<strong>de</strong>n el asesinato <strong>de</strong><br />

hombres inocentes, los más <strong>de</strong> ellas inofensivos, o <strong>de</strong> algunos valientes que combaten por una causa<br />

justa y santa contra los facciosos adueñados <strong>de</strong>l país (...) <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r arbitrario y <strong>de</strong> la fuerza que el<br />

crímen ha puesto en sus manos” 40 .<br />

<strong>El</strong> santan<strong>de</strong>rismo ha sido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces, tanto en su vertiente que hoy se nombra todavía como<br />

liberal, o en la conocida como conservadora, un ejemplo patético <strong>de</strong> como se abusa <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r y<br />

como se <strong>de</strong>linque <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las más altas posiciones <strong>de</strong>l Estado. Así lo corrobora el crímen cometido<br />

para eliminar a José Sardá, revolucionario <strong>de</strong> origen catalán, que había combatido en Rusia y en<br />

México y que estuvo al lado <strong>de</strong> <strong>Bolívar</strong> cuando estaba muriendo en Santa Marta.<br />

Resulta que para eliminar al general Sardá, Santan<strong>de</strong>r comisionó a dos oficiales: el teniente Pedro<br />

Ortiz <strong>de</strong>l batallón No 10, y el teniente <strong>de</strong> artillería Ignacio Torrente, quienes, según el plan<br />

convenido, visitarían al doctor Cleto Margallo, amigo <strong>de</strong> confianza <strong>de</strong> Sardá, fingiendo que querían<br />

ponerse bajo el mando <strong>de</strong> éste. De este modo lograrían, como en efecto ocurrió, que Margallo les<br />

revelara el refugio <strong>de</strong>l catalán y, dice el testimonio <strong>de</strong> Posada Gutiérrez, que “tres casas separaban<br />

esa casa <strong>de</strong> la mansión presi<strong>de</strong>ncial <strong>de</strong> San Carlos, don<strong>de</strong> Santan<strong>de</strong>r espera el resultado <strong>de</strong>l ardid<br />

que ha <strong>de</strong> poner punto final a la vida <strong>de</strong>l insurrecto. Porque no se le quería <strong>de</strong>tener sino eliminar” 41 .<br />

Y agrega el excepcional testigo, que ciertas intimida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l siniestro plan fueron <strong>de</strong> dominio<br />

público, “y fue que Ortiz se resistía a matar a Sardá, porque le tendrían por asesino”, y que el<br />

general Santan<strong>de</strong>r lo convenció diciéndole “que él no iba sino a ejecutar una sentencia <strong>de</strong> muerte<br />

dictada por los tribunales, como lo hace el oficial que manda una escolta” 42 .<br />

Se fundaba entonces el sistema totalitario y atroz que todavía pa<strong>de</strong>cemos. Uno se pregunta: si el<br />

partido conservador se constituyó con los que en esa época se llamaban liberales mo<strong>de</strong>rados, ¿no<br />

será que el partido liberal fue creado por los conservadores radicales? Con razón <strong>de</strong>claraba<br />

<strong>Bolívar</strong> a Posada Gutiérrez: “No sé dón<strong>de</strong> se arrogaron los <strong>de</strong>magogos el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> llamarse<br />

38<br />

(38) POSADA GUTIERREZ, J.: Op.cit. T. III, p. 302.<br />

39<br />

(39) Ibí<strong>de</strong>.<br />

40<br />

(40) . T.II. Pp. 22-23.<br />

41<br />

(41) Ibi<strong>de</strong>m.<br />

42<br />

(42) :JPi<strong>de</strong>m.

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