08.05.2013 Views

Bolívar: El Hombre de América - Academia Nacional de Medicina

Bolívar: El Hombre de América - Academia Nacional de Medicina

Bolívar: El Hombre de América - Academia Nacional de Medicina

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

manera fue que Colombia estuvo expuesta a ser el patrimonio <strong>de</strong>l general <strong>Bolívar</strong> para que se<br />

temiese su permanencia, como un simple ciudadano, en algún rincón <strong>de</strong>l país?” 58 .<br />

Si el general Pablo Morillo había dicho que <strong>Bolívar</strong> es la revolución, habría que concluir que el<br />

Libertador era Colombia: <strong>de</strong>struir a <strong>Bolívar</strong> fue <strong>de</strong>struir la república. “<strong>El</strong> Libertador -dice Posada-<br />

era el representante y la columna más fuerte <strong>de</strong>l noble principio <strong>de</strong> la integridad nacional, <strong>de</strong> la<br />

conservación <strong>de</strong> Colombia, y para los hombres <strong>de</strong> <strong>de</strong>strucción, pensar y procurar esto era un <strong>de</strong>lito.<br />

En sacrificar, pues, a <strong>Bolívar</strong> para cohonestar el parricidio había, por <strong>de</strong>cir lo menos, poca<br />

hidalguía” 59 .<br />

<strong>El</strong> frenesí <strong>de</strong>magógico y cruel contra el Libertador era tan explosivo en Bogotá como en Caracas,<br />

llegándose a extremos que, no obstante estar documentados y confirmados por numerosos<br />

testimonios, parecen increíbles. Páez, sin embargo, uno <strong>de</strong> los enemigos más temibles <strong>de</strong> <strong>Bolívar</strong>,<br />

<strong>de</strong>bió sentir una vergüenza enorme cuando, años <strong>de</strong>spués, estando en el exilio, escribió su<br />

autobiografía, en la que afirma que el Libertador “Ha excedido en <strong>de</strong>sprendimiento y en adhesión<br />

a la libertad a todos los hombres que han preexistido” 60 .<br />

Páez, como lo había pronosticado <strong>Bolívar</strong>, fue utilizado por la oligarquía venezolana contra el<br />

Libertador y. una vez cumplidos sus objetivos, que incluían la separación <strong>de</strong> Venezuela, arrojó <strong>de</strong>l<br />

po<strong>de</strong>r al otrora “León <strong>de</strong> Apure” y le impuso el <strong>de</strong>stierro. Santan<strong>de</strong>r era gélido y cruel, habituado a<br />

festejar los fusilamientos sin haber expresado nunca vergüenza o arrepentimiento por tales actos.<br />

Páez, rústico y violento, tenía, no obstante, sentimientos y vergüenzas.<br />

La historiadora Gilette Saurat nos presenta su inteligente punto <strong>de</strong> vista:<br />

“... obnubilados por los ejemplos <strong>de</strong> la Revolución Francesa <strong>de</strong> la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia norteamericana,<br />

los Santan<strong>de</strong>r, los Páez, los La Mar y otro Gamarra no cesaban <strong>de</strong> dirigir sus miradas al pasado. En<br />

el movimiento emancipador no vieron sino el medio <strong>de</strong> tomar asiento en los sillones <strong>de</strong> los<br />

virreyes: adornados, claro está, con el título <strong>de</strong> presi<strong>de</strong>nte, sostenidos por las ondas <strong>de</strong> una<br />

fraseología republicana tanto más hueca cuanto más ina<strong>de</strong>cuada. Vestidos con trajes cortados<br />

sobre el patrón diseñado en Washington, pues eran incapaces <strong>de</strong> medir las diferencias <strong>de</strong>l pasado<br />

colonial en cada parte <strong>de</strong>l continente americano; ensor<strong>de</strong>cidos por la resonancia <strong>de</strong> su propia<br />

retórica contra el muro <strong>de</strong> sus limitaciones, ¡cómo hubieran podido oír la voz y abarcar la visión<br />

<strong>de</strong> aquel que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las playas <strong>de</strong>l Orinoco hasta la cima <strong>de</strong>l Potosí había percibido los<br />

primeros estremecimientos <strong>de</strong> la crisálida <strong>de</strong> <strong>América</strong> y, consciente <strong>de</strong> la extraordinaria<br />

originalidad <strong>de</strong>l fenómeno, se esforzaba por preparar las vías favorables a su<br />

metamorfosis!” 61 .<br />

Esos caudillos ineptos y crueles combatieron, con saña y <strong>de</strong>sesperación sin límites a todo aquel o<br />

aquello que tuviese algún asomo <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad con <strong>Bolívar</strong>. A nombre <strong>de</strong>l liberalismo “...<br />

amenazaba <strong>de</strong> muerte a los diputados bolivianos... “ 62 . “<strong>El</strong> general Sucre era los ojos <strong>de</strong> aquel<br />

partido el hombre más peligroso, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>Bolívar</strong>” 63<br />

58<br />

58. I<strong>de</strong>m. T. 11, p. 229.<br />

59<br />

59. I<strong>de</strong>m. T. 11. p. 230.<br />

60<br />

OO. Véase el Manifiesto <strong>de</strong> Páez en su Autobiografia. T. 1, p. 520.<br />

61<br />

61. SAURAT, Gilette. Op. cit., pp. 593-594.<br />

62<br />

62. POSADA GtrrIERREZ, Joaquín. Op. cit. T. 11, p. SO.<br />

63<br />

63. [ciern. T. 11, p. 146.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!