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Bolívar: El Hombre de América - Academia Nacional de Medicina

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“Mi querido general:<br />

“En los últimos momentos <strong>de</strong> mi vida, le escribo ésta para rogarle, como la única prueba que le<br />

resta por darme <strong>de</strong> su afecto consi<strong>de</strong>ración, que se reconcilie <strong>de</strong> buena fe con el general Urdaneta y<br />

que se reúna en tomo <strong>de</strong>l actual gobierno para sostenerlo. Mi corazón, mi querido general, me<br />

asegura que usted no me negará este último homenaje a la amistad y al <strong>de</strong>ber. Es sólo con el<br />

sacrificio <strong>de</strong> sofocar sentimientos personales, que se podrán salvar nuestros amigos y Colombia<br />

misma <strong>de</strong> los horrores <strong>de</strong> la anarquía...” 52 .<br />

“He sacrificado mi salud y fortuna por asegurar la libertad felicidad <strong>de</strong> mi Patria -escribe <strong>Bolívar</strong>-.<br />

He hecho por ella cuanto he podido mas no he logrado contentarla y hacerla feliz. Todo lo abandoné<br />

a la sabiduría <strong>de</strong>l Congreso, confiado en que efectuará lo que no ha podido conseguir un individuo.<br />

Con todo fervor pido al cielo que preserve a Colombia <strong>de</strong> la guerra civil con que se ha tiznado la<br />

historia <strong>de</strong> los Estados <strong>de</strong> la <strong>América</strong> <strong>de</strong>l Sur. Si para evitar ésta el Congreso creyese indispensable,<br />

y el pueblo <strong>de</strong>sease, establecer una Monarquía, no me rebelaré contra sus <strong>de</strong>seos; pero tenga usted<br />

bien presente lo que le digo: la corona jamás ceñirá la cabeza <strong>de</strong> <strong>Bolívar</strong>” 53 . (Subraya en el<br />

original).<br />

<strong>Bolívar</strong> pasó sus últimos días en un estado <strong>de</strong> relativo reposo, gracias a que un español, don Pedro<br />

Mier, lo alojó generosamente en su quinta <strong>de</strong> San Pedro Alejandrino. Mier había sido un hombre<br />

pacífico, aunque realista, que aceptó el hecho cumplido <strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. Des<strong>de</strong> luego,<br />

consi<strong>de</strong>ró una grosería cobrar por las atenciones que le dispensó al héroe y a sus compañeros. Allí,<br />

escribe Hispano, <strong>Bolívar</strong> se sirvió <strong>de</strong> la biblioteca:<br />

“-¿Qué obras tiene usted aquí, señor Mier?<br />

“-Mi biblioteca es muy pobre, general, respon<strong>de</strong> Mier. <strong>Bolívar</strong> da una ojeada a. los anaqueles y<br />

exclama: ...<br />

“-¡Cómo! ¡Si aquí tiene usted la historia <strong>de</strong> la humanidad!<br />

Aquí está Gil BIas, el hombre tal cual es: aquí tiene usted el Quijote, el hombre como <strong>de</strong>biera<br />

ser” 54 .<br />

¡Qué síntesis tan genial! <strong>El</strong> hombre tal cual es pertenece al dominio <strong>de</strong> lo efímero, <strong>de</strong> esta cruda<br />

realidad transitoria: es cualquier hombre <strong>de</strong> la muchedumbre o algún tristemente célebre rufián.<br />

Cualquier ventrudo usurero. Cualquier granuja convertido en senador a punta <strong>de</strong> frau<strong>de</strong>s. En<br />

cambio, el Quijote y Sancho, que forman una unidad dialéctica, son ejemplo <strong>de</strong>l hombre como<br />

<strong>de</strong>biera ser. Sancho y el Quijote son anverso y reverso <strong>de</strong> ese hombre i<strong>de</strong>al.<br />

En efecto, “Sancho no es una expresión incompleta y vulgar <strong>de</strong> la sabiduría práctica, no es<br />

solamente el coro humorístico que acompaña a la tragicomedia humana: es algo mayor y mejor que<br />

esto, es un espíritu redimido y purificado <strong>de</strong>l fango <strong>de</strong> la materia por don Quijote; es el primero y<br />

mayor triunfo <strong>de</strong>l ingenioso hidalgo; es la estatua moral que van laborando sus manos en materia<br />

tosca y rudísima, a la cual comunica el soplo <strong>de</strong> la inmortalidad. Don Quijote se educa a sí propio,<br />

educa a Sancho, y el libro entero es una pedagogía en acción, la más sorpren<strong>de</strong>nte y original <strong>de</strong> las<br />

pedagogías, la conquista <strong>de</strong>l i<strong>de</strong>al por un loco y por un rústico, la locura aleccionando y corrigiendo<br />

a la pru<strong>de</strong>ncia mundana, el sentido común ennoblecido por su contacto con el ascua viva y sagrada<br />

<strong>de</strong> lo i<strong>de</strong>al” 55 .<br />

52 52, BOLÍVAR, Simón. Al general Justo Briceño. San Pedro, 11 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1830.<br />

53 53. “Fragmento <strong>de</strong> una carta <strong>de</strong>l Libertador a un amigo <strong>de</strong> Cartagena, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Bogotá en 1830”.<br />

54 54. HISPANO, Comelio. <strong>El</strong> libro <strong>de</strong> oro <strong>de</strong> <strong>Bolívar</strong>. p. 241.<br />

55 55. POSADA GUTIERREZ, Joaquín. Op. cit., T. I, p. XII.

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