08.05.2013 Views

Bolívar: El Hombre de América - Academia Nacional de Medicina

Bolívar: El Hombre de América - Academia Nacional de Medicina

Bolívar: El Hombre de América - Academia Nacional de Medicina

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

“Cuando conocí que se iba aproximando la hora fatal, me senté a la cabecera teniendo en mi mano<br />

la <strong>de</strong>l Libertador, que ya no hablaba sino <strong>de</strong> un modo confuso. Sus facciones expresaban una<br />

completa serenidad; ningún dolor o señal <strong>de</strong> pa<strong>de</strong>cimiento se reflejaba en su noble rostro. Cuando<br />

advertí que la respiración se ponía estertorosa, el pulso trémulo casi insensible, y que la muerte era<br />

inminente, me asomé a la puerta <strong>de</strong>l aposento, y llamando a los generales, e<strong>de</strong>canes y los <strong>de</strong>más que<br />

componían el séquito <strong>de</strong> <strong>Bolívar</strong>: Señores, exclamé, si quieren uste<strong>de</strong>s presenciar los últimos<br />

momentos y postrer aliento <strong>de</strong>l Libertador, ya es tiempo. Inmediatamente fue ro<strong>de</strong>ado el lecho <strong>de</strong>l<br />

ilustre enfermo, y a pocos minutos exhaló su último suspiro Simón <strong>Bolívar</strong>, el Campeón <strong>de</strong> la<br />

Libertad sudamericana, el Sol <strong>de</strong> Colombia” 61<br />

De este modo la muerte venció al Libertador, quien, como dijera Martí, murió pobre y <strong>de</strong>jó una<br />

familia <strong>de</strong> pueblos. En julio había sido asesinado Sucre y sepultado en cualquier pantanero anónimo<br />

<strong>de</strong> Berruecos. Pero <strong>Bolívar</strong> y Sucre vencieron a la muerte y empezaron a vivir en la inmortalidad a<br />

lo largo <strong>de</strong> los siglos.<br />

Cuenta Reverend que al practicar la autopsia encontró que <strong>Bolívar</strong> no tenía nalgas sino una gruesa<br />

concha como pe<strong>de</strong>rnal, seguramente formada a lo largo <strong>de</strong> los veinte años <strong>de</strong> ser el jinete <strong>de</strong> la<br />

libertad americana 62 .<br />

“Después <strong>de</strong> la autopsia u embalsamiento <strong>de</strong>l cadáver <strong>de</strong> <strong>Bolívar</strong>, el señor Manuel Ujueta, jefe<br />

político, me hizo presente que nadie en la casa era capaz <strong>de</strong> vestir el cadáver, y a fuerza <strong>de</strong> empeños<br />

me comprometió a <strong>de</strong>sempeñar esta triste función. Entre las diferentes prendas <strong>de</strong>l vestido que<br />

trajeron, me presentaron una camisa que ya iba a ponerle, cuando advertí que estaba rota. No pu<strong>de</strong><br />

contener mi <strong>de</strong>specho, y tirando la camisa, exclamé: <strong>Bolívar</strong>, aun cadáver, no viste ropa rasgada; si<br />

no hay otra voy a mandar por una <strong>de</strong> las mías.<br />

Entonces fue cuando me trajeron una camisa <strong>de</strong>l general Laurencio Silva, que vivía en la misma<br />

casa” 63 .<br />

¡<strong>El</strong> ambicioso entraba a la inmortalidad con una camisa prestada! En el inventario <strong>de</strong> los bienes <strong>de</strong>l<br />

Libertador al morir, aparecen relacionadas: “dos colchas, unos pantalones <strong>de</strong> paño, un colchón,<br />

manteles usados, gran<strong>de</strong>s y chicos; <strong>de</strong> dril, <strong>de</strong> algodón e hilo” 64 .<br />

Pero no <strong>de</strong>jó una sola camisa, excepto la que el médico arrojó con <strong>de</strong>specho. Su mayordomo, José<br />

Palacios, compañero <strong>de</strong> siempre, explicó quejosamente: “<strong>El</strong> equipaje <strong>de</strong> mi jefe y señor es<br />

también víctima <strong>de</strong> la guerra a muerte!” 65 .<br />

En su Espíritu <strong>de</strong>l Libertador, Mariano Sánchez Roca dice: “Resumir, más propiamente,<br />

con<strong>de</strong>nsar lo que pueda estimarse como Espíritu <strong>de</strong>l Gran Capitán <strong>de</strong> <strong>América</strong> no es tarea que <strong>de</strong>ba<br />

intentarse sino con base y fundamento en sus propias y genuinas concreciones. <strong>Bolívar</strong>, como José<br />

Martí y como otros próceres <strong>de</strong> la humanidad, no fue uno más, sino una singularización plena, un<br />

exponente espléndido <strong>de</strong> la fe en sí mismo; <strong>de</strong>l valor; <strong>de</strong>l sentido generoso <strong>de</strong> la vida; <strong>de</strong> la fortaleza<br />

<strong>de</strong>l carácter que se impone a los <strong>de</strong>más hombres por la fuerza expresiva más que por la acción<br />

61<br />

61. PROSPERO REVEREND, A. Boletín, 17 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1830.<br />

62<br />

62. Ibi<strong>de</strong>m.<br />

63<br />

63. PROSPERO REVEREND. A. Op. cit.<br />

64<br />

64. HISPANO, Cornelio. <strong>El</strong> libro <strong>de</strong> oro <strong>de</strong> <strong>Bolívar</strong>. P. 249.<br />

65<br />

65. lbí<strong>de</strong>m.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!