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Bolívar: El Hombre de América - Academia Nacional de Medicina

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“... Cada día me confirmo más en que la república está disuelta, y que nosotros <strong>de</strong>bemos volver al<br />

pueblo su soberanía primitiva para que él se reforme como quiera (...) He combatido por dar la<br />

libertad a Colombia; la he reunido para que se <strong>de</strong>fendiese con más fuerza; ahora no quiero, que me<br />

inculpe y me vitupere por las leyes que le han dado contra su voluntad: ese será mi código, mi<br />

antorcha; así lo he dicho al pueblo <strong>de</strong>l sur; así lo diré a toda Colombia” 45 . (La primera subraya es<br />

mía. La segunda es <strong>de</strong> <strong>Bolívar</strong>).<br />

<strong>El</strong> principio para enfrentar la situación está planteado claramente: <strong>de</strong>volver al pueblo su soberanía<br />

primitiva, para corregir los efectos <strong>de</strong> un or<strong>de</strong>namiento que había sido dictado contra la voluntad<br />

general. “He combatido las leyes <strong>de</strong> España, y no combatiré por leyes tan perniciosas como las otras<br />

y más absurdas por ser espontáneas, sin necesidad siquiera <strong>de</strong> que fueran dañosas como las <strong>de</strong> una<br />

metrópoli. Un congreso <strong>de</strong> animales habría sido, como el <strong>de</strong> Casti, más sabio (...) Los intrigantes<br />

han <strong>de</strong>struido la patria <strong>de</strong>l heroísmo, y tan sólo nosotros sufriremos, porque hemos estado a la<br />

cabeza <strong>de</strong> estos execrables tontos” 46 .<br />

Se duele <strong>Bolívar</strong> <strong>de</strong> la opresión económica y racista que siguen sufriendo los indígenas, y <strong>de</strong> las<br />

nefastas influencias <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones políticas tomadas en el norte, es <strong>de</strong>cir, en Bogotá, con<br />

respecto al sur, o sea el Ecuador:<br />

“Aquí la albocracia sobre los indios es un dogma absoluto, y lo que es más, sin oposición, porque<br />

los tales indígenas no se <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n y obe<strong>de</strong>cen a los <strong>de</strong>más colores (...) Los masones y la reforma <strong>de</strong><br />

conventillos, causan horror en este país. En una palabra, cuanto hace el norte le parece malo. Sus<br />

diputados son vistos como renegados que no han <strong>de</strong>fendido sus <strong>de</strong>rechos e intereses” 47 .<br />

Al hablar sobre su regreso a Bogotá, informa: “Estaré un día en Pasto, y cinco o seis en Popayán,<br />

para ver el país y conocer las opiniones; <strong>de</strong>spués seguiré a Bogotá a don<strong>de</strong> llegaré como un reo, o<br />

como una victima que va a ser sacrificada en un tumulto anárquico (...) No puedo creer que sea útil<br />

ni glorioso cumplir las leyes existentes y mucho menos aun <strong>de</strong>jarme conducir por hombres más<br />

ciegos que yo. Esta mo<strong>de</strong>ración no entra en mi conciencia. Tengo mil veces más fe en el pueblo<br />

que en sus diputados. <strong>El</strong> instinto es un consejero leal; en tanto que la pedantería es un aire mefítico<br />

que ahoga los buenos sentimientos” 48 .<br />

Tras significar que la sublevación <strong>de</strong> Páez constituye “el primer tropezón que ha sufrido una<br />

máquina torpemente construida que se había mantenido forme porque no se había puesto en<br />

movimiento” 49 , <strong>Bolívar</strong> insiste en que “un nuevo contrato general <strong>de</strong>bemos hacer ara mantener<br />

una organización que no sólo parezca libre sino que lo sea y lleve el sello <strong>de</strong> todas las partes. <strong>El</strong><br />

divorcio lo indicó el Congreso, y Páez lo consumó. Nuevo himeneo <strong>de</strong>bemos celebrar para que las<br />

bodas sean aplaudidas por el júbilo general y se olvi<strong>de</strong>n las infi<strong>de</strong>ncias que ahora nos <strong>de</strong>shonran, y<br />

que difícilmente po<strong>de</strong>mos reparar sino en otra era” 50 .<br />

La <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong>l Libertador es coherente y clara: el Congreso, integrado como estaba por<br />

caudillos venidos a más gracias a los turbios manejos electorales, era impotente e inepto y por<br />

consiguiente no estaba en condiciones <strong>de</strong> reformarse a sí mismo y mucho menos <strong>de</strong> sentar las bases<br />

44 Ibi<strong>de</strong>m<br />

45 Ibi<strong>de</strong>m<br />

46 Ibi<strong>de</strong>m<br />

47 Ibi<strong>de</strong>m.<br />

48 Ibi<strong>de</strong>m.<br />

49 Ibi<strong>de</strong>m.<br />

50 Ibi<strong>de</strong>m.

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