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Bolívar: El Hombre de América - Academia Nacional de Medicina

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En vano trató Sucre <strong>de</strong> convenir con La Mar una solución pacífica. Pasó entonces a Cuenca y<br />

asumió la jefatura civil y militar <strong>de</strong>l Ecuador que <strong>Bolívar</strong> le había conferido, y lanzó a sus tropas<br />

una vigorosa proclama llamándolas a la lucha “cuando enemigos extranjeros ingratos a nuestros<br />

beneficios y a la libertad que nos <strong>de</strong>ben han hollado las fronteras <strong>de</strong> la República” 23 .<br />

Como el más digno <strong>de</strong> los discípulos que tuvo el Libertador, Sucre proclama:<br />

“¡Colombianos!, Una paz honrosa o una victoria espléndida son necesarias a la dignidad nacional y<br />

al reposo <strong>de</strong> los pueblos <strong>de</strong>l Sur. La paz la hemos ofrecido al enemigo: la victoria está en<br />

vuestras lanzas y bayonetas.<br />

“Un triunfo más aumentará muy poco la celebridad <strong>de</strong> vuestras hazañas, el lustre <strong>de</strong> vuestro<br />

nombre; pero es preciso obtenerlo para no mancillar el brillo <strong>de</strong> vuestras armas.”<br />

“¡Cien campos <strong>de</strong> batalla y tres repúblicas redimidas por vuestro valor en una carrera <strong>de</strong><br />

triunfos <strong>de</strong>l Orinoco al Potosí, os recuerdan en estos momentos vuestros <strong>de</strong>beres para con la<br />

patria, para con vuestros compañeros y para con <strong>Bolívar</strong>!” 24 .<br />

Sucre, interpretando cabalmente al Libertador, insistió todavía en lograr un acuerdo pacífico con La<br />

Mar. Pero éste, enfatuado por la enorme superioridad en hombres y armas <strong>de</strong> su ejército, rechazó<br />

cualquier fórmula que no fuera la <strong>de</strong> continuar su incursión agresora sobre Colombia. La Mar<br />

movilizó 5.000 hombres <strong>de</strong> su ejército, <strong>de</strong>jando 3.000 <strong>de</strong> reserva, con el objeto <strong>de</strong> <strong>de</strong>struir a Sucre,<br />

quien sólo tenía el mando <strong>de</strong> 3.000 soldados, <strong>de</strong> los cuales <strong>de</strong>jó 1.500 en la retaguardia.<br />

Tudor había dicho: “La Mar es el primer general <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>de</strong>l Sur”. <strong>Bolívar</strong> había calificado a<br />

Sucre como “<strong>El</strong> hombre <strong>de</strong> la guerra”. La Mar había aprendido <strong>de</strong> Tudor a invadir pueblos. Sucre<br />

había aprendido <strong>de</strong>l Libertador a liberarlos. La Mar había aprendido <strong>de</strong> Tudor a ejecutar guerras<br />

fratricidas. Sucre había aprendido <strong>de</strong> <strong>Bolívar</strong> el principio <strong>de</strong> la solidaridad fraternal con los pueblos<br />

<strong>de</strong> <strong>América</strong> y <strong>de</strong>l mundo. Eran dos i<strong>de</strong>ologías antagónicamente enfrentadas.<br />

Sin <strong>de</strong>tallar los movimientos tácticos <strong>de</strong> los contendores, limitémonos a señalar que en el Portete <strong>de</strong><br />

Tarqui, Sucre en persona, según relata Posada Gutiérrez, sorprendió con 1.500 soldados <strong>de</strong><br />

infantería y un escuadrón <strong>de</strong> caballería una fuerte división peruana allí situada al mando <strong>de</strong>l general<br />

Plaza; que <strong>de</strong>rrotada esta división, apareció el general La Mar con otra <strong>de</strong> su ejército y restableció la<br />

batalla, teniendo ya en aquel punto 5.000 hombres; que sin embargo <strong>de</strong> esta superioridad obtuvo<br />

Sucre, en tres horas <strong>de</strong> combate, una victoria completa. Entre Saraguro y el Portete <strong>de</strong> Tarqui, los<br />

invasores <strong>de</strong> La Mar perdieron más <strong>de</strong> 2.500 hombres, entre muertos y heridos, incluso 60 jefes y<br />

oficiales, contándose entre los prisioneros al general Plaza. La mayor parte <strong>de</strong> los fusiles, ban<strong>de</strong>ras,<br />

cajas <strong>de</strong> guerra y <strong>de</strong>más elementos bélicos, quedaron en po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> los “miserables” soldados <strong>de</strong><br />

Sucre (como los llamó Obando). <strong>El</strong> héroe <strong>de</strong> Ayacucho, por su parte, tuvo 154 muertos y 206<br />

heridos. Entre los que perecieron en combate había tres jefes y seis oficiales.<br />

La Mar se retiró a las fronteras <strong>de</strong>l Perú, luego <strong>de</strong> haber <strong>de</strong>jado puntos <strong>de</strong> apoyo en Guayaquil, y<br />

Sucre le ofreció una <strong>de</strong>corosa capitulación, con miras a que los peruanos no se sintieran humillados<br />

en su honor nacional. Los invasores no tuvieron otra salida que aceptar la capitulación, acordándose<br />

un plazo para <strong>de</strong>salojar a Guayaquil y reincorporarla a la República <strong>de</strong> Colombia.<br />

23 DE SUCRE, Antonio José. Proclama a los soldados. Cuenca, 28 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1829.<br />

24 Ibi<strong>de</strong>m.

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