UNESCO. General Conference; 30th; Records ... - unesdoc - Unesco

4.6 Desde la geografía en la que estamos obligados a hacer historia, la educación que nos compete poner en
marcha supone habilitar a la sociedad para ser el sujeto colectivo de su desarrollo más pleno y de su
emancipación frente a todas aquellas condiciones que reproducen las injusticias y las desigualdades sociales. La
refundación de la educación adquiere también especial validez si se tiene en cuenta que el proceso de enseñanza
y aprendizaje ha de contribuir a la emergencia de una cultura para la democracia. En este contexto, es necesaria
la reconversión de los docentes, cuyo papel no puede limitarse hoy a la aséptica vida académica sino
enriquecerse de una ética y un saber capaces de contribuir a la formación cívica que la democracia requiere.
4.7 Pero nuestra filosofía de la educación no puede agotarse en el ideal de la convivencia civilizada y
humanista. La educación debe bajar también al cotidiano vivir, y responder a la exigencia, no menos
profundamente humanista, del “bien-estar”. Por lo tanto, forzosamente ha de satisfacer los requerimientos del
“saber-hacer” y el “saber-pensar”. Para acortar la distancia que nos separa de los países desarrollados, tenemos la
urgencia de prepararnos adecuadamente para integrar la sociedad industrial y competitiva de nuestra época, y ser
también parte activa de la sociedad del conocimiento. Con estos fines, en el Paraguay estamos encarando, luego
del paréntesis del fascismo de casi ocho meses, la continuidad de la reforma escolar en los niveles de la
educación media y de la educación superior.
4.8 Si el objetivo general de nuestra educación es el de “mejorar la calidad de vida de los hombres y las
mujeres que viven en el Paraguay”, es lógico que tan determinante finalidad no pueda conseguirse fuera de los
parámetros del mundo moderno y de su perspectiva. Entonces, necesariamente nuestra universidad tiene que
instalarse en el plexo de la ciencia y ser un centro gravitatorio contemporáneo de la investigación científica. Este
desafío pone aún más de relieve la idea de una educación como proceso de refundación. En efecto, resulta claro
que la reforma de la universidad tendrá que convertirse en una nueva fundación de la universidad, acaso en
nuestro medio para propiciar una verdadera creación de la universidad. La que tuvimos y seguimos teniendo hoy
hace escasamente honor a su estatus académico, a veces por deficiencia de nuestros recursos humanos en cuanto
a talentos se refiere y las más de las veces por la insuficiencia de la inversión en educación superior.
4.9 Quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer al Dr. Federico Mayor, Director General de la
UNESCO, que está llegando al final de su mandato, el estupendo cumplimiento de su labor. En el Paraguay
recordamos su visita en 1994, cuando los tambores de la reacción empezaban a tronar dispuestos a embestir
contra los procesos de cambio educativo y cultural. Aquella visita fue realmente oportuna para hacer retroceder a
los sepultureros de la historia, que aún tenemos en nuestro país, y sé que aún existen en varios de nuestros países.
4.10 Agradezco también al Dr. Federico Mayor la instalación de una oficina en la capital de mi país,
Asunción, que nos permite trabajar con mayor eficiencia por la cultura, la ciencia y la educación. Quisiera
señalar asimismo en este foro que la reforma de la educación tiene en cuenta igualmente el proceso de
globalización. Nosotros queremos que la globalización sea un beneficio para todos y no simplemente una
ideología de las potencias. Nos cuesta entender la globalización cuando el 80% del Producto Interno Bruto
mundial sigue en manos de 20 países, o cuando la investigación científica y el desarrollo tecnológico son casi
nulos en nuestros pueblos. Evidentemente, la globalización sin horizonte ético, sin la solidaridad moral e
intelectual que reclama la UNESCO sólo será un esquema más sutil de dominación de los pueblos más débiles. Si
no revertimos esta tendencia de la globalización, lo que vamos a tener en el siglo XXI es la globalización de la
pobreza, del hambre. Necesitamos la globalización del conocimiento, la circulación de los saberes, a fin de que
nuestros pueblos también accedan a la ciencia y la tecnología en el marco de un orden internacional más justo.
4.11 Nuestra reforma educativa, ante los procesos de globalización, también busca afirmar nuestra identidad
cultural, aquello que un gran autor paraguayo denominaba el alma de la raza. La aldea global electrónica tiende a
uniformar y a regimentar la cultura de nuestros pueblos y sabemos que los pueblos que pierden su identidad
cultural son pueblos muertos, son pueblos que finalmente van a perder también su soberanía política y su
soberanía económica. Por eso queremos, por último, una educación para el conocimiento, pero también para la
integridad de la persona humana. Vivimos, sin embargo, en una sociedad fragmentada. Esta realidad confirma la
pertinencia de la refundación educativa como postulado con veracidad histórica.
4.12 Este es el desafío: en el siglo XXI, o bien damos el salto cualitativo hacia la emancipación de la vida
humana, dirigiendo el saber y la comunicación hacia ese fin, o bien profundizamos su fragmentación
deshumanizante. Nuestros pueblos anhelan la paz de los Estados, la paz civil, la paz de los ciudadanos, pero
fundamentalmente la paz ecuménica y no la paz hegemónica impuesta sobre la base del poder económico y el
chantaje de las armas. Nosotros queremos ser actores del salto hacia la dignidad y la libertad de todos. Les
agradezco su atención.
(4.1) M. DUARTE FRUTOS (Paraguay) (traduit de l'espagnol):
Madame la Présidente de la Conférence générale de l'UNESCO, Monsieur le représentant du Directeur
général, Mesdames et Messieurs les membres du Bureau, Mesdames et Messieurs les ministres, Excellences,
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