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UNESCO. General Conference; 30th; Records ... - unesdoc - Unesco

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ygone events, and the prodigies of the future are sure to be far greater than those of the past.” It is indeed the<br />

future, the conquest of the future by those who are excluded, who live in dire poverty and who constitute the real<br />

challenge of our times, that is contained in this outstanding book by Professor Kaldone, which we Venezuelans are<br />

presenting to you in this forum of liberty and culture.<br />

20. Le PRESIDENT :<br />

Je remercie S. Exc. M. José Vincente Ranjel. J'invite à présent S. Exc. M. le Président Hugo Chavez,<br />

président de la République du Venezuela, à s'adresser à la Conférence générale.<br />

21.1 Sr. CHÁVEZ FRÍAS, Presidente de la República de Venezuela:<br />

Señor Presidente de la Conferencia <strong>General</strong> de la <strong>UNESCO</strong>, señor Presidente del Consejo Ejecutivo,<br />

señor Director <strong>General</strong> de la Organización, embajadores, ministros, representantes del mundo entero, Marisabel,<br />

compatriotas venezolanos, amigos del mundo: Quien está aquí este mediodía de París, honrado por ustedes al<br />

darme esta tribuna de luchas y de búsquedas donde se habla y se lucha por la educación, la cultura, la ciencia y<br />

especialmente la paz; quien está aquí honrado este mediodía, una medianoche, una medianoche terrible hace ya<br />

casi una década, vistió su uniforme de combate, calzó su boina roja y agarró un frío fusil y le dio un beso a la<br />

mujer, dio la bendición a los hijos y salió a la oscuridad tremenda, terrible, junto con otros muchos jóvenes<br />

venezolanos. Era un lunes, era el 3 de febrero de 1992, en Caracas, cuna del Libertador y me piden ustedes que<br />

hable de la paz. Parecería una contradicción, pero yo estoy completamente seguro de que en esta audiencia, los<br />

que aquí representan a las naciones del mundo que buscan la justicia saben que allí no hay una contradicción<br />

como tampoco la hubo cuando Jesús tomó un látigo e irrumpió en un templo y sacó a latigazos a unos<br />

mercaderes que habían hollado el templo sagrado de su Padre, nuestro Padre.<br />

21.2 Como tampoco hubo contradicción cuando Bolívar, cuya obra y visión han sido recogidas de manera<br />

magistral por este eminente profesor venezolano y del mundo, Kaldone Nweiheid, en su libro: “Bolívar y el<br />

Tercer Mundo”, aquel hombre, como muchos otros, dirigió una guerra terrible de más de una década en<br />

Sudamérica para luchar contra el imperio de entonces, que tenía más de 300 años dominando aquellas nuestras<br />

tierras. Llegando incluso a decretar, en un año terrible de aquella guerra, de aquella revolución, el año 1813, la<br />

guerra a muerte. Parecerían contradicciones, pero realmente no las hay.<br />

21.3 Yo vengo de un país, ya lo decía nuestro buen amigo Federico Mayor Zaragoza, un país lleno de<br />

riquezas, bendecido por la naturaleza; pero como estuve tratando de explicarle, entre otros, al Emperador Akyito,<br />

cuando me preguntó, hace una semana, en Tokio: “¿Por qué hay tanta pobreza en Venezuela?”, yo le dije:<br />

“Majestad, qué difícil es responder a esa pregunta, porque es como si hiciéramos una operación matemática y<br />

colocáramos algunas cifras en un pizarrón, por ejemplo 200 + 500 + 600 = – 3.000.” Es difícil explicar un<br />

resultado así con una suma positiva. Petróleo, oro, hierro, bauxita, un mar inmenso, inmensos ríos, tierra fértil.<br />

Resultado en Venezuela, ahora mismo: 80% de pobreza, 20% de desempleo, 50% de los niños fuera de la escuela<br />

y de los jóvenes marginados por todas partes; y es un país que lleva casi un siglo explotando petróleo y<br />

exportándolo, además de las riquezas que ya mencioné.<br />

21.4 Desde allá venimos y venimos de ese Tercer Mundo nuestro. Yo acabo de verlo en este camino de<br />

aprendizaje por el que andamos transitando. Con este encuentro de hoy terminamos una gira, mañana volaremos<br />

a Venezuela después de 20 días. Estuvimos recorriendo Asia, Shanghai, Pekín, Hong Kong, Seúl, Malasia, Kuala<br />

Lumpur y otras ciudades más de ese gran continente asiático, de paso por Bombay, donde se quedó nuestro avión<br />

porque una rueda no quiso salir y se quedó allá. Y hemos visto en Africa, en el Caribe, en toda la América<br />

Latina, desde México hasta Buenos Aires pasando por La Habana, San Salvador, Guatemala, Quetzaltenango,<br />

Caracas, Maracaibo, Río de Janeiro, Lima, La Paz, hemos visto niños abandonados por las calles, hemos visto<br />

millones de personas viviendo en casas de lata y cartón, sin salud, sin educación, sin los derechos humanos<br />

fundamentales y hemos visto, pongo el ejemplo de mi país en primer lugar, que mientras existen millones de<br />

seres humanos en esa situación terrible, hay también cúpulas enriquecidas al amparo del poder.<br />

21.5 Hablando de democracia, mi país es ejemplo de lo que no debe ser una democracia. Hablando de<br />

democracia y de derechos humanos, se han enriquecido unas cúpulas inmorales mientras un pueblo se parte en<br />

pedazos. Sabemos todos los que aquí estamos, estoy completamente seguro, se respira en el ambiente, se ve en<br />

los rostros y en los ojos de ustedes, y lo dice la Biblia en alguna de sus partes, y lo dice la sabiduría de la historia,<br />

ese libro sagrado que es la historia, que mientras no haya justicia no habrá paz en el mundo.<br />

21.6 Comenzando nuestro gobierno en Venezuela hace poco menos de nueve meses, nos topamos con uno de<br />

los problemas que hay en nuestros mundos: los pobres invadiendo territorios en manos del Estado o en manos<br />

privadas, invadiendo terrenos y, generalmente, lo que se estila en esos casos es el empleo de la fuerza pública<br />

contra los invasores.<br />

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