UNESCO. General Conference; 30th; Records ... - unesdoc - Unesco

13.1 Sr. DE SOLA (Venezuela):
Señora Presidenta: Cuando en el seno del Comité Jurídico se discutió la propuesta de Nueva Zelandia y
la enmienda propuesta por el Canadá, sus miembros eran conscientes, como bien dice el informe del Comité
Jurídico, de que la cuestión de fondo, dado su carácter político, no podía decidirse en el Comité Jurídico. Sin
embargo, considerando la importancia de la cuestión y siguiendo una tradición que hemos mantenido siempre en
el Comité Jurídico, el representante de Venezuela adelantó cuál iba a ser su posición en la sesión plenaria con
respecto a las propuestas en discusión.
13.2 En este sentido, venimos hoy a ratificar nuestra posición, que se resume en el principio de mantener los
seis años actualmente previstos en la Constitución de la UNESCO. Consideramos que en una organización como
la UNESCO, de gran complejidad y que trabaja con programas a largo plazo, la continuidad es un elemento muy
importante para la eficacia en la ejecución de los programas. Pensamos, por lo tanto, que un Director General
debe tener la posibilidad de desarrollar sus métodos de trabajo durante por lo menos seis años.
13.3 El primer año de un nuevo Director General es siempre un año de tanteo, un año para conocer la
complejidad de la Organización, saber cómo manejar los distintos instrumentos que le ofrecen la Constitución y
los reglamentos de la UNESCO. En este sentido, cabe considerar que la efectividad de su función se reduce a
sólo cinco años. Por otra parte, entendemos que no debe considerarse la función del Director General
exclusivamente en el seno de la Organización: el Director General tiene que desplazarse a distintos países, y ésta
es una labor importante que lleva a cabo, a veces para evaluar "in situ" alguna situación que requiere la ayuda o
la asistencia inmediata de la UNESCO, y en otros casos para conocer más de cerca la situación, el desarrollo de
determinados países o la verdadera idiosincrasia de su gente. Algo sé por experiencia propia. Cuando fui
Delegado Permanente de mi país, y era Director General de la UNESCO aquella respetable y luminosa persona
que fue René Maheu, insistí mucho para que aceptara la invitación de mi Gobierno de visitar Venezuela. Quiero
decir, basándome en mi propia experiencia, que, después del viaje de Maheu a Venezuela, las relaciones se
facilitaron de forma extraordinaria, porque no es lo mismo conocer un país de forma teórica que haber tratado
con su gente, conocer directamente la verdadera situación de su desarrollo desde el punto de vista cultural,
educacional y científico.
13.4 Por otra parte, hay que tener en cuenta que la modificación de la Constitución entraría inmediatamente
en vigor, como señala el informe del Comité Jurídico, lo que por lo demás es una cuestión indiscutible desde el
punto de vista del derecho. Y éste es precisamente otro de los factores por los cuales no consideramos oportuna
esta reforma en el momento en que va a producirse el nombramiento de un nuevo Director General. Todos los
candidatos que decidieron optar al cargo de Director General tuvieron en cuenta un texto que les otorgaba un
mandato de seis años. No nos parece oportuno que de manera abrupta se recorte en dos años la duración del
mandato de un nuevo Director General, que ha sido ya propuesto por el Consejo Ejecutivo, con respecto a lo que
estaba en su pensamiento al presentar su candidatura al cargo.
13.5 Por todas estas razones, y respetando la opinión de los demás delegados, pedimos apoyo a nuestra
posición. Muchas gracias.
(13.1) M. DE SOLA (Venezuela) (traduit de l'espagnol) :
Madame la Présidente, lorsque la proposition de la Nouvelle-Zélande et l'amendement du Canada ont été
examinés par le Comité juridique, ses membres savaient bien, comme indiqué dans leur rapport, que le Comité
juridique ne pouvait pas statuer sur la question de fond, vu son caractère politique. Toutefois, étant donné
l'importance de la question et conformément à une tradition que nous avons toujours suivie au sein du Comité
juridique, le représentant du Venezuela a indiqué quelle serait sa position en séance plénière sur les propositions à
l'examen.
(13.2) Nous venons aujourd'hui confirmer notre position qui se résume au principe du maintien des six ans
actuellement prévus dans l'Acte constitutif de l'UNESCO. Nous estimons que dans une organisation comme
l'UNESCO, extrêmement complexe et dont les programmes s'inscrivent dans le long terme, la continuité est un
élément très important pour l'efficacité de l'exécution. Nous pensons donc qu'un directeur général doit avoir la
possibilité d'appliquer ses méthodes de travail pendant au moins six ans.
(13.3) La première année du mandat d'un nouveau directeur général est toujours une année de tâtonnement, une
année qui permet de se familiariser avec la complexité de l'Organisation et d'apprendre à utiliser les différents
instruments que prévoient l'Acte constitutif et les règlements de l'UNESCO. C'est pourquoi il faut considérer que
l'action effective est réduite à cinq ans seulement. Par ailleurs, dans notre esprit, il ne faut pas considérer que les
fonctions du Directeur général s'exercent exclusivement à l'intérieur de l'Organisation : le Directeur général doit se
déplacer dans plusieurs pays et cette activité a son importance, ayant parfois pour but d'évaluer "in situ" une
situation qui exige l'aide ou l'assistance immédiate de l'UNESCO, ou encore d'observer de plus près l'état ou le
développement de tel ou tel pays ou les particularités propres à sa population. J'en ai fait moi-même l'expérience.
Quand j'étais délégué permanent de mon pays et que le Directeur général de l'UNESCO était alors René Maheu
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