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UNESCO. General Conference; 30th; Records ... - unesdoc - Unesco

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<strong>UNESCO</strong>, y nos disponemos en el año 2000 a enriquecerlo en el marco de nuestras Escuelas de Excelencia. En<br />

éstas se conjugarán armoniosamente –con las innovaciones de estrategias didácticas y el fortalecimiento<br />

curricular de la “escuela líder”- la ampliación de la jornada escolar; la oferta de un currículo enriquecido con la<br />

incorporación del cultivo de las artes plásticas, musicales e industriales, la educación física y la formación en<br />

valores; la enseñanza de una segunda lengua que ya hoy se imparte al 50% de nuestros estudiantes; la<br />

organización participativa y crítica de los padres y madres de familia como primeros responsables de la<br />

educación de sus hijos y la incorporación protagónica de las comunidades en la rectoría del quehacer educativo.<br />

40.8 Porque creemos en la educación como pilar insustituible del desarrollo genuino e integral de nuestro<br />

pueblo, el Gobierno de la República ha decretado oficialmente que la formación en valores y la cultura de paz<br />

deben ser actividades educativas prioritarias, ejes transversales del currículo y vivencias cotidianas en el aula. No<br />

basta, bien lo sabemos, con que de la escuela surjan ciudadanos que, para marchar airosos en su aventura por los<br />

inciertos senderos del nuevo siglo, carguen en su mochila amplios y profundos conocimientos científicos,<br />

tecnológicos, artísticos y humanísticos; esto es necesario pero, sin duda, no es suficiente. Más que ello, es preciso<br />

que la educación forje hombres y mujeres íntegros en cuyo espíritu bullan los principios de solidaridad, de<br />

compromiso con la paz y la justicia, con la democracia irrestricta, con la libertad y con los valores humanos<br />

supremos.<br />

40.9 Con el curso escolar que se inicia en febrero de 2000, Costa Rica avanzará en el ámbito de la formación<br />

en valores en todas las escuelas y colegios, con capacitación de maestros y profesores y con un eco fuerte,<br />

continuo e inédito en los medios de comunicación colectiva: la prensa, la radio y la televisión, gracias al apoyo<br />

generoso de la empresa privada nacional. En este esfuerzo emplearemos la excelente “Colección de Cultura de<br />

Paz”, constituida por casetes radiofónicos y libros de cuentos, historietas y cuadernos de actividades<br />

brillantemente preparados por la <strong>UNESCO</strong> y Radio Nederland. Para ello, el Gobierno de la República se<br />

propone obtener recursos económicos adicionales que le permitan multiplicarlos y distribuirlos en todas las<br />

escuelas del país.<br />

40.10 Costa Rica, ofrece orgullosamente al mundo sus importantes logros en educación como producto de un<br />

sacrificio y un esfuerzo ingentes sostenidos a lo largo de más de un siglo. Las metas alcanzadas no han sido fruto<br />

de casualidad o de donación gratuita y ajena, sino que son producto de la decisión y del trabajo incesante de un<br />

pueblo económicamente muy pobre que, desde su surgimiento como Estado, estableció la educación como su<br />

prioridad fundamental y le dedicó históricamente la mayoría de sus exiguos recursos económicos, con expreso e<br />

intencional abandono de otras área –innecesarias cuando no obstaculizantes del desarrollo pleno de la persona<br />

humana– y a los que quizá otros han entregado con derroche sus riquezas. Pero Costa Rica, pese a sus logros,<br />

enfrenta aún inmensas limitaciones y escalofriantes desafíos educativos, que son claramente superiores a nuestras<br />

capacidades nacionales y que vamos, sin embargo, a enfrentar con la misma decisión y valentía con que lo<br />

hicieron nuestros abuelos y para lo que solicitamos con respetuosa vehemencia el apoyo y la solidaridad<br />

internacionales en las que esperamos confiados, pues estamos seguros de que nuestros logros –fruto de nuestro<br />

sacrificio y de nuestra vocación centenaria por la educación, por la paz y la libertad– no habrán de transformarse<br />

en trágico y paradójico espejismo para una comunidad mundial que, confundida por ello, nos limite o nos niegue<br />

su ayuda, castigando sin desearlo ni proponérselo, la decisión y el trabajo de más de un siglo de democracia, de<br />

paz y de esfuerzo educativo del pueblo costarricense.<br />

40.11 Hoy, en mi patria, la acción gubernamental permanente pugna día a día por romper los anillos de<br />

inequidad que amenazan a cientos de niños y jóvenes, que limitan su incorporación efectiva al sistema educativo,<br />

que debilitan angustiosamente su probabilidad de permanencia y que reducen sensiblemente sus posibilidades<br />

reales de éxito. Hoy, miles de esos estudiantes que no tienen recursos para adquirir sus cuadernos, sus libros y<br />

sus uniformes escolares, que necesitan que se les brinde la alimentación básica que sus hogares no pueden<br />

ofrecerles o que requieren el transporte gratuito que les permita trasladarse y asistir al colegio más cercano,<br />

encuentren atenuada –aunque no enteramente resuelta- su angustia en el amparo económico que mi pueblo ha<br />

dispuesto para ello, restándolo sabiamente de lo que habría sido un esfuerzo vano, torpe e inútil en militares y<br />

armas de guerra.<br />

40.12 Sin embargo, aún persiste una importante brecha de calidad entre la escuela rural y la urbana, aún nos<br />

angustia la carencia de aulas, es urgente fortalecer la acción compensatoria para los jóvenes y niños de las<br />

escuelas urbanas marginales y es inaplazable subsanar el preocupante bache de cobertura en la escuela<br />

secundaria, así como los índices de deserción y de repetición que nos dejó la década de 1980 y que aún no hemos<br />

podido superar.<br />

40.13 A estos retos, se agrega hoy la urgencia inesperada de atender las necesidades de educación de la<br />

avalancha incontenible de inmigrantes centroamericanos que huyen de las inclemencias de los desastres<br />

naturales, de los conflictos políticos sangrientos o de la miseria que abruma a sus pueblos. Costa Rica, señor<br />

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