04.06.2013 Views

A. La corte de Alfonso VIII - Gonzalo de Berceo

A. La corte de Alfonso VIII - Gonzalo de Berceo

A. La corte de Alfonso VIII - Gonzalo de Berceo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

compañero, como si <strong>de</strong> una buena noticia se tratase. Es <strong>de</strong>cir, en vez <strong>de</strong> mostrarse airado,<br />

el Cid<br />

elige el comportamiento mesurado que consiste en controlar sus sentimientos.<br />

Sin embargo, la reacción ante el <strong>de</strong>stierro y los malos agüeros que lo acompañan no es el<br />

punto culminante <strong>de</strong> la mesura <strong>de</strong>l Cid. El cénit <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>ratio <strong>de</strong> Rodrigo ocurre en el tercer<br />

cantar, cuando el héroe recibe la noticia <strong>de</strong> que los Infantes <strong>de</strong> Carrión han golpeado<br />

salvajemente a sus dos hijas y luego las han abandonado. Se trata <strong>de</strong> un momento <strong>de</strong> gravísimo<br />

suspense, que ha sido preparado cuidadosamente por el autor. Anteriormente,<br />

el poeta ha<br />

presentado al Cid como un hombre qu e ama tiernamente a sus hijas.<br />

Esto se pue<strong>de</strong> observar, por<br />

ejemplo, en la escena <strong>de</strong>l cantar primero en que el Cid se <strong>de</strong>spi<strong>de</strong> <strong>de</strong> doña Ximena y las niñas:<br />

El Cid a doña Xim ena ívala abraçar,<br />

doña Ximena al C id<br />

la mano·l' va besar,<br />

llorando <strong>de</strong> los ojos, que non sabe qué se far,<br />

e él a las niñas tornólas a catar:<br />

"A Dios vos acomiendo, fijas, e al Padre spirital,<br />

agora nos partimos, Dios sabe el ayuntar."<br />

Llorando <strong>de</strong> los o jos, que non viestes atal,<br />

así·s' parten unos d'otros commo la uña <strong>de</strong> la carne. (368-75)<br />

Igualmente cargada <strong>de</strong> emoción ha sido la escena <strong>de</strong> la afrenta <strong>de</strong> Corpes. En ella, el poeta ha<br />

repetido tres veces, con poquísimos versos <strong>de</strong> intervalo, que los Infantes <strong>de</strong>jaron por muertas a<br />

sus mujeres, las hijas <strong>de</strong>l Cid:<br />

Ya non pue<strong>de</strong>n fablar don Elvira e doña Sol,<br />

por muertas las <strong>de</strong>xaron en el robredo <strong>de</strong> Corpes. (2747-48)<br />

Por muertas las <strong>de</strong>xaron, sabed, que non por bivas. (2752)<br />

en el robredo <strong>de</strong> Corpes por muertas las <strong>de</strong>xaron<br />

que el una al otra no·l' torna recabdo. (2755-56)<br />

En esa misma escena, la propia voz autorial ha irrumpido<br />

dos veces para expresar su intenso<br />

<strong>de</strong>seo <strong>de</strong> que el Cid aparezca para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r a sus hijas:<br />

¡Cuál ventura serié ésta, sí ploguiese al Criador,<br />

que assomasse essora el Cid Campeador! (2741-42)

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!