04.06.2013 Views

A. La corte de Alfonso VIII - Gonzalo de Berceo

A. La corte de Alfonso VIII - Gonzalo de Berceo

A. La corte de Alfonso VIII - Gonzalo de Berceo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

en los hombres <strong>de</strong>l Cid <strong>de</strong>be <strong>de</strong> ser tan efectivo como anteriormente. A<strong>de</strong>más, esta vez se nos<br />

muestra a don Jerónimo en batalla, y tenemos ocasión <strong>de</strong> comprobar que es tan valeroso como<br />

hábil con las armas: mata a siete moros ("dos mató con la lança e cinco<br />

con el espada") y aguanta<br />

la embestida d el grueso <strong>de</strong>l ejército. Gracias a este comportamiento, y a la ulterior carga <strong>de</strong>l Cid<br />

y sus hombres, la batalla se gana fácilmente.<br />

Menos aparente es la utilidad que pue<strong>de</strong> tener para el Cid el hecho <strong>de</strong> que don Jerónimo<br />

sea "bien entendido <strong>de</strong> letras". Sin duda, la mención <strong>de</strong> esta cualidad juntamente con la <strong>de</strong> ser un<br />

gran guerrero convierte la <strong>de</strong>scripción en un ejemplo <strong>de</strong>l tópico<br />

fortitudo et sapientia. No<br />

obstante, el hecho <strong>de</strong> que estas dos virtu<strong>de</strong>s sean tópicas no quiere <strong>de</strong>cir que el poeta las usara<br />

mecánica y ociosamente. <strong>La</strong> sapientia <strong>de</strong> don Jerónimo le es útil al Cid en cuanto que el héroe<br />

refleja ciertos aspectos <strong>de</strong> <strong>Alfonso</strong> <strong>VIII</strong>. En efecto, la <strong>corte</strong>sía que <strong>Alfonso</strong> <strong>VIII</strong> y sus consejeros<br />

trataron <strong>de</strong> promover se caracterizaba por enfatizar<br />

la sapientia, porque una clase compuesta <strong>de</strong><br />

letrados a<strong>de</strong>ptos al rey resultaba muy<br />

útil para reforzar la monarquía. Sin lugar a dudas, esta<br />

razón también influye para motivar al autor <strong>de</strong> la obra a <strong>de</strong>scribir la largueza <strong>de</strong> Rodrigo para<br />

con don Jerónimo: su sapientia es tan útil como su fortitudo, y, por tanto, es conveniente<br />

recompensarla.<br />

la visita <strong>de</strong> un ángel (la única intervención directa<br />

<strong>de</strong> la divinidad en el poema) al salir<br />

<strong>de</strong>sterrado:<br />

Por último, el Cid también recompensa a don Jerónimo para agra<strong>de</strong>cerle a Dios los<br />

favores recibidos en las afortunadas campañas anteriores. No <strong>de</strong>bemos olvidar que el Cid recibe<br />

Y se echava mio Ci d <strong>de</strong>spués que cenado fue,<br />

un sueño·l' priso dulce, tan bien se adurmió;<br />

el ángel Gabriel a él vino en sueño:<br />

"¡Cavalgad, Cid, el buen Campeador,<br />

ca nuncua en tan buen punto cavalgó varón!<br />

Mientra que visquiére<strong>de</strong>s, bien se fará lo to".<br />

Cuando <strong>de</strong>spertó el Cid, la cara se santigó,<br />

sinava la cara, a Dios se acomendó.<br />

Mucho era pagado <strong>de</strong>l sueño que soñado á. (404-11)<br />

Continuando el juego <strong>de</strong> palabras usado posteriormente por el propio poeta cidiano (803-09),<br />

po<strong>de</strong>mos enten<strong>de</strong>r que el Cid está satisfecho ("pagado") <strong>de</strong>l sueño, pero también que ha recibido

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!