04.06.2013 Views

A. La corte de Alfonso VIII - Gonzalo de Berceo

A. La corte de Alfonso VIII - Gonzalo de Berceo

A. La corte de Alfonso VIII - Gonzalo de Berceo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

IV. C. 6-. Liberalidad: la importancia <strong>de</strong>l regalo.<br />

<strong>La</strong> largueza, otro <strong>de</strong> los componentes <strong>de</strong> la <strong>corte</strong>sía fomentada por la <strong>corte</strong> <strong>de</strong> <strong>Alfonso</strong><br />

<strong>VIII</strong>, se encuentra muy bien representada en el Poema <strong>de</strong> mio Cid. En<br />

la obra se prometen, dan y<br />

reciben regalos constantemente. Sin lugar a dudas, este comportamiento se pue<strong>de</strong> analizar <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

un punto <strong>de</strong> vista antropológico, como el que proponen Duby (The Early), Michael Harney, o<br />

Mauss. En un sentido <strong>de</strong>terminado, la generosidad parece formar<br />

parte <strong>de</strong> cualquier sistema<br />

político medieval, incluido el que retrata o propone el Poema <strong>de</strong> mio Cid.<br />

Esto implica que en<br />

esta obra, como en otras, la generosidad siempre está imbuida <strong>de</strong> un sentido práctico, similar,<br />

por<br />

otra parte, al que ostentan la mesura y la belleza, por ejemplo.<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ser parte <strong>de</strong>l sistema político, la liberalidad también es una <strong>de</strong> las virtu<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l<br />

hombre cortés. El Poema <strong>de</strong> mio Cid acepta este mo<strong>de</strong>lo, ya que los personajes admirables <strong>de</strong> la<br />

obra se muestran siempre<br />

muy generosos. En primer lugar, el Cid promete y distribuye dones<br />

constantemente. Los principales beneficiarios son sus vasallos, puesto<br />

que es su obligación <strong>de</strong><br />

señor feudal mantenerlos. Uno <strong>de</strong> ellos es el abnegado Minaya<br />

Albar Fáñez, a quien el Cid<br />

ofrece toda su quinta parte <strong>de</strong>l botín e n una ocasión:<br />

"Esso con esto sea ayuntado;<br />

dóvos<br />

la quinta, si la quisiére<strong>de</strong>s, Minaya". (491-92)<br />

Los ejemplos son abundantísimos, hallándose por todas partes<br />

en la obra. Sin embargo, unas<br />

pocas líneas bastan para hacer enten<strong>de</strong>r la importancia y el sentido<br />

<strong>de</strong> la generosidad <strong>de</strong>l Cid<br />

para con sus h ombres. En primer lugar, conviene <strong>de</strong>stacar que el Cid mantiene a sus hombres en<br />

el <strong>de</strong>stierro precisamente<br />

con la promesa <strong>de</strong> futuras larguezas:<br />

"Oíd, varones, non vos caya en pesar,<br />

poco aver trayo, darvos quiero vuestra part". (313-14)<br />

De hecho, estas promesas le permiten reclutar nuevos hombres, oriundos no sólo <strong>de</strong><br />

sino <strong>de</strong> toda la Península:<br />

Por Aragón e por Navarra pregón mandó echar,<br />

a tierras <strong>de</strong> Castiella enbió sus mensajes:<br />

quien quiere per<strong>de</strong>r cueta e venir a ritad,<br />

viniesse a mio Cid, que á sabor <strong>de</strong> cavalgar,<br />

cercar quiere Valencia por a cristianos la<br />

dar. (1187-91)<br />

Castilla,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!