Libro IV Congreso Internacional 2014

Rojas, Vega & Villegas, 2008 citado en Gestión por competencias, 2008), para lograr ser
más competitiva, eficaz y eficiente dentro del rubro restaurantero de Culiacán.
De tal manera, la presente investigación nos lleva a desarrollar ¿Cómo contribuye la
gestión por competencias a elevar la productividad de una microempresa del sector
restaurantero en Culiacán?
REVISIÓN LITERARIA
Ante la importancia que alcanza la gestión del capital humano en la actualidad, numerosas
organizaciones han manifestado su interés por implementar un modelo que conlleve a
aumentar su productividad y rentabilidad para ser más competitivas. En esta cuestión, es de
resaltar la aportación de Porter (2009) el cual hace hincapié de que la verdadera
competitividad se mide por la productividad. Lo que lleva a visualizar a la Gestión por
Competencias como una alternativa para mejorar el rendimiento de los individuos y de la
organización.
Según Dina Pyron, directora global de Capital Humano de Ernst & Young (Gascón, 2013),
basta con gestionar durante 5 años una política de talento en la empresa para incrementar su
productividad 20.5 %.De acuerdo con los estudios realizados por Burke & Day (1986 en
Palomo, 2008) demuestran que la formación basada en competencias incrementa la
productividad entre un 29% y un 32%, al ser una estrategia eficaz para integrar los procesos
de la estrategia empresarial con las capacidades, conocimientos y cualidades del capital
humano que hay que poner en juego para desempeñar cada puesto de trabajo (Sotomayor,
2009).
Como ejemplo de caso de éxito, resalta el trabajo “Gestión por competencias y
productividad laboral en empresas del sector confección de calzado de lima metropolitana”
realizado por el Dr. Pedro Leonardo Tito (2012) a micro empresas de ese sector. En él se
demuestra que sí es factible implementar este tipo la gestión por competencias para mejorar
los niveles de productividad laboral en una microempresa. De igual forma, se encuentran
consistencias con los hallazgos de Gallardo (2011), Calderón (2010) y Romero (2009),
quienes encontraron impactos favorables del capital humano sobre la eficiencia asignativa
de los directivos, de asignar eficientemente los recursos.
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