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Macroeconomia. 7Ed. Parkin, 2007

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140 CAPÍTULO 6 S EGUIMIENTO DE LOS CICLOS, EMPLEOS Y NIVEL DE PRECIOS<br />

muestra este aumento. Entre 1963 y 2003, la tasa de<br />

participación de la fuerza laboral femenina aumentó<br />

del 38 por ciento al 60 por ciento. Jornadas laborales<br />

más cortas, una mayor productividad y un énfasis creciente<br />

en empleos de cuello blanco, han ampliado las<br />

oportunidades y salarios a la disposición de las mujeres.<br />

Al mismo tiempo, el progreso tecnológico ha aumentado<br />

la productividad en el hogar. Esto ha liberado una parte<br />

del tiempo de las mujeres que tradicionalmente trabajaban<br />

en el hogar, y les permite tomar empleos fuera de<br />

su casa. La figura 6.6 muestra un fenómeno similar<br />

(aunque a menor escala) que se ha presentado en<br />

América Latina en las últimas décadas. Efectivamente,<br />

entre 1980 y 2005 la tasa de actividad productiva de<br />

la mujer en la fuerza laboral de América Latina ha<br />

aumentado del 20.4 por ciento al 31.8 por ciento.<br />

Más aún, se está presentando una creciente inserción<br />

laboral de la mujer: en el año 1990 la tasa de participación<br />

era del 42.9 por ciento; en cambio en el 2002 esa<br />

tasa ascendía ya a 51.9 por ciento.<br />

Por otra parte, la figura 6.5 muestra también otra<br />

tendencia notable de la fuerza laboral de Estados Unidos:<br />

tanto la tasa de participación como la tasa de ocupación<br />

de los hombres ha disminuido. Entre 1963 y 2003,<br />

Porcentaje de la población en edad de trabajar<br />

FIGURA 6.5<br />

100<br />

80<br />

60<br />

40<br />

20<br />

Tasa de ocupación<br />

El cambiante rostro<br />

del mercado laboral<br />

Tasa de participación<br />

en la fuerza laboral<br />

Tasa de participación<br />

en la fuerza laboral<br />

Año<br />

Hombres<br />

Mujeres<br />

Tasa de ocupación<br />

1963 1973 1983 1993<br />

2003<br />

Las tendencias ascendentes de la tasa de participación<br />

de la fuerza laboral y de la tasa de ocupación se explican<br />

principalmente por la creciente participación de la mujer<br />

en el mercado laboral. La tasa de participación de la fuerza<br />

laboral y la tasa de ocupación masculina han disminuido.<br />

Fuente: Bureau of Labor Statistics (Oficina de Estadísticas Laborales).<br />

la tasa de participación de la fuerza laboral masculina<br />

en Estados Unidos disminuyó del 81 por ciento al<br />

74 por ciento. Esta tasa ha disminuido porque un<br />

creciente número de hombres se queda más tiempo en<br />

la escuela y algunos más se retiran en forma anticipada.<br />

Como se observa en la figura 6.6, este fenómeno no<br />

se ha presentado aún en América Latina. De hecho,<br />

la tasa de participación masculina en la fuerza laboral<br />

en América Latina se ha mantenido notablemente<br />

estable en los últimos años.<br />

Horas de trabajo agregadas<br />

Los tres indicadores del mercado laboral que acabamos<br />

de examinar, son señales útiles de la fortaleza de la<br />

economía y miden directamente lo que le importa a<br />

la mayoría de la gente: los empleos. Pero estos tres<br />

indicadores no dicen cuál es la cantidad de trabajo<br />

usado para producir el PIB real y por ello no se pueden<br />

usar para calcular la productividad del trabajo.<br />

La productividad del trabajo es importante porque<br />

influye en los salarios que gana la gente.<br />

La razón por la que el número de personas empleadas<br />

no mide la cantidad de trabajo empleado es que no<br />

todos los empleos son iguales. La gente con empleos de<br />

tiempo parcial quizás trabaja sólo unas pocas horas a la<br />

semana. La gente con empleos de tiempo completo trabaja<br />

alrededor de 35 a 40 horas a la semana. Y algunas<br />

personas trabajan tiempo extra en forma regular.<br />

Por ejemplo, una tienda que abre de 7 de la mañana a<br />

11 de la noche podría contratar a seis estudiantes para<br />

trabajar tres horas diarias cada uno. Otra tienda con el<br />

mismo horario podría contratar a dos trabajadores de<br />

tiempo completo que trabajen nueve horas diarias cada<br />

uno. El número de personas empleadas en esas dos<br />

tiendas es ocho, pero el total de horas trabajadas por<br />

seis de las ocho personas es el mismo que las horas<br />

trabajadas por las otras dos. Para determinar la cantidad<br />

total de trabajo empleado para producir el PIB real, se<br />

mide el trabajo en horas en vez de empleos. Las horas<br />

de trabajo agregadas son el número total de horas<br />

trabajadas por todas las personas empleadas, tanto<br />

de tiempo completo como parcial, durante un año.<br />

La figura 6.7(a) muestra las horas de trabajo<br />

agregadas en la economía de Estados Unidos de 1963 a<br />

2003. Al igual que la tasa de ocupación, las horas<br />

agregadas tienen una tendencia ascendente. Pero las<br />

horas de trabajo agregadas no han crecido tan rápidamente<br />

como el número de personas empleadas.<br />

Entre 1963 y 2003, el número de personas empleadas<br />

en la economía de Estados Unidos aumentó en un<br />

160 por ciento. Durante el mismo periodo, las horas<br />

de trabajo agregadas aumentaron un poco más del<br />

100 por ciento. ¿Por qué la diferencia? Porque las<br />

horas promedio por trabajador disminuyeron.

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