29.04.2018 Views

Macroeconomia. 7Ed. Parkin, 2007

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

LECTURA<br />

ENTRE<br />

ANÁLISIS<br />

DE POLÍTICA<br />

Déficit y ajustes en Argentina<br />

LÍNEAS<br />

Esencia de la historia<br />

416<br />

ISMAEL BERMÚDEZ, CLARÍN, 28 DE MAYO DE 2000<br />

¿Quién le pone otra letra al ajuste?<br />

El rojo de las cuentas públicas es la causa de<br />

un nuevo ajuste. El reiterado recurso no arrojó,<br />

hasta aquí, los resultados prometidos. Los<br />

economistas proponen otras recetas pero cada<br />

una carga con su riesgo.<br />

La Argentina va de ajuste en ajuste. Y, como<br />

si fuese un paciente desahuciado, las sucesivas<br />

dosis de recortes e impuestos no la<br />

reaniman. El déficit fiscal sigue vivo y reaparece<br />

cada tanto con más fuerza para recordar<br />

la esterilidad del esfuerzo anterior. En los<br />

primeros años de su gestión, el ex ministro<br />

de Economía Domingo Cavallo logró poner<br />

en caja el déficit fiscal con los extraordinarios<br />

recursos de las privatizaciones. Fue por<br />

lo pasajero de aquel remedio que, ya a mediados<br />

de 1994, el déficit fiscal había renacido<br />

con todos sus bríos.<br />

Cavallo intentó sin éxito bajar el rojo eliminando<br />

el salario familiar para el grueso de<br />

los trabajadores. Su tensa relación con el entonces<br />

presidente Carlos Menem lo alejó a<br />

las pocas semanas del Palacio de Hacienda.<br />

Justamente su sucesor, Roque Fernández, en<br />

1996 le endilgó, entre otras cosas, haberle<br />

dejado un “rojo” de 6 mil millones y prometió<br />

erradicarlo de cuajo. En esa línea debutó<br />

con un impuestazo y aplicó varios ajustes,<br />

además de seguir con las privatizaciones. En<br />

1998 dio otra vuelta de tuerca con una reforma<br />

impositiva que creó nuevos tributos, como<br />

a los activos o a los intereses. Todo eso<br />

no impidió que dejara el Palacio de Hacienda<br />

con un agujero fiscal que superaba los 7 mil<br />

millones de pesos. José Luis Machinea hizo<br />

aprobar en tiempo récord un presupuesto<br />

con un recorte por 1.400 millones y un impuestazo<br />

que debía rendirle al Estado otros<br />

2.500 millones. En apenas cuatro meses, la<br />

realidad se devoró el ajuste porque agravó<br />

la recesión, con lo que el Tesoro no pudo recaudar<br />

lo esperado. Entonces la realidad repitió<br />

su libreto de déficit fiscal desbordado y de<br />

la puesta en marcha de otro ajuste, un recurso<br />

que torna sombrío el ánimo social pues la<br />

gente guarda en su memoria más restricciones<br />

que beneficios cada vez que se puso en<br />

práctica. El déficit fiscal es sólo uno de los<br />

síntomas de la “enfermedad argentina”. A esto<br />

se suma un déficit externo de 15 mil millones<br />

anuales porque se importa más de lo<br />

que se exporta y por los pagos de intereses<br />

de la deuda externa. Además se exporta poco<br />

y el grueso son productos básicos (“commodities”).<br />

La deuda argentina equivale a<br />

más de cinco años de exportaciones anuales.<br />

La recesión está a punto de cumplir dos años.<br />

Por la caída de los precios internacionales,<br />

las devaluaciones en buena parte del planeta<br />

y los altos costos internos, la producción<br />

argentina no es competitiva. El 30 por ciento<br />

de la fuerza laboral tiene problemas de<br />

empleo porque está desocupado o subocupado<br />

y el empleo sigue cayendo. A su vez, el<br />

37 por ciento vive por debajo de la línea<br />

de pobreza.<br />

Aunque el vicepresidente Carlos “Chacho”<br />

Álvarez reclamó que el ajuste se realizara<br />

con anestesia, las medidas preparadas por<br />

Machinea tienen poco de indoloras. Las rebajas<br />

salariales, las cesantías de empleados públicos,<br />

los achiques en el presupuesto<br />

educativo y los recortes para los futuros jubilados<br />

son de las que se hacen sentir en el<br />

cuerpo social.<br />

El nuevo paquete de Economía se abre a<br />

muchas preguntas que por estos días se hacen<br />

los economistas. ¿Puede la Argentina vivir<br />

de ajuste en ajuste? ¿No sería más<br />

conveniente bajar los impuestos para que la<br />

economía se re active? De seguir ajustándose,<br />

¿en quiénes debería recaer el esfuerzo? ¿En<br />

los empleados o en las grandes empresas?<br />

¿El nuevo ajuste no sería más recesivo?<br />

Al margen de esta discusión sobre quiénes<br />

debe recaer el ajuste, subsiste el interrogante<br />

sobre sus resultados. Porque si se<br />

ajusta bajando sueldos y echando empleados<br />

públicos, además de la conflictividad social,<br />

también existe el peligro de que se acentúen<br />

la recesión y el desempleo y que, luego, el<br />

Estado recaude menos.<br />

■ En mayo de 2000, el<br />

gobierno argentino anunció<br />

un nuevo programa de<br />

ajuste fiscal. El programa<br />

incluyó, entre otras medidas,<br />

rebajas salariales y<br />

despidos de empleados<br />

públicos.<br />

■ Este programa de ajuste<br />

fiscal se suma a otros programas<br />

similares que se<br />

han venido aplicando en<br />

la economía argentina<br />

desde 1996 y, en especial,<br />

a partir de 1998.<br />

■ A pesar de los sucesivos<br />

ajustes fiscales, el déficit<br />

del gobierno sigue vivo<br />

y sólo logró reducirse en<br />

forma temporal gracias<br />

a los recursos de las privatizaciones<br />

de las empresas<br />

públicas.<br />

■ En años anteriores, el<br />

ajuste fiscal agravó la recesión,<br />

lo que impidió recaudar<br />

lo que se esperaba.<br />

■ Además del déficit fiscal,<br />

la economía argentina<br />

muestra algunos otros problemas:<br />

déficit en cuenta<br />

corriente, desempleo,<br />

pobreza, deuda externa<br />

elevada y falta de<br />

competitividad.<br />

■ En mayo de 2000, la<br />

recesión en Argentina ya<br />

llevaba dos años y algunos<br />

economistas se cuestionaban<br />

si las medidas adoptadas<br />

habían sido las<br />

correctas.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!