Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
380 CAPÍTULO 14 C ICLO ECONÓMICO<br />
1 Peter Temin, Did Monetary Forces Cause the Great Depression? (Nueva York:<br />
W. W. Norton, 1976).<br />
2 Milton Friedman y Anna J. Schwartz desarrollaron esta explicación en<br />
A Monetary History of the United States: 1867-1960, Princeton, N.J., Princeton<br />
University Press, 1963, capítulo 22.<br />
que había estado operando a toda capacidad apenas dos<br />
años atrás, ahora prácticamente no estaba construyendo<br />
ninguna casa ni departamento. Fue esta caída de la<br />
inversión, así como la caída del gasto de consumo en<br />
bienes duraderos, lo que condujo al desplazamiento<br />
inicial a la izquierda en la curva de demanda agregada<br />
de DA 29<br />
a DA 30<br />
en la figura 14.11.<br />
En esta etapa, lo que se convirtió en la Gran Depresión,<br />
no era peor de lo que habían sido muchas recesiones<br />
anteriores. Lo que distingue a la Gran Depresión<br />
de las recesiones anteriores son los acontecimientos<br />
que siguieron entre los años 1930 y 1933. Pero los<br />
economistas, aún hoy, no se han puesto de acuerdo<br />
en cómo interpretar esos acontecimientos. Un punto<br />
de vista, defendido por Peter Temin, 1 es que el gasto<br />
continuó cayendo por una amplia gama de razones,<br />
incluyendo que el pesimismo y la incertidumbre<br />
siguieron aumentando. Según la opinión de Temin,<br />
esta contracción continua resultó de un desplome del<br />
gasto, que fue independiente de la disminución de la<br />
oferta monetaria, que hizo que la curva de demanda<br />
de inversión se desplazara hacia la izquierda. Milton<br />
Friedman y Anna J. Schwartz han argumentado que<br />
la contracción continua se debió casi exclusivamente<br />
al posterior empeoramiento de las condiciones financieras<br />
y monetarias. 2 De acuerdo con Friedman y<br />
Schwartz, fue un recorte severo de la oferta monetaria<br />
lo que disminuyó la demanda agregada prolongando<br />
así la contracción y profundizando la depresión.<br />
Aunque hay desacuerdo acerca de las causas de la<br />
fase de contracción de la Gran Depresión, el desacuerdo<br />
no es sobre los elementos en acción, sino acerca del<br />
grado de importancia atribuido a cada uno. Todo el<br />
mundo está de acuerdo en que el creciente pesimismo y<br />
la incertidumbre redujeron la demanda de inversión,<br />
y todo el mundo está de acuerdo en que hubo una<br />
masiva contracción de la oferta monetaria real. Temin<br />
y sus seguidores asignan una importancia principal<br />
a la caída del gasto autónomo y una importancia secundaria<br />
a la caída de la oferta monetaria. Friedman y<br />
Schwartz y sus seguidores asignan una responsabilidad<br />
principal a la oferta monetaria y consideran a los otros<br />
factores como de importancia limitada.<br />
Ahora se verá la contracción de la demanda agregada<br />
un poco más de cerca. Entre los años 1930 y<br />
1933, la oferta monetaria nominal disminuyó en<br />
20 por ciento. Esta disminución de la oferta monetaria<br />
no fue directamente inducida por las acciones de la<br />
Fed. En realidad, la base monetaria (billetes en circulación<br />
y reservas bancarias) apenas cayó. Pero el<br />
componente de depósitos bancarios de la oferta<br />
monetaria sufrió un enorme colapso. Esto se debió<br />
principalmente a que un gran número de bancos quebraron.<br />
Antes de la Gran Depresión, los préstamos<br />
bancarios se expandieron, alimentados por los crecientes<br />
precios de las acciones y por el auge en las condiciones<br />
de los negocios. Pero después del desplome del<br />
mercado de valores, muchos prestatarios se vieron<br />
envueltos en una situación económica difícil. Ellos no<br />
podían pagar el interés de sus préstamos y no podían<br />
cumplir con los programas de amortización acordados.<br />
Además, los bancos tenían depósitos que excedían al<br />
valor real de los préstamos que habían otorgado.<br />
Cuando los depositantes retiraron sus fondos de los<br />
bancos, los bancos perdieron reservas. Muchos de<br />
ellos simplemente no pudieron cumplir las peticiones<br />
de retiro de los depositantes.<br />
Las quiebras bancarias se alimentaron a sí mismas<br />
y crearon quiebras adicionales. Las personas, ansiosas<br />
de protegerse al ver quebrar a los bancos, continuaron<br />
retirando su dinero. Éstos fueron los acontecimientos<br />
del año 1930. La cantidad de billetes y monedas en<br />
circulación aumentó y el volumen de los depósitos<br />
en los bancos disminuyó. Sin embargo, la acción de<br />
retirar el dinero de los bancos para proteger los ahorros<br />
acentuó el proceso de quiebras bancarias. Los bancos<br />
se encontraban cada vez más escasos de efectivo y eran<br />
incapaces de cumplir con sus obligaciones.<br />
¿Qué papel desempeñó el desplome del mercado<br />
de valores del año 1929 en la creación de la Gran<br />
Depresión? Ciertamente creó una atmósfera de miedo<br />
y pánico, y probablemente también contribuyó al aire<br />
general de incertidumbre que desalentó el gasto de<br />
inversión. También redujo la riqueza de los accionistas,<br />
alentándolos a recortar su gasto de consumo. Pero el<br />
efecto directo del desplome del mercado de valores<br />
sobre el consumo, aunque fue un factor que contribuyó<br />
a la Gran Depresión, no fue la causa principal de<br />
la caída de la demanda agregada. El declive de la<br />
demanda agregada en el año 1930 se debió más bien<br />
al desplome de la inversión que resultó de la creciente<br />
incertidumbre económica.<br />
El desplome del mercado de valores fue un<br />
pronóstico de una recesión severa. Reflejó las expectativas<br />
de los accionistas en lo que se refiere a las<br />
perspectivas de beneficios futuros. Al volverse pesimistas<br />
esas perspectivas, las personas vendieron sus acciones.<br />
Como había más vendedores que compradores, los<br />
precios de las acciones se cotizaron cada vez más bajos.<br />
Es decir, el comportamiento del mercado de valores<br />
fue una consecuencia de las expectativas acerca de la<br />
rentabilidad futura, y esas expectativas bajaban como<br />
resultado de una creciente incertidumbre.