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430 CAPÍTULO 16 P OLÍTICA MONETARIA<br />
Rezagos de la política y<br />
horizonte de pronóstico<br />
Los efectos de las acciones de política que se toman hoy,<br />
pueden extenderse durante los siguientes dos años o más.<br />
Pero el Banco Central no es capaz de hacer pronósticos<br />
en ese horizonte de tiempo. Su horizonte de pronósticos<br />
es inferior a un año. Además, el Banco Central no<br />
puede pronosticar el momento exacto ni la magnitud<br />
de los efectos de sus acciones de política. Así, las políticas<br />
de reacción que se toman con base en las condiciones<br />
actuales de la economía, pueden ser inapropiadas<br />
para un futuro incierto, cuando se sentirán los efectos<br />
de dichas medidas.<br />
Por ejemplo, suponga que hoy la economía está en<br />
recesión. El Banco Central reacciona con un recorte de<br />
la tasa de interés y un aumento de la cantidad de dinero.<br />
Poco tiempo después, la inversión y las compras de bienes<br />
de consumo duradero aumentan. Algún tiempo más<br />
tarde, este aumento del gasto aumentará el ingreso; a su<br />
vez, el ingreso más alto induce un gasto de consumo más<br />
elevado. Después, el gasto más elevado aumenta la demanda<br />
de trabajo y, al final, los salarios y los precios<br />
aumentan.<br />
De nueve meses a dos años más tarde, la demanda<br />
agregada responde a las acciones del Banco Central.<br />
Pero para el momento en el que las acciones del Banco<br />
Central estén teniendo su máximo efecto, la economía<br />
se ha movido a una situación nueva. Quizá una desaceleración<br />
económica mundial ha añadido un nuevo<br />
efecto negativo a la demanda agregada que podría estar<br />
contrarrestando las acciones expansionistas de del Banco<br />
Central. O quizá un aumento en la confianza de los<br />
negocios ha estimulado la inversión y aumentado aún<br />
más la demanda agregada, añadiéndose a la propia<br />
política expansionista del Banco Central.<br />
Cualquiera que sea la situación, el Banco Central puede<br />
tomar hoy las acciones apropiadas sólo si es capaz de<br />
pronosticar esos choques futuros en la demanda agregada.<br />
Para suavizar las fluctuaciones de la demanda agregada, el<br />
Banco Central necesita tomar acciones que estén basadas<br />
en un pronóstico confiable de lo que ocurrirá durante<br />
un periodo que se extiende dos o más años en el futuro.<br />
Si el Banco Central elabora buenos pronósticos y basa en<br />
ellos sus acciones de política, entonces puede producir una<br />
suavización de la demanda agregada como la que se ilustra<br />
en la figura 16.4. Pero si el Banco Central toma acciones<br />
de política que se basan en la economía de hoy, o en<br />
pronósticos no creíbles que solamente predicen la situación<br />
de la economía dentro de un año, entonces esas<br />
acciones con frecuencia serán inapropiadas.<br />
Algunos economistas que defienden las reglas fijas<br />
consideran que las propias reacciones del Banco Central<br />
frente a la situación actual de la economía son una de<br />
las principales causas de las fluctuaciones de la demanda<br />
agregada y un factor importante que las personas tienen<br />
que pronosticar para realizar sus propias elecciones<br />
económicas.<br />
En años recientes, la Reserva Federal de Estados<br />
Unidos ha tratado de evitar los problemas antes descritos.<br />
En el año 1994, aumentó poco a poco las tasas de interés<br />
al principio de la expansión. En el año 1995, después de<br />
que disminuyó el crecimiento del PIB real, pero antes<br />
de que hubiera señales en el horizonte de una recesión,<br />
la Reserva Federal empezó a recortar las tasas de interés.<br />
En el año 1997, antes de que la inflación virara seriamente<br />
hacia arriba, la Reserva Federal apretó el freno<br />
monetario. Y en el año 1998, cuando la economía de<br />
Estados Unidos se expandía fuertemente, la Reserva<br />
Federal recortó las tasas de interés para evitar los<br />
efectos de la recesión de Asia.<br />
Pero en el año 2001, Estados Unidos afrontaba<br />
la recesión que empezó en el mes de marzo de ese año,<br />
y la Reserva Federal recortó las tasas de interés demasiado<br />
tarde. Hubiera sido necesario empezar a recortar las<br />
tasas a principio del año para que esta acción hubiera<br />
sido efectiva.<br />
En el caso de Chile, preocupado por las diferentes<br />
proyecciones sobre el comportamiento futuro tanto del<br />
PIB como de la inflación, el Banco Central ha decidido<br />
no instrumentar una política monetaria de tasa fija sino<br />
buscar una regla de reacción de la política monetaria,<br />
y esta ecuación forma parte de las mismas proyecciones<br />
del PIB y la inflación. El Banco Central de Chile tiene<br />
un rango de meta de inflación del 3 por ciento 1<br />
por ciento y para cumplir estas expectativas, la política<br />
monetaria se sitúa cercana al 3 por ciento en un plazo<br />
de 1 a 2 años, con el objeto de no alterar en demasía<br />
el producto y el empleo.<br />
Por lo tanto, no es fácil determinar si una regla<br />
de reacción o una regla fija manejarán de manera más<br />
efectiva las fluctuaciones de la demanda agregada y esto<br />
depende de la calidad de los pronósticos que se usen<br />
para tomar las acciones de política necesarias.<br />
Ahora se estudiarán las fluctuaciones de la oferta<br />
agregada. Se observará que estas fluctuaciones ocasionan<br />
desafíos más grandes para la política monetaria.<br />
Estabilización de los choques<br />
de la oferta agregada<br />
Existen dos tipos de choques que provocan las fluctuaciones<br />
de la demanda agregada:<br />
■ Fluctuaciones del crecimiento de la productividad.<br />
■ Fluctuaciones de la presión por presión de costos.<br />
Fluctuaciones del crecimiento de la productividad<br />
Los teóricos del ciclo económico real creen que todas<br />
las fluctuaciones del PIB real son causadas no por las fluctuaciones<br />
de la demanda agregada, sino por las fluctuacio-