kulturgileak gizarte mugimenduetan - Euskara

(…) cuando la capacidad intelectual comenzó a asociarse con la potencia del
Estado y su orden interno y, posteriormente, con el bienester físico y mental de
la gran masa de los ciudadanos, el patronazgo irregular y ocasional no pudo
atender a la nueva demanda. La cantidad de intelectuales necesarios era
demasiado grande y eran demasiado inciertos los resultados de las formas
predominantes de reclutamiento, que dependían de la fuerza e intensidad de la
vocación intelectual y de los accidentes de la herencia y el mecenazgo. Esta
enorme demanda trajo consigo la implantación de un esquema organizado de
aprendizaje y el consiguiente certificado de capacitación. La aptitud intelectual
exigible para la admisión y preparación profesional tenía que ser reglamentada
(Shils, 1977: 128).
Ezagutzan oinarritutako gizarte ereduak bete behar dituen
funtzioetarako gaituta dauden adituak eta teknikariak sortu behar izan ditu.
Mendebaldeko munduan estatuak parte-hartze erabakigarria izan du
eginkizun horretan —hezkuntza sistemaren egokitzapenaren bitartez,
ikerkuntzaren finantzaketa publikoaren bidez, eta abar—. Halaz ere,
heziketa eta trebakuntza funtzioak, ikerkuntza eta ezagutzaren sorkuntza
zereginekin batera, gizarteko erakunde ekonomikoek berenganatu dituzte
pixkanaka. Halatan, jarduera intelektualaren atal garrantzitsua kultura
esparruaz kanpoko eskakizunen eraginpean geratu da progresiboki.
Ezagutzaren industriaren multzo konplexuak elite politiko eta ekonomikoen
interesen mende dihardu gaur egun, eta gero eta urriagoak dira industria
horren barnean lan egiten dutenen artean sorkuntzarako dauden askatasun
esparruak.
Esto está conduciendo al surgimiento de toda una serie de nuevas disposiciones
institucionales que vinculan de formas diferentes al gobierno, la industria, las
universidades y los grupos privados de asesoramiento. La tradición de la
investigación basada en la universidad se ve amenazada por la invasión de la
industria y por la mentalidad y los valores de ésta, tendentes a la obtención de
beneficios (…) El movimiento que se ha producido en la investigación, que ha
pasado desde la universidad a otras formas de organización en las que la
universidad sólo es otro participante más, encuentra un paralelismo en la
formación académica. Al margen de las instituciones educativas establecidas se
ha desarrollado una industria del conocimiento que mueve miles de millones de
dólares, respondiendo así de modo más directo y con frecuencia más efectivo a
las necesidades de la industria y del mercado del trabajo (Gibbons, 1997: 104).
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