14.05.2013 Views

Comentario de la Biblia Matthew Henry

Comentario de la Biblia Matthew Henry

Comentario de la Biblia Matthew Henry

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Vv. 15—18. El apóstol menciona <strong>la</strong> constancia <strong>de</strong> Onesíforo, a menudo refrescado con sus<br />

cartas, consejos, y consuelos, y no se avergüenza <strong>de</strong> él. Un hombre bueno procurará hacer el bien. —<br />

El día <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte y <strong>de</strong>l juicio es un día temible. Si <strong>de</strong>seamos tener misericordia, entonces <strong>de</strong>bemos<br />

buscar<strong>la</strong> ahora <strong>de</strong>l Señor. Lo mejor que po<strong>de</strong>mos pedir, para nosotros y para nuestros amigos, es que<br />

el Señor conceda que nosotros y ellos podamos hal<strong>la</strong>r misericordia <strong>de</strong>l Señor, cuando seamos<br />

l<strong>la</strong>mados a pasar <strong>de</strong>l tiempo a <strong>la</strong> eternidad y a comparecer al juicio <strong>de</strong> Cristo.<br />

CAPÍTULO II<br />

Versículos 1—7. El apóstol exhorta a Timoteo a que persevere con diligencia, como un soldado, un<br />

atleta y un <strong>la</strong>brador. 8—13. Le estimu<strong>la</strong> con <strong>la</strong> seguridad <strong>de</strong> un final feliz para su fi<strong>de</strong>lidad.<br />

14—21. Advertencia para evitar <strong>la</strong>s vanas pa<strong>la</strong>brerías y los errores peligrosos. 22—26.<br />

Encargo para huir <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pasiones juveniles y ministrar con celo contra el error, pero con<br />

espíritu manso.<br />

Vv. 1—7. A medida que crecen nuestras pruebas necesitamos fortalecernos más en lo que es bueno;<br />

nuestra fe, más fuerte; nuestra resolución, más fuerte; nuestro amor a Dios y Cristo, más fuerte. Esto<br />

en oposición a que seamos más fuertes según nuestro propio po<strong>de</strong>r. —Todos los cristianos, pero<br />

especialmente los ministros, <strong>de</strong>ben ser fieles a su Capitán, y resueltos en su causa. El gran afán <strong>de</strong>l<br />

cristiano <strong>de</strong>be ser agradar a Cristo. Tenemos que esforzarnos para dominar nuestras concupiscencias<br />

y corrupciones, pero no po<strong>de</strong>mos esperar el premio si no observamos <strong>la</strong>s leyes. Debemos poner<br />

cuidado en hacer el bien <strong>de</strong> manera correcta, para que no se hable mal <strong>de</strong>l bien que hacemos.<br />

Algunos que son activos, <strong>de</strong>sperdician su celo en <strong>la</strong>s formas externas y en disputas dudosas. Pero los<br />

que luchan lícitamente serán coronados al final. Si <strong>de</strong>seamos participar <strong>de</strong> los frutos, <strong>de</strong>bemos<br />

trabajar primero; si <strong>de</strong>seamos ganar el premio <strong>de</strong>bemos correr <strong>la</strong> carrera. Debemos hacer <strong>la</strong> voluntad<br />

<strong>de</strong> Dios antes <strong>de</strong> recibir lo prometido, para lo cual necesitamos paciencia. Junto con nuestras<br />

oraciones por el prójimo, para que el Señor les dé entendimiento en todo, <strong>de</strong>bemos estimu<strong>la</strong>rlos y<br />

exhortarles que consi<strong>de</strong>ren lo que oyen o leen.<br />

Vv. 8—13. Que los santos que sufren se acuer<strong>de</strong>n y miren a Jesús, el Autor y Consumador <strong>de</strong> su<br />

fe, que por el gozo que le fue puesto <strong>de</strong><strong>la</strong>nte, soportó <strong>la</strong> cruz, menospreció <strong>la</strong> vergüenza, y ahora está<br />

sentado a <strong>la</strong> diestra <strong>de</strong>l trono <strong>de</strong> Dios. No <strong>de</strong>be extrañarnos que los mejores hombres se enfrenten al<br />

peor <strong>de</strong> los tratos; pero esto causa regocijo, porque <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> Dios no está atada. Aquí vemos <strong>la</strong><br />

causa real y verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> que el apóstol sufriera aflicciones por amor <strong>de</strong>l evangelio. Si estamos<br />

muertos a este mundo, a sus p<strong>la</strong>ceres, sus beneficios y sus honores, estaremos por siempre con Cristo<br />

en un mundo mejor. Él es fiel a sus advertencias y fiel a sus promesas. Esta verdad asegura <strong>la</strong><br />

con<strong>de</strong>nación <strong>de</strong>l incrédulo y <strong>la</strong> salvación <strong>de</strong>l creyente.<br />

Vv. 14—21. Los que están dispuestos a esforzarse suelen hacerlo por cosas <strong>de</strong> poca monta. Pero<br />

<strong>la</strong>s disputas <strong>de</strong> pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong>struyen <strong>la</strong>s cosas <strong>de</strong> Dios. El apóstol menciona a algunos que erraron. No<br />

negaron <strong>la</strong> resurrección, pero corrompieron <strong>la</strong> doctrina verda<strong>de</strong>ra. Pero nada pue<strong>de</strong> ser más necio o<br />

erróneo, porque trastorna <strong>la</strong> fe temporal <strong>de</strong> algunos profesantes. Este fundamento tiene dos cosas<br />

escritas en él. Una hab<strong>la</strong> <strong>de</strong> nuestro consuelo. Nada pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>rribar <strong>la</strong> fe <strong>de</strong> alguien a quien Dios<br />

escogió. El otro hab<strong>la</strong> <strong>de</strong> nuestro <strong>de</strong>ber. Los que <strong>de</strong>seen tener el consuelo <strong>de</strong>l privilegio <strong>de</strong>ben tomar<br />

conciencia <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber. —Cristo se dio por nosotros para redimirnos <strong>de</strong> toda iniquidad, Tito ii, 14. La<br />

Iglesia <strong>de</strong> Cristo es como una habitación: algo <strong>de</strong>l mobiliario es <strong>de</strong> gran valor; otro, <strong>de</strong> poco valor, y<br />

<strong>de</strong>dicado a usos más viles. Algunos que profesan <strong>la</strong> religión son como vasos <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra y barro.<br />

Cuando los vasos <strong>de</strong> <strong>de</strong>shonra sean tirados para ser <strong>de</strong>struidos, los otros serán llenos <strong>de</strong> toda <strong>la</strong>

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!