14.05.2013 Views

Comentario de la Biblia Matthew Henry

Comentario de la Biblia Matthew Henry

Comentario de la Biblia Matthew Henry

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

pecados, para realizar sus propósitos. Aunque Cristo fue crucificado por <strong>de</strong>bilidad, fue <strong>de</strong>bilidad<br />

voluntaria; se sometió a <strong>la</strong> muerte. Si no hubiera estado dispuestos a sufrir, ellos no lo hubiesen<br />

vencido. —Fue un gran pecado <strong>de</strong> quienes <strong>de</strong>jaron todo para seguir a Jesús <strong>de</strong>jarlo ahora por lo que<br />

no sabían. ¡Qué necedad huir <strong>de</strong> Él, al cual conocían y reconocían como el Manantial <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, por<br />

miedo a <strong>la</strong> muerte!<br />

Vv. 57—68. Jesús fue llevado apresuradamente a Jerusalén. Luce mal, y presagia lo peor, que los<br />

dispuestos a ser discípulos <strong>de</strong> Cristo no estén dispuestos a ser conocidos como tales. Aquí empieza <strong>la</strong><br />

negación <strong>de</strong> Pedro: porque seguir a Cristo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lejos es empezar a retirarse <strong>de</strong> Él. Nos concierne<br />

más prepararnos para el fin, cualquiera sea, que preguntar curiosos cuál será el fin. El hecho es <strong>de</strong><br />

Dios, pero el <strong>de</strong>ber es nuestro. —Ahora fueron cumplidas <strong>la</strong>s Escrituras que dicen: Se han levantado<br />

contra mí testigos falsos. Cristo fue acusado, para que nosotros no fuéramos con<strong>de</strong>nados; y, si en<br />

cualquier momento nosotros sufrimos así, recor<strong>de</strong>mos que no po<strong>de</strong>mos tener <strong>la</strong> expectativa <strong>de</strong> que<br />

nos vaya mejor que a nuestro Maestro. Cuando Cristo fue hecho pecado por nosotros, se quedó<br />

cal<strong>la</strong>do y <strong>de</strong>jó que su sangre hab<strong>la</strong>ra. Hasta entonces rara vez había confesado Jesús, expresamente,<br />

ser el Cristo, el Hijo <strong>de</strong> Dios; el tenor <strong>de</strong> su doctrina lo dice y sus mi<strong>la</strong>gros lo probaban, pero, por<br />

ahora omitiría hacer una confesión directa. Hubiera parecido que renunciaba a sus sufrimientos. Así<br />

confesó Él, como ejemplo y estímulo para que sus seguidores, lo confiesen ante los hombres,<br />

cualquiera sea el peligro que corran. El <strong>de</strong>sdén, <strong>la</strong> bur<strong>la</strong> cruel y el aborrecimiento son <strong>la</strong> porción<br />

segura <strong>de</strong>l discípulo, como lo fueron <strong>de</strong>l Maestro, <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> los que <strong>de</strong>seaban golpear y reírse con<br />

bur<strong>la</strong> <strong>de</strong>l Señor <strong>de</strong> <strong>la</strong> gloria. En el capítulo cincuenta <strong>de</strong> Isaías se predicen exactamente estas cosas.<br />

Confesemos el nombre <strong>de</strong> Cristo y soportemos el reproche, y Él nos confesará <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong>l trono <strong>de</strong><br />

su Padre.<br />

Vv. 69—75. El pecado <strong>de</strong> Pedro es re<strong>la</strong>tado con veracidad, porque <strong>la</strong>s Escrituras tratan con<br />

fi<strong>de</strong>lidad. Las ma<strong>la</strong>s compañías llevan a pecar: quienes se meten innecesariamente en eso pue<strong>de</strong>n<br />

hacerse <strong>la</strong> expectativa <strong>de</strong> ser tentados y atrapados, como Pedro. Apenas pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> esas<br />

compañías sin culpa o dolor, o ambas. Gran falta es tener vergüenza <strong>de</strong> Cristo y negar que lo<br />

conocemos cuando somos l<strong>la</strong>mados a reconocerlo y, en efecto, eso es negarlo. El pecado <strong>de</strong> Pedro<br />

fue con agravantes; pero él cayo en pecado por sorpresa, no en forma intencional, como Judas. La<br />

conciencia <strong>de</strong>biera ser para nosotros como el canto <strong>de</strong>l gallo para hacernos recordar los pecados que<br />

habíamos olvidado. —Pedro fue así <strong>de</strong>jado caer para abatir su confianza en sí mismo y volverlo más<br />

mo<strong>de</strong>sto, humil<strong>de</strong>, compasivo y útil para los <strong>de</strong>más. El hecho ha enseñado, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces, muchas<br />

cosas a los creyentes y si los infieles, los fariseos y los hipócritas tropiezan en esto o abusan <strong>de</strong> ello,<br />

es a su propio riesgo. Apenas sabemos cómo actuar en situaciones muy difíciles, si fuésemos <strong>de</strong>jados<br />

a nosotros mismos. Por tanto, que el que se cree firme, tenga cuidado que no caiga; <strong>de</strong>sconfiemos<br />

todos <strong>de</strong> nuestros corazones y confiemos totalmente en el Señor. —Pedro lloró amargamente. La<br />

pena por el pecado no <strong>de</strong>be ser ligera sino gran<strong>de</strong> y profunda. Pedro, que lloró tan amargamente por<br />

negar a Cristo, nunca lo volvió a negar, sino que lo confesó a menudo frente al peligro. El<br />

arrepentimiento verda<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> cualquier pecado se <strong>de</strong>mostrará por <strong>la</strong> gracia y el <strong>de</strong>ber contrario; esa<br />

es señal <strong>de</strong> nuestro pesar no sólo amargo, sino sincero.<br />

CAPÍTULO XXVII<br />

Versículos 1—10. Cristo entregado a Pi<strong>la</strong>to. 11—25. Cristo ante Pi<strong>la</strong>to. 26—30. Barrabás<br />

liberado.—Cristo escarnecido. 31—34. Cristo llevado a ser crucificado. 35—44. Crucificado.<br />

45—50. La muerte <strong>de</strong> Cristo. 51—56. Hechos <strong>de</strong> <strong>la</strong> crucifixión. 57—61. El entierro <strong>de</strong> Cristo.<br />

62—66. El sepulcro sel<strong>la</strong>do.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!