14.05.2013 Views

Comentario de la Biblia Matthew Henry

Comentario de la Biblia Matthew Henry

Comentario de la Biblia Matthew Henry

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

La lucha <strong>de</strong> David contra <strong>la</strong> fuerte tentación <strong>de</strong> <strong>de</strong>sconfiar <strong>de</strong> Dios, y recurrir a medios indirectos<br />

para su propia seguridad en un momento <strong>de</strong> peligro.<br />

Quienes temen verda<strong>de</strong>ramente a Dios y le sirven, son bien acogidos cuando <strong>de</strong>positan su confianza<br />

en Él. El salmista antes <strong>de</strong> re<strong>la</strong>tar su tentación a <strong>de</strong>sconfiar <strong>de</strong> Dios, <strong>de</strong>ja escrita su resolución <strong>de</strong><br />

confiar en Él, como aquello por <strong>la</strong> cual estaba resuelto a vivir y morir. El creyente, aunque no<br />

aterrorizado por sus enemigos, pue<strong>de</strong> ser tentado, por los temores <strong>de</strong> sus amigos, a <strong>de</strong>sertar <strong>de</strong> su<br />

posición o <strong>de</strong>scuidar su obra. Ellos perciben su peligro, pero no su seguridad; ellos le dan consejos<br />

que tienen sabor a política mundana más que a sabiduría celestial. Los principios <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión son<br />

los fundamentos sobre los cuales se edifican <strong>la</strong> fe y <strong>la</strong> esperanza <strong>de</strong>l justo. Nos correspon<strong>de</strong><br />

aferrarnos a ellos contra todas <strong>la</strong>s tentaciones a <strong>la</strong> incredulidad; porque los creyentes serían<br />

<strong>de</strong>shechos si no tuvieran a Dios para recurrir, a Dios para confiar, y una bendición futura que<br />

esperar.<br />

La prosperidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> gente impía en sus malos caminos, y <strong>la</strong>s angustias e inquietu<strong>de</strong>s a <strong>la</strong>s cuales<br />

suelen ser sometidos los mejores hombres, son una prueba para <strong>la</strong> fe <strong>de</strong> David. No tenemos que<br />

<strong>de</strong>cir: ¿Quién irá al cielo a buscarnos allá un Dios en el cual confiar? La pa<strong>la</strong>bra está en nosotros y<br />

Dios en <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra; su Espíritu está en sus santos, esos templos vivos y el Señor es aquel Espíritu.<br />

Este Dios gobierna al mundo. Po<strong>de</strong>mos saber lo que los hombres parecen ser, pero Dios sabe lo que<br />

son, como el orfebre conoce el valor <strong>de</strong>l oro cuando lo ha probado. Se dice que Dios prueba con sus<br />

ojos, porque no pue<strong>de</strong> errar ni se le pue<strong>de</strong> imponer algo. —Si Él aflige con sus ojos, es para prueba<br />

<strong>de</strong> ellos, por tanto, es para bien <strong>de</strong> ellos. Por más que por un momento puedan prosperar los<br />

perseguidores y opresores, perecerán por siempre. Dios es un Dios santo y, por tanto, los odia. Él es<br />

un Juez justo y, por tanto, los castigará. ¡En qué horrenda tempestad son llevados apresuradamente<br />

los malos a <strong>la</strong> muerte! Todo hombre tiene asignada <strong>la</strong> porción <strong>de</strong> su copa. ¡Pecador impenitente,<br />

fíjate en tu con<strong>de</strong>na! El último l<strong>la</strong>mamiento al arrepentimiento está por serte dirigido, el juicio es<br />

inminente; a través <strong>de</strong> <strong>la</strong> sombra tenebrosa <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte pasas a <strong>la</strong> región <strong>de</strong> <strong>la</strong> ira eterna. Apresúrate,<br />

oh pecador, a <strong>la</strong> cruz <strong>de</strong> Cristo. —¿Cómo está el caso entre Dios y nuestra alma? ¿Es Cristo nuestra<br />

esperanza, nuestro consuelo, nuestra seguridad? Entonces, y no <strong>de</strong> otra manera, será el alma llevada<br />

a través <strong>de</strong> todas sus dificulta<strong>de</strong>s y conflictos.<br />

SALMO XII<br />

El salmista ruega ayuda <strong>de</strong> Dios, porque no había nadie entre los hombres en quien se atreviera a<br />

confiar.<br />

Este salmo da buenos pensamientos para los malos tiempos; un hombre pue<strong>de</strong> conso<strong>la</strong>rse con tales<br />

meditaciones y oraciones. Veamos lo que hace malos a los tiempos, y cuando pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que son<br />

así. Pregunta a los hijos <strong>de</strong>l mundo, ¿qué hace que los tiempos sean malos? Y ellos dirán, <strong>la</strong> escasez<br />

<strong>de</strong> dinero, el <strong>de</strong>terioro <strong>de</strong>l comercio, y <strong>la</strong>s <strong>de</strong>so<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra hacen que los tiempos sean<br />

malos; pero <strong>la</strong> Escritura radica lo malo <strong>de</strong> los tiempos en causas <strong>de</strong> otra naturaleza, 2 Timoteo iii, 1<br />

ss.: vendrán tiempos peligrosos, porque el pecado abundará; y David se queja <strong>de</strong> esto. Cuando <strong>la</strong><br />

piedad se <strong>de</strong>teriora, los tiempos son realmente malos.<br />

El que hizo <strong>la</strong> boca <strong>de</strong>l hombre lo l<strong>la</strong>mará a rendir cuenta por sus pa<strong>la</strong>bras orgullosas, hipócritas<br />

y hasta inútiles. Cuando el pobre y el necesitado son oprimidos, entonces son muy malos los<br />

tiempos. Dios mismo se fija en <strong>la</strong> opresión <strong>de</strong>l pobre, y los suspiros <strong>de</strong> los necesitados. Cuando<br />

abunda <strong>la</strong> maldad y es tolerada por los que estan en autoridad, entonces los tiempos son muy malos.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!