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Comentario de la Biblia Matthew Henry

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Vv. 1—11. Esta venida <strong>de</strong> Cristo fue <strong>de</strong>scrita por el profeta Zacarías, ix, 9. Cuando Cristo aparezca<br />

en su gloria, es en mansedumbre, no en majestad, en misericordia para obrar salvación. Como <strong>la</strong><br />

mansedumbre y <strong>la</strong> pobreza externa fueron vistas plenamente en el Rey <strong>de</strong> Sion, y marcaron su<br />

entrada triunfal en Jerusalén, ¡cuán equivocados estaban <strong>la</strong> codicia, <strong>la</strong> ambición y <strong>la</strong> soberbia <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

vida en los ciudadanos <strong>de</strong> Sion! Ellos llevaron el pollino, pero Jesús no lo usó sin el consentimiento<br />

<strong>de</strong>l dueño. Los aperos fueron los que había a mano. No <strong>de</strong>bemos pensar que son muy caras <strong>la</strong>s ropas<br />

que vestimos para abandonar<strong>la</strong>s por el servicio <strong>de</strong> Cristo. Los sumos sacerdotes y los ancianos<br />

<strong>de</strong>spués se unieron a <strong>la</strong> multitud que lo trató mal en <strong>la</strong> cruz; pero ninguno <strong>de</strong> ellos se unió a <strong>la</strong><br />

multitud que le rindió honores. Los que toman a Cristo como Rey <strong>de</strong> ellos <strong>de</strong>ben poner a sus pies<br />

todo lo que tienen. Hosanna significa: ¡Salva ahora te rogamos! ¡Bendito el que viene en el nombre<br />

<strong>de</strong>l Señor! ¡Pero <strong>de</strong> cuán escaso valor es el ap<strong>la</strong>uso <strong>de</strong> <strong>la</strong> gente! La multitud inestable se une al<br />

c<strong>la</strong>mor <strong>de</strong>l día, sea ¡Hosanna! o ¡crucifícalo! A menudo, <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s parecen aprobar el evangelio,<br />

pero pocos llegan a ser discípulos coherentes. —Cuando Jesús iba a entrar en Jerusalén, toda <strong>la</strong><br />

ciudad se conmovió; quizá algunos fueron movidos por el gozo, los que esperaban el Consuelo <strong>de</strong><br />

Israel; otros, <strong>de</strong> los fariseos, fueron movidos por <strong>la</strong> envidia. Así <strong>de</strong> variadas son <strong>la</strong>s motivaciones <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> mente <strong>de</strong> los hombres en cuanto a <strong>la</strong> cercanía <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> Cristo.<br />

Vv. 12—17. Cristo encontró parte <strong>de</strong>l atrio <strong>de</strong>l templo convertido en mercado <strong>de</strong> ganado y <strong>de</strong><br />

cosas que se usaban en los sacrificios, y parcialmente ocupados por los cambistas <strong>de</strong> dinero. Nuestro<br />

Señor los echó <strong>de</strong>l lugar, como había hecho al iniciar su ministerio, Juan ii, 13–17. Sus obras<br />

testificaban <strong>de</strong> Él más que los Hosannas, y <strong>la</strong>s curaciones que hizo en el templo fueron cumplimiento<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> promesa <strong>de</strong> que <strong>la</strong> gloria <strong>de</strong> <strong>la</strong> última casa sería más gran<strong>de</strong> que <strong>la</strong> gloria <strong>de</strong> <strong>la</strong> primera. Si<br />

Cristo viniera ahora a muchas partes <strong>de</strong> su iglesia visible, ¡cuántos males secretos <strong>de</strong>scubriría y<br />

limpiaría! ¡Cuántas cosas que se practican a diario bajo el manto <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión, <strong>de</strong>mostraría Él que<br />

son más a<strong>de</strong>cuadas para una cueva <strong>de</strong> <strong>la</strong>drones que para una casa <strong>de</strong> oración!<br />

Vv. 18—22. La maldición <strong>de</strong> <strong>la</strong> higuera estéril representa el estado <strong>de</strong> los hipócritas en general, y<br />

así nos enseña que Cristo busca el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión en quienes <strong>la</strong> profesan, y el sabor <strong>de</strong> el<strong>la</strong> en<br />

quienes dicen tener<strong>la</strong>. Sus justas expectativas <strong>de</strong> los profesos que florecen suelen frustrarse; viene a<br />

muchos buscando fruto y encuentra sólo hojas. Una profesión falsa se marchita corrientemente en<br />

este mundo, y es el efecto <strong>de</strong> <strong>la</strong> maldición dada por Cristo. La higuera que no tenía fruto pronto<br />

perdió sus hojas. Esto representa en particu<strong>la</strong>r el estado <strong>de</strong> <strong>la</strong> nación y pueblo judío. Nuestro Señor<br />

Jesús no encontró en ellos nada sino hojas. Después que rechazaron a Cristo, <strong>la</strong> ceguera y <strong>la</strong> dureza<br />

se acrecentaron en ellos hasta que fueron <strong>de</strong>shechados, y <strong>de</strong>sarraigados <strong>de</strong> su lugar y <strong>de</strong> su nación. El<br />

Señor fue justo en eso. Temamos mucho <strong>la</strong> con<strong>de</strong>nación pronunciada para <strong>la</strong> higuera estéril.<br />

Vv. 23—27. Como ahora nuestro Señor se manifestó abiertamente como el Mesías, los sumos<br />

sacerdotes y los escribas se ofendieron mucho, en especial porque expuso y eliminó los abusos que<br />

ellos estimu<strong>la</strong>ban. Nuestro Señor preguntó qué pensaban ellos <strong>de</strong>l ministerio y bautismo <strong>de</strong> Juan.<br />

Muchos se asustan más <strong>de</strong> <strong>la</strong> vergüenza que produce <strong>la</strong> mentira que <strong>de</strong>l pecado, y, por tanto, no<br />

tienen escrúpulos para <strong>de</strong>cir lo que saben que es falso, como sus propios pensamientos, afectos e<br />

intenciones o sus recuerdos y olvidos. Nuestro Señor rehusó respon<strong>de</strong>r su pregunta. Mejor es evitar<br />

<strong>la</strong>s disputas innecesarias con los impíos oponentes.<br />

Vv. 28—32. Las parábo<strong>la</strong>s que repren<strong>de</strong>n, se dirigen c<strong>la</strong>ramente a los ofensores y los juzgan por<br />

sus propias bocas. La parábo<strong>la</strong> <strong>de</strong> los dos hijos enviados a trabajar en <strong>la</strong> viña es para mostrar que los<br />

que no sabían que el bautismo <strong>de</strong> Juan era <strong>de</strong> Dios, fueron avergonzados por los que lo sabían y lo<br />

reconocen. Toda <strong>la</strong> raza humana es como niños a quienes el Señor ha criado, pero ellos se han<br />

rebe<strong>la</strong>do contra Él, sólo que algunos son más convincentes en su <strong>de</strong>sobediencia que otros. A menudo

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