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Comentario de la Biblia Matthew Henry

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Vv. 7—10. Mientras este mundo dure, no será totalmente <strong>de</strong>struido el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Satanás, aunque<br />

sea limitado y aminorado. En cuanto Satanás sea soltado otra vez, empieza a engañar a <strong>la</strong>s naciones<br />

e incitar<strong>la</strong>s a pelear con los santos y siervos <strong>de</strong> Dios. Bueno sería que los siervos y los ministros <strong>de</strong><br />

Cristo fueran tan activos y perseverantes en hacer el bien, como sus enemigos para hacer el mal.<br />

Dios peleará esta última batal<strong>la</strong> <strong>de</strong>cisiva por su pueblo, para que <strong>la</strong> victoria sea completa y <strong>la</strong> gloria<br />

para Él.<br />

Vv. 11—15. Después <strong>de</strong> los hechos recién anunciados, vendrá rápidamente el final y no se<br />

menciona nada más, antes <strong>de</strong> <strong>la</strong> aparición <strong>de</strong> Cristo a juzgar al mundo. Este será el gran día: el Juez,<br />

el Señor Jesucristo, entonces vestido en majestad y terror. Las personas que serán juzgadas son los<br />

muertos, pequeños y gran<strong>de</strong>s; jóvenes y viejos; altos y bajos; ricos y pobres. Nadie es tan vil que no<br />

tenga talentos <strong>de</strong> los cuales <strong>de</strong>be rendir cuentas; y nadie es tan gran<strong>de</strong> que pueda eludir <strong>la</strong> rendición<br />

<strong>de</strong> cuentas. No sólo los que estén vivos cuando venga Cristo, sino todos los muertos. Hay un libro <strong>de</strong><br />

memorias para el bien y el mal; y el libro <strong>de</strong> <strong>la</strong> conciencia <strong>de</strong> los pecadores, aunque antes secreto,<br />

entonces será abierto. Cada hombre recordará todos sus actos pasados, aunque muchos los hayan<br />

olvidado hace <strong>la</strong>rgo tiempo. Otro libro será abierto, el libro <strong>de</strong> <strong>la</strong>s Escrituras, <strong>la</strong> reg<strong>la</strong> <strong>de</strong> vida;<br />

representa el conocimiento <strong>de</strong>l Señor sobre su pueblo y sus <strong>de</strong>c<strong>la</strong>raciones <strong>de</strong>l arrepentimiento, <strong>la</strong> fe y<br />

<strong>la</strong>s buenas obras <strong>de</strong> ellos; mostrando <strong>la</strong>s bendiciones <strong>de</strong>l nuevo pacto. Los hombres serán<br />

justificados o con<strong>de</strong>nados por sus obras; él probará sus principios por sus prácticas. Los justificados<br />

y absueltos por el evangelio serán justificados y absueltos por el Juez y entrarán a <strong>la</strong> vida eterna, no<br />

teniendo que temer más <strong>la</strong> muerte, el infierno o a los hombres malos, porque ellos serán <strong>de</strong>struidos<br />

todos juntos. Esta es <strong>la</strong> segunda muerte, <strong>la</strong> separación final <strong>de</strong> los pecadores <strong>de</strong> Dios. Que sea<br />

nuestro gran afán ver si nuestras <strong>Biblia</strong>s nos justifican o con<strong>de</strong>nan ahora; porque Cristo juzgará los<br />

secretos <strong>de</strong> todos los hombres conforme al evangelio. ¿Quién habitará con <strong>la</strong>s l<strong>la</strong>mas <strong>de</strong>voradoras?<br />

CAPÍTULO XXI<br />

Versículos 1—8. El nuevo cielo y <strong>la</strong> nueva tierra: <strong>la</strong> nueva Jerusalén don<strong>de</strong> habita Dios y termina<br />

toda tristeza <strong>de</strong> su pueblo. 9—21. Su origen, gloria y <strong>de</strong>fensa segura, todos celestiales. 22—27.<br />

Su perfecta felicidad iluminada con <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> Dios y el Cor<strong>de</strong>ro, y en el libre acceso <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

multitu<strong>de</strong>s, hechas santas.<br />

Vv. 1—8. El nuevo cielo y <strong>la</strong> nueva tierra no estarán separados entre sí; <strong>la</strong> tierra <strong>de</strong> los santos, sus<br />

cuerpos glorificados serán celestiales. El viejo mundo con todos sus problemas y tribu<strong>la</strong>ciones habrá<br />

pasado. No habrá mar, lo que representa a<strong>de</strong>cuadamente <strong>la</strong> libertad <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pasiones contradictorias,<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong>s tentaciones, los problemas, los cambios y <strong>la</strong>s a<strong>la</strong>rmas; <strong>de</strong> todo lo que pueda interrumpir o<br />

dividir <strong>la</strong> comunión <strong>de</strong> los santos. Esta nueva Jerusalén es <strong>la</strong> Iglesia <strong>de</strong> Dios en el estado nuevo<br />

perfecto, <strong>la</strong> Iglesia triunfante. Su bendición viene totalmente <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> Él. —La<br />

presencia <strong>de</strong> Dios con su pueblo en el cielo no será interrumpida como es en <strong>la</strong> tierra, Él habitará con<br />

ellos continuamente. Todos los efectos <strong>de</strong> tribu<strong>la</strong>ciones previas serán eliminados. Ellos han llorado a<br />

menudo <strong>de</strong>bido al pecado, <strong>la</strong> aflicción, <strong>la</strong>s ca<strong>la</strong>mida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia, pero no quedarán señales ni<br />

recuerdos <strong>de</strong> <strong>la</strong>s congojas anteriores. Cristo hará nuevas todas <strong>la</strong>s cosas. Si estamos dispuestos y<br />

<strong>de</strong>seosos <strong>de</strong> que el Re<strong>de</strong>ntor haga nuevas todas <strong>la</strong>s cosas en nuestros corazones y naturaleza, Él hará<br />

nuevas todas <strong>la</strong>s cosas acerca <strong>de</strong> nuestra situación hasta que nos lleve a disfrutar <strong>la</strong> felicidad<br />

completa. Nótese <strong>la</strong> certeza <strong>de</strong> <strong>la</strong> promesa. Dios da todos sus títulos, Alfa y Omega, Principio y Fin,<br />

como señal <strong>de</strong>l cumplimiento pleno. Los p<strong>la</strong>ceres pecaminosos y sensuales son aguas envenenadas y<br />

cenagosas; y los mejores consuelos terrenales son como el escaso aprovisionamiento <strong>de</strong> una cisterna;<br />

cuando se idolizan, se vuelven cisternas rotas y sólo rin<strong>de</strong>n vejación. Pero los goces que imparte

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