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Comentario de la Biblia Matthew Henry

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por juicio los bur<strong>la</strong>dores <strong>de</strong> entre ellos. Todos son buenos para hab<strong>la</strong>r insensatamente y para<br />

enten<strong>de</strong>r mal lo que oyen, pero es muy injusto hacer ofensor a un hombre por una pa<strong>la</strong>bra. —Ellos<br />

hicieron todo lo que pudieron para meter en problemas a quienes les hab<strong>la</strong>ron <strong>de</strong> sus faltas. Pero<br />

Aquel que redimió a Abraham <strong>de</strong> sus <strong>la</strong>zos y problemas, redimirá <strong>de</strong> sus <strong>la</strong>zos y tribu<strong>la</strong>ciones a los<br />

que por fe son su simiente verda<strong>de</strong>ra. Será el consuelo más gran<strong>de</strong> para los padres santos ver a sus<br />

hijos como criaturas renovadas por obra <strong>de</strong> <strong>la</strong> gracia <strong>de</strong> Dios. Que los que ahora yerran en espíritu y<br />

murmuran contra <strong>la</strong> verdad, lleguen a enten<strong>de</strong>r, y a apren<strong>de</strong>r <strong>la</strong> doctrina verda<strong>de</strong>ra. El Espíritu <strong>de</strong><br />

verdad en<strong>de</strong>rezará sus errores y los guiará a toda verdad. —Esto <strong>de</strong>biera animarnos para orar por<br />

quienes han errado y están engañados. Todos los que murmuraron <strong>la</strong>s verda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Dios, por dichos<br />

difíciles, apren<strong>de</strong>rán y se darán cuenta <strong>de</strong> que Dios lo <strong>de</strong>signó todo. Véase el cambio que <strong>la</strong> religión<br />

produce en los corazones <strong>de</strong> los hombres y <strong>la</strong> paz y el p<strong>la</strong>cer <strong>de</strong> un espíritu <strong>de</strong>voto y humil<strong>de</strong>.<br />

CAPÍTULO XXX<br />

Versículos 1—7. Los judíos reprobados por buscar <strong>la</strong> ayuda <strong>de</strong> Egipto. 8—18. Los juicios<br />

consecuentes a su <strong>de</strong>sprecio <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> Dios. 19—26. Las misericordias <strong>de</strong> Dios para su<br />

iglesia. 27—33. La ruina <strong>de</strong>l ejército asirio y <strong>de</strong> todos los enemigos <strong>de</strong> Dios.<br />

Vv. 1—7. A menudo fue falta y necedad <strong>de</strong> los judíos que buscaran socorro <strong>de</strong> otros cuando estaban<br />

atribu<strong>la</strong>dos por sus vecinos, en lugar <strong>de</strong> acudir a Dios. Tampoco po<strong>de</strong>mos nosotros evitar <strong>la</strong>s<br />

espantosas consecuencias <strong>de</strong> agregar pecado al pecado, sino refugiándonos en <strong>la</strong> justicia <strong>de</strong> Cristo, y<br />

buscando <strong>la</strong> santificación <strong>de</strong>l Espíritu Santo. Siempre los hombres tien<strong>de</strong>n a apoyarse en su propio<br />

entendimiento, pero esto terminará en vergüenza y <strong>de</strong>sgracia para ellos. No confiaban en Dios.<br />

Pasaron muchos trabajos para ganarse a los egipcios. Las riquezas así gastadas resultaron ser una<br />

pérdida. Véase los peligros que corren los hombres que abandonan a Dios para seguir su confianza<br />

carnal. El Creador es <strong>la</strong> Roca <strong>de</strong> los siglos, <strong>la</strong> criatura es una vara rota; no po<strong>de</strong>mos esperar muy<br />

poco <strong>de</strong>l hombre ni <strong>de</strong>masiado <strong>de</strong> Dios. —Nuestra fuerza es quedarnos quietos, <strong>de</strong>pendiendo<br />

humil<strong>de</strong>mente <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong> su bondad y en silencioso sometimiento a su voluntad.<br />

Vv. 8—18. En ese tiempo los judíos eran el único pueblo que profesaba a Dios en el mundo,<br />

pero <strong>de</strong> ellos muchos eran rebel<strong>de</strong>s. Tenían <strong>la</strong> luz, pero más bien amaban <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s. Los profetas<br />

los refrenaban en sus propósitos pecaminosos para que no procedieran sin temor; esto lo tomaban<br />

mal, pero los ministros fieles no se apartan <strong>de</strong> su tarea <strong>de</strong> <strong>de</strong>spertar a los pecadores. Dios es el Santo<br />

<strong>de</strong> Israel y así ellos lo hal<strong>la</strong>rán. No les gustaba oír sus santos mandamientos y acerca <strong>de</strong>l odio <strong>de</strong><br />

Dios al pecado; <strong>de</strong>seaban que no les recordaran esas cosas. Pero como <strong>de</strong>spreciaron <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong><br />

Dios, sus pecados sabotearon su seguridad. Su estado iba a quedar reducido a pedazos como vasija<br />

<strong>de</strong> alfarero. —Devolvámonos <strong>de</strong> nuestros malos caminos y volvamos a <strong>la</strong> senda <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber; esa es <strong>la</strong><br />

manera <strong>de</strong> ser salvado. Si <strong>de</strong>seamos ser fortalecidos <strong>de</strong>be ser en quietud y confianza, manteniendo <strong>la</strong><br />

paz <strong>de</strong> nuestra mente y confiando en Dios. —Se creen más sabios que Dios, pero el proyecto por el<br />

cual pensaron salvarse ellos mismos, fue su ruina. Sólo aquí y allá escapará uno para advertencia <strong>de</strong><br />

los <strong>de</strong>más. Si los hombres no se arrepienten, se vuelven a Dios y buscan <strong>la</strong> felicidad en su favor y<br />

servicio, sus <strong>de</strong>seos sólo apresurarán su ruina. Quienes ponen su confianza sólo en Dios, recibirán<br />

consuelo. Dios siempre espera para dar gracia a todos los que van a Él por fe en Cristo, y dichosos<br />

por que esperan en Él.<br />

Vv. 19—26. El pueblo <strong>de</strong> Dios pronto llegará al Sion <strong>de</strong> arriba y, entonces, no llorarán más por<br />

siempre. Aun ahora tendrían más consuelo y santidad, si fueran más constantes para orar. —La<br />

extrema escasez <strong>de</strong> pan no es un juicio tan gran<strong>de</strong> como <strong>la</strong> extrema escasez <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> Dios.

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