14.05.2013 Views

Comentario de la Biblia Matthew Henry

Comentario de la Biblia Matthew Henry

Comentario de la Biblia Matthew Henry

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

hombre sencillo. Él tenía razón al codiciar fervientemente los mejores dones; hizo mal al<br />

aprovecharse <strong>de</strong> <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong> su hermano. La herencia <strong>de</strong> los bienes mundanos <strong>de</strong>l padre <strong>de</strong> ellos<br />

no le correspondía a Jacob y no estaba incluida en esta proposición. Pero que incluía <strong>la</strong> posesión<br />

futura <strong>de</strong> <strong>la</strong> tierra <strong>de</strong> Canaán por parte <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong> sus hijos, y el pacto hecho con Abraham en<br />

cuanto a Cristo <strong>la</strong> Simiente prometida. El creyente Jacob valoró estas cosas por encima <strong>de</strong> todo; el<br />

incrédulo Esaú <strong>la</strong>s <strong>de</strong>spreció. Aunque <strong>de</strong>bemos tener el juicio <strong>de</strong> Jacob para procurar <strong>la</strong><br />

primogenitura, <strong>de</strong>bemos evitar cuidadosamente toda malicia al tratar <strong>de</strong> conseguir aun <strong>la</strong>s mayores<br />

ventajas.<br />

El guiso <strong>de</strong> Jacob agradó a los ojos <strong>de</strong> Esaú. ―Te ruego que me <strong>de</strong>s a comer <strong>de</strong> ese guiso rojo‖;<br />

por eso fue l<strong>la</strong>mado Edom o Rojo. Satisfacer el apetito sensual arruina miles <strong>de</strong> almas preciosas.<br />

Cuando los corazones <strong>de</strong> los hombres andan en pos <strong>de</strong> sus ojos, Job xxxi, 7, y cuando sirven a sus<br />

vientres, pue<strong>de</strong>n tener <strong>la</strong> seguridad <strong>de</strong> que serán castigados. Si nos empeñamos en negarnos a<br />

nosotros mismos, rompemos <strong>la</strong> fuerza <strong>de</strong> <strong>la</strong> mayoría <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tentaciones. No pue<strong>de</strong> suponerse que<br />

Esaú estuviera muriéndose <strong>de</strong> hambre en <strong>la</strong> casa <strong>de</strong> Isaac. Las pa<strong>la</strong>bras significan yo voy hacia <strong>la</strong><br />

muerte; él parece <strong>de</strong>cir: ―Yo nunca viviré para heredar Canaán o ninguna <strong>de</strong> estas supuestas<br />

bendiciones futuras y lo que signifiquen para quien <strong>la</strong>s tenga cuando yo esté muerto y haya partido‖.<br />

Este sería el lenguaje <strong>de</strong> lo profano con que el apóstol lo califica, Hebreos xii, 16; y este<br />

menosprecio <strong>de</strong> <strong>la</strong> primogenitura es su culpa, versículo 34. Es <strong>la</strong> mayor necedad separarnos <strong>de</strong><br />

nuestro interés en Dios, Cristo y el cielo, por <strong>la</strong>s riquezas, los honores y los p<strong>la</strong>ceres <strong>de</strong> este mundo;<br />

es un negocio tan malo como el que ven<strong>de</strong> su primogenitura por un p<strong>la</strong>to <strong>de</strong> guiso. —Esaú comió y<br />

bebió, agradó a su pa<strong>la</strong>dar, satisfizo su apetito y, luego, se levantó <strong>de</strong>scuidadamente y se fue, sin<br />

pensar seriamente ni <strong>la</strong>mentar el mal negocio que había hecho. Así, Esaú <strong>de</strong>spreció su<br />

primogenitura. Por su negligencia y <strong>de</strong>sprecio posteriores y justificándose en lo que había hecho,<br />

puso el asunto en el olvido. La gente es <strong>de</strong>struida no tanto por hacer lo que es malo como por hacerlo<br />

y no arrepentirse <strong>de</strong> ello.<br />

CAPÍTULO XXVI<br />

Versículos 1—5. Isaac va a Gerar <strong>de</strong>bido a una hambruna. 6—11. Niega a su esposa y es<br />

reprendido por Abimelec. 12—17. Isaac se enriquece—La envidia <strong>de</strong> los filisteos. 18—25. Isaac<br />

excava pozos—Dios lo bendice. 26—33. Abimelec hace un pacto con Isaac. 34, 35. Las esposas<br />

<strong>de</strong> Esaú.<br />

Vv. 1—5. Isaac había sido educado en una <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> fe en <strong>la</strong> concesión divina <strong>de</strong> <strong>la</strong> tierra <strong>de</strong><br />

Canaán para él y sus here<strong>de</strong>ros; ahora que hay hambre en <strong>la</strong> tierra, Isaac sigue aferrado al pacto. El<br />

valor real <strong>de</strong> <strong>la</strong>s promesas <strong>de</strong> Dios no pue<strong>de</strong> disminuir para el creyente por ninguna provi<strong>de</strong>ncia<br />

contraria que le sobrevenga. Si Dios se compromete a estar con nosotros y nosotros estamos don<strong>de</strong><br />

Él quiere, nada sino nuestra propia incredulidad y <strong>de</strong>sconfianza pue<strong>de</strong>n impedir nuestro consuelo. La<br />

obediencia <strong>de</strong> Abraham a <strong>la</strong> or<strong>de</strong>n divina fue <strong>la</strong> evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> esa fe por <strong>la</strong> cual, como pecador, fue<br />

justificado ante Dios, y el efecto <strong>de</strong> ese amor por el cual obra <strong>la</strong> fe verda<strong>de</strong>ra. Dios testifica que él<br />

aprobó esta obediencia para animar a otros, especialmente a Isaac.<br />

Vv. 6—11. Nada hay <strong>de</strong> imitable ni <strong>de</strong> excusable en <strong>la</strong> negación que hace Isaac <strong>de</strong> su esposa. La<br />

tentación <strong>de</strong> Isaac es <strong>la</strong> misma que venció a su padre y en dos ocasiones. Esto hizo que su pecado<br />

fuera más grave. Las caídas <strong>de</strong> los que nos han precedido son otras tantas rocas sobre <strong>la</strong>s cuales han<br />

naufragado los <strong>de</strong>más; el re<strong>la</strong>to <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s es como poner boyas para salvar a los marineros <strong>de</strong>l futuro.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!