14.05.2013 Views

Comentario de la Biblia Matthew Henry

Comentario de la Biblia Matthew Henry

Comentario de la Biblia Matthew Henry

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

instituyó, los judíos <strong>de</strong>spedían a <strong>la</strong> esposa que tenían <strong>de</strong> su nación, probablemente para dar lugar a<br />

esposas extranjeras. El<strong>la</strong>s les amargaron <strong>la</strong> vida, pero a <strong>la</strong> vista <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más pretendían ser tiernas<br />

con ellos. Consi<strong>de</strong>re a el<strong>la</strong> como esposa tuya; <strong>la</strong> tuya propia; <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción más cercana que uno tiene<br />

en el mundo. La esposa tiene que ser mirada, no como sierva, sino como compañera <strong>de</strong>l marido. Hay<br />

un voto <strong>de</strong> Dios entre ellos, que no <strong>de</strong>be tomarse a <strong>la</strong> ligera. El marido y <strong>la</strong> esposa <strong>de</strong>bieran<br />

continuar hasta el final <strong>de</strong> sus vidas en santo amor y paz. ¿No hizo Dios una, una Eva para un Adán?<br />

Pero Dios podría haber hecho otra Eva. ¿De dón<strong>de</strong> hizo Dios sólo una mujer para un hombre? Fue<br />

para que los hijos pudieran ser hechos una semil<strong>la</strong> que le sirviera a Él. Los maridos y <strong>la</strong>s esposas<br />

<strong>de</strong>ben vivir en el temor <strong>de</strong> Dios, para que su simiente sea una simiente buena. El Dios <strong>de</strong> Israel dijo<br />

que Él odiaba eliminar. Aquellos que serán resguardados <strong>de</strong>l pecado <strong>de</strong>ben tener cuidado <strong>de</strong> sus<br />

espíritus pues ahí empieza todo pecado. Los hombres hal<strong>la</strong>rán que su ma<strong>la</strong> conducta en sus familias<br />

brota <strong>de</strong>l egoísmo que no toma en cuenta el bienestar y <strong>la</strong> dicha <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más, cuando se opone a sus<br />

propias pasiones y fantasías. Cansador para Dios es oír que <strong>la</strong> gente justifica sus ma<strong>la</strong>s costumbres.<br />

Los que piensan que Dios pue<strong>de</strong> ser amigo <strong>de</strong>l pecado, lo insultan y se engañan. Los bur<strong>la</strong>dores<br />

dijeron: ¿Dón<strong>de</strong> está el Dios <strong>de</strong>l juicio? Pero el día <strong>de</strong>l Señor llegará.<br />

CAPÍTULO III<br />

Versículos 1—6. La venida <strong>de</strong> Cristo. 7—12. Los judíos reprobados por sus corrupciones. 13—18.<br />

El cuidado <strong>de</strong> Dios por su pueblo.—La distinción entre el justo y el injusto.<br />

Vv. 1—6. Las primeras pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong> este capítulo parecen respuesta para los escarnecedores <strong>de</strong><br />

aquel<strong>la</strong> época. Hay aquí una profecía <strong>de</strong> <strong>la</strong> aparición <strong>de</strong> Juan el Bautista. Es el heraldo <strong>de</strong> Cristo. Le<br />

preparará el camino, l<strong>la</strong>mando a los hombres al arrepentimiento. El Mesías ha sido l<strong>la</strong>mado <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

hace mucho tiempo, ―El que <strong>de</strong>be venir‖ y ahora vendrá <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> poco. Él es el Mensajero <strong>de</strong>l<br />

pacto. —Quienes buscan a Jesús, encontrarán p<strong>la</strong>cer en Él a menudo cuando no lo esperan. El Señor<br />

Jesús prepara el corazón <strong>de</strong> los pecadores para que sean su templo, por el ministerio <strong>de</strong> su pa<strong>la</strong>bra y<br />

<strong>la</strong>s convicciones <strong>de</strong> su Espíritu, y Él entra como el Mensajero <strong>de</strong> paz y consuelo. —Ningún hipócrita<br />

o formalista pue<strong>de</strong> soportar su doctrina o comparecer ante su tribunal. Cristo vino a distinguir entre<br />

los hombres, a separar entre lo precioso y lo vil. Se sentará como un refinador. Cristo, por su<br />

evangelio, purificará y reformará su Iglesia, y por su Espíritu obrando con el<strong>la</strong>, regenerará y limpiará<br />

<strong>la</strong>s almas. Quitará <strong>la</strong> escoria <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s. Apartará sus corrupciones que invalidan e inutilizan sus<br />

faculta<strong>de</strong>s. El creyente no tiene que temer <strong>la</strong> prueba feroz <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tentaciones y aflicciones por <strong>la</strong> cual<br />

afina su oro el Salvador. Él cuidará que no sea más fuerte ni más <strong>la</strong>rga que lo necesario para su bien.<br />

La prueba terminará en forma muy diferente <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong>l impío. Cristo los hará aceptos intercediendo<br />

por ellos. Don<strong>de</strong> no hay temor <strong>de</strong> Dios no se <strong>de</strong>be esperar nada bueno. El mal persigue a los<br />

pecadores. Dios es inmutable. Aunque <strong>la</strong> sentencia contra <strong>la</strong>s ma<strong>la</strong>s obras no sea ejecutada pronto,<br />

será ejecutada; el Señor es tan enemigo <strong>de</strong>l pecado como siempre. Todos nos po<strong>de</strong>mos aplicar esto.<br />

Porque tenemos que ver con un Dios que no cambia, es que no somos consumidos; porque sus<br />

misericordias no fal<strong>la</strong>n.<br />

Vv. 7—12. Los hombres <strong>de</strong> esa generación se apartaron <strong>de</strong> Dios y no guardaron sus or<strong>de</strong>nanzas.<br />

Dios les hace un l<strong>la</strong>mado <strong>de</strong> gracia. Pero ellos dijeron: ¿En qué hemos <strong>de</strong> volvernos? Dios nota <strong>la</strong>s<br />

respuestas que nuestros corazones dan a <strong>la</strong>s l<strong>la</strong>madas <strong>de</strong> su pa<strong>la</strong>bra. Muestra gran perversidad en<br />

pecado cuando los hombres hacen excusas <strong>de</strong> <strong>la</strong>s aflicciones para pecar, <strong>la</strong>s cuales son enviadas para<br />

separar entre ellos y sus pecados. —Aquí hay una ferviente exhortación a <strong>la</strong> reforma. Dios <strong>de</strong>be ser<br />

servido en primer lugar; y <strong>de</strong>be preferirse el interés <strong>de</strong> nuestras almas antes que el <strong>de</strong> nuestros<br />

cuerpos. Que ellos confíen en Dios que provee para su consuelo. Dios tiene bendiciones preparadas

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!