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Comentario de la Biblia Matthew Henry

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culpa. Pero si consi<strong>de</strong>ramos que Abram aquí se refería a <strong>la</strong> Simiente prometida, su <strong>de</strong>seo era digno<br />

<strong>de</strong> encomio. No <strong>de</strong>bemos <strong>de</strong>scansar satisfechos hasta que tengamos pruebas <strong>de</strong> nuestro interés en<br />

Cristo; ¿<strong>de</strong> qué me sirve todo si voy sin Cristo? Si continuamos insistiendo en oración, no obstante,<br />

orando con humil<strong>de</strong> sumisión a <strong>la</strong> voluntad divina, no buscaremos en vano. —Dios dio a Abram <strong>la</strong><br />

promesa expresa <strong>de</strong> un hijo. Los cristianos pue<strong>de</strong>n creer en Dios respecto <strong>de</strong> <strong>la</strong>s preocupaciones<br />

corrientes <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, pero <strong>la</strong> fe por <strong>la</strong> cual son justificados siempre se refiere a <strong>la</strong> persona y obra <strong>de</strong><br />

Cristo. Abram creyó a Dios que le prometía a Cristo; los cristianos creen en Él como habiendo sido<br />

levantado <strong>de</strong> entre los muertos, Romanos iv, 24. Por <strong>la</strong> fe en su sangre han obtenido el perdón <strong>de</strong><br />

pecados.<br />

Vv. 7—11. Dios dio <strong>la</strong> seguridad a Abram <strong>de</strong> tener <strong>la</strong> tierra <strong>de</strong> Canaán como herencia. Dios<br />

nunca promete más <strong>de</strong> lo que pue<strong>de</strong> cumplir, que es lo que hacen a menudo los hombres. Abram<br />

hizo como Dios le mandó. Partió por <strong>la</strong> mitad <strong>la</strong>s bestias, conforme a <strong>la</strong> ceremonia acostumbrada<br />

para sel<strong>la</strong>r los pactos, Jeremías xxxiv, 18, 19. Habiendo preparado todo conforme a lo seña<strong>la</strong>do por<br />

Dios, se puso a esperar <strong>la</strong> señal que Dios pudiera darle. Debemos mantenernos vigi<strong>la</strong>ntes ante<br />

nuestros sacrificios espirituales. Cuando los pensamientos vanos, a <strong>la</strong> manera <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong>s aves, bajan<br />

a atacar nuestros sacrificios, <strong>de</strong>bemos espantarlos para esperar en Dios sin distracciones.<br />

Vv. 12—16. Un sueño profundo cayó sobre Abram: con este sueño cayó sobre él el horror <strong>de</strong><br />

una gran oscuridad: un cambio súbito. Los hijos <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz no siempre andan en <strong>la</strong> luz. Entonces se le<br />

anunciaron varias cosas. —1. El sufrimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> simiente <strong>de</strong> Abram por <strong>la</strong>rgo tiempo. Serán<br />

extranjeros. Los here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l cielo son extranjeros en <strong>la</strong> tierra. Serán siervos; pero los cananeos<br />

sirven bajo maldición, los hebreos sirven bajo una bendición. Ellos sufrirán. Quienes son ben<strong>de</strong>cidos<br />

y amados <strong>de</strong> Dios a menudo son afligidos gravemente por los hombres perversos. —2. El juicio <strong>de</strong><br />

los enemigos <strong>de</strong> <strong>la</strong> simiente <strong>de</strong> Abram. Aunque Dios pue<strong>de</strong> permitir que perseguidores y opresores<br />

pisoteen a su pueblo por <strong>la</strong>rgo tiempo, ciertamente se <strong>la</strong>s verá con ellos al fin. —3. Aquí se anuncia<br />

el gran suceso, <strong>la</strong> liberación <strong>de</strong> <strong>la</strong> simiente <strong>de</strong> Abram <strong>de</strong> Egipto. —4. Su feliz asentamiento en<br />

Canaán. Ellos volverán <strong>de</strong> nuevo a Canaán. La medida <strong>de</strong> pecado se llena pau<strong>la</strong>tinamente. La<br />

medida <strong>de</strong> pecado <strong>de</strong> algunas personas se llena lentamente. El conocimiento <strong>de</strong> los sucesos futuros<br />

raramente ayuda a nuestro consuelo. Hay tantas aflicciones en <strong>la</strong>s familias más favorecidas y en <strong>la</strong>s<br />

vidas más felices que es misericordioso <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> Dios ocultar lo que nos pasará a nosotros y a los<br />

nuestros.<br />

Vv. 17—21. El horno humeante y <strong>la</strong> antorcha encendida representan, probablemente, <strong>la</strong>s severas<br />

pruebas y <strong>la</strong> feliz liberación <strong>de</strong> los israelitas, con el apoyo bondadoso recibido en los tiempos<br />

difíciles. Probablemente el horno y <strong>la</strong> antorcha, que pasaron entre los pedazos, los quemaran y<br />

consumieran completando <strong>de</strong> este modo el sacrificio, y atestiguara que Dios lo aceptó. Así se sugiere<br />

que los pactos <strong>de</strong> Dios con el hombre son hechos por sacrificio, Salmo 1. 5. Nosotros po<strong>de</strong>mos saber<br />

que Él acepta nuestro sacrificio si encien<strong>de</strong> afectos piadosos y <strong>de</strong>votos en nuestra alma. —Se<br />

establecen los límites <strong>de</strong> <strong>la</strong> tierra concedida. Se hab<strong>la</strong> <strong>de</strong> varias naciones o tribus que <strong>de</strong>ben ser<br />

expulsadas para dar lugar a <strong>la</strong> simiente <strong>de</strong> Abram. —En este capítulo notamos <strong>la</strong> fe <strong>de</strong> Abram que<br />

lucha contra <strong>la</strong> incredulidad triunfando sobre el<strong>la</strong>. No os asombréis, creyentes, si encontráis<br />

temporadas <strong>de</strong> tinieb<strong>la</strong>s y malestar. Sin embargo, no es <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong> Dios que estéis <strong>de</strong>primidos: no<br />

temáis, pues Él será para vosotros todo lo que fue para Abram.<br />

CAPÍTULO XVI

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