14.05.2013 Views

Comentario de la Biblia Matthew Henry

Comentario de la Biblia Matthew Henry

Comentario de la Biblia Matthew Henry

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Vv. 7—16. A cada creyente es dado algún don <strong>de</strong> <strong>la</strong> gracia para que se ayu<strong>de</strong>n mutuamente.<br />

Todo se da según a Cristo le parezca bien otorgar a cada uno. Él recibió para ellos, para darles a<br />

ellos, una gran medida <strong>de</strong> dones y gracias; particu<strong>la</strong>rmente el don <strong>de</strong>l Espíritu Santo. No es un<br />

simple conocimiento intelectual ni un puro reconocimiento <strong>de</strong> Cristo como Hijo <strong>de</strong> Dios, sino como<br />

quien produce confianza y obediencia. Hay una plenitud en Cristo y una medida <strong>de</strong> esa plenitud dada<br />

en el consejo <strong>de</strong> Dios a cada creyente, pero nunca llegaremos a <strong>la</strong> medida perfecta sino hasta que<br />

lleguemos al cielo. Los hijos <strong>de</strong> Dios están creciendo mientras están en este mundo; y el crecimiento<br />

<strong>de</strong>l cristiano busca <strong>la</strong> gloria <strong>de</strong> Cristo. Mientras más impulsado se encuentre un hombre a aprovechar<br />

su estado, conforme a su medida y todo lo que haya recibido, para el bien espiritual <strong>de</strong>l prójimo, más<br />

ciertamente pue<strong>de</strong> creer que tiene <strong>la</strong> gracia <strong>de</strong>l amor y <strong>la</strong> caridad sincera arraigada en su corazón.<br />

Vv. 17—24. El apóstol encarga a los efesios, en el nombre y por <strong>la</strong> autoridad <strong>de</strong>l Señor Jesús,<br />

que habiendo profesado el evangelio, no <strong>de</strong>ben ser como los gentiles inconversos que andaban en <strong>la</strong><br />

vanidad <strong>de</strong> su mente y en afectos carnales. ¿No andan los hombres en <strong>la</strong> vanidad <strong>de</strong> su mente por<br />

todos <strong>la</strong>dos? ¿No <strong>de</strong>bemos, entonces, enfatizar <strong>la</strong> distinción entre los cristianos reales y los<br />

nominales? Ellos estaban <strong>de</strong>sprovistos <strong>de</strong> todo conocimiento salvador; estaban en tinieb<strong>la</strong>s y <strong>la</strong>s<br />

amaban más que a <strong>la</strong> luz. Les disgustaba y aborrecían <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> santidad, que no sólo es el camino<br />

<strong>de</strong> vida que Dios exige y aprueba, y por el cual vivimos para Él, sino tiene alguna semejanza a Dios<br />

mismo en su pureza, justicia, verdad y bondad. La verdad <strong>de</strong> Cristo se manifiesta en su belleza y<br />

po<strong>de</strong>r cuando aparece en Jesús. —La naturaleza corrupta se l<strong>la</strong>ma hombre; como el cuerpo humano<br />

tiene diversas partes que se apoyan y fortalecen entre sí. Los <strong>de</strong>seos pecaminosos son<br />

concupiscencias engañosas; prometen felicidad a los hombres pero los vuelven más miserables; los<br />

llevan a <strong>la</strong> <strong>de</strong>strucción, si no se someten y se mortifican. Por tanto, <strong>de</strong>ben quitarse como ropa vieja y<br />

sucia; <strong>de</strong>ben ser sometidas y mortificadas. Pero no basta con sacarse los principios corruptos:<br />

<strong>de</strong>bemos tener principios <strong>de</strong> gracia. Por el hombre nuevo se significa <strong>la</strong> nueva naturaleza, <strong>la</strong> nueva<br />

criatura, dirigida por un principio nuevo, <strong>la</strong> gracia regeneradora, que capacita al hombre para llevar<br />

una vida nueva <strong>de</strong> justicia y santidad. Esto es creado o producido por el po<strong>de</strong>r omnipotente <strong>de</strong> Dios.<br />

Vv. 25—28. Nótense los <strong>de</strong>talles con que <strong>de</strong>bemos adornar nuestra confesión cristiana. Cuidaos<br />

<strong>de</strong> toda cosa contraria a <strong>la</strong> verdad. No aduléis ni engañéis al prójimo. El pueblo <strong>de</strong> Dios es <strong>de</strong> hijos<br />

que no mienten, que no se atreven a mentir, que odian y aborrecen <strong>la</strong> mentira. Cuidaos <strong>de</strong> <strong>la</strong> ira y <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong>s pasiones <strong>de</strong>senfrenadas. Si hay una ocasión justa para expresar <strong>de</strong>scontento por lo malo, y<br />

repren<strong>de</strong>rlo, hágase sin pecar. Damos lugar al diablo cuando los primeros indicios <strong>de</strong>l pecado no<br />

contristan nuestra alma, cuando consentimos a ellos; y cuando repetimos una obra ma<strong>la</strong>. Esto enseña<br />

que es pecado si uno se rin<strong>de</strong> y permite que el diablo venga a nosotros; tenemos que resistirle,<br />

cuidándonos <strong>de</strong> toda apariencia <strong>de</strong> mal. —El ocio hace al <strong>la</strong>drón. Los que no trabajan se exponen a<br />

<strong>la</strong> tentación <strong>de</strong> robar. Los hombres <strong>de</strong>ben ser trabajadores para que puedan hacer algo <strong>de</strong> bien, y para<br />

que sean librados <strong>de</strong> <strong>la</strong> tentación. Deben trabajar no sólo para vivir honestamente, sino para que<br />

puedan dar para <strong>la</strong>s necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l prójimo. Entonces, ¡qué hemos <strong>de</strong> pensar <strong>de</strong> los l<strong>la</strong>mados<br />

cristianos, que se enriquecen con frau<strong>de</strong>, opresión y prácticas engañosas! Para que Dios acepte <strong>la</strong>s<br />

ofrendas, no <strong>de</strong>ben ganarse con injusticia y robo, sino con honestidad y trabajo. Dios odia el robo<br />

para los holocaustos.<br />

Vv. 29—32. Las pa<strong>la</strong>bras sucias salen <strong>de</strong> <strong>la</strong> corrupción <strong>de</strong>l que <strong>la</strong>s dice y corrompen <strong>la</strong> mente <strong>de</strong><br />

los que <strong>la</strong>s oyen: los cristianos <strong>de</strong>ben cuidarse <strong>de</strong> esa manera <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r. Es <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> los cristianos<br />

procurar <strong>la</strong> bendición <strong>de</strong> Dios, que <strong>la</strong>s personas piensen seriamente y animar y advertir a los<br />

creyentes con lo que digan. Sed amables unos con otros. Esto establece el principio <strong>de</strong>l amor en el<br />

corazón y su expresión externa en una conducta cortés y humil<strong>de</strong>. —Nótese cómo el perdón <strong>de</strong> Dios<br />

nos hace perdonar. Dios nos perdonó aunque no teníamos razón para pecar contra Él. Debemos<br />

perdonar como Él nos ha perdonado. Toda comunicación mentirosa y corrupta, que estimule los

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!