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Comentario de la Biblia Matthew Henry

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salvajes es tan seguro como con los hombres enfurecidos por el celo partidario y <strong>la</strong> codicia<br />

<strong>de</strong>sencantada, que piensan que todos los argumentos quedan sin respuesta, cuando han mostrado que<br />

ellos se enriquecen por medio <strong>de</strong> <strong>la</strong>s prácticas a <strong>la</strong>s cuales surgió oposición. Cualquiera sea el bando<br />

que este espíritu adopte en <strong>la</strong>s disputas religiosas, o cualquiera sea el nombre que tome, es tan<br />

mundano que <strong>de</strong>be ser repudiado por todos los que guardan <strong>la</strong> verdad y <strong>la</strong> piedad. No<br />

<strong>de</strong>sfallezcamos: el Señor <strong>de</strong> lo alto es más po<strong>de</strong>roso que el ruido <strong>de</strong> muchas aguas; Él pue<strong>de</strong> aquietar<br />

<strong>la</strong> furia <strong>de</strong> <strong>la</strong> gente.<br />

CAPÍTULO XX<br />

Versículos 1—6. Los viajes <strong>de</strong> Pablo. 7—12. Eutico es restaurado a <strong>la</strong> vida. 13—16. Pablo viaja a<br />

través <strong>de</strong> Jerusalén. 17—27. El sermón <strong>de</strong> Pablo a los ancianos <strong>de</strong> Éfeso. 28—38. La <strong>de</strong>spedida <strong>de</strong><br />

ellos.<br />

Vv. 1—6. Los tumultos o <strong>la</strong> resistencia pue<strong>de</strong>n constreñir al cristiano para irse <strong>de</strong> su lugar <strong>de</strong> trabajo<br />

o cambiar su propósito, pero su obra y su p<strong>la</strong>cer serán los mismos don<strong>de</strong>quiera que vaya. Pablo<br />

pensó que valía <strong>la</strong> pena emplear cinco días para ir a Troas, aunque tuvo que estar siete días, pero<br />

sabía, y así <strong>de</strong>biéramos nosotros, redimir aun el tiempo <strong>de</strong> viaje haciendo que se volviera en algo<br />

provechoso.<br />

Vv. 7—12. Aunque los discípulos leían, y meditaban, oraban y cantaban a so<strong>la</strong>s, y así mantenían<br />

su comunión con Dios, <strong>de</strong> todos modos se reunían para adorar a Dios y así mantener <strong>la</strong> comunión <strong>de</strong><br />

unos con otros. Se reunían en el primer día <strong>de</strong> <strong>la</strong> semana, el día <strong>de</strong>l Señor. Debe ser observado<br />

religiosamente por todos los discípulos <strong>de</strong> Cristo. Al partir el pan se conmemora no sólo el cuerpo <strong>de</strong><br />

Cristo partido por nosotros, para ser sacrificio por nuestros pecados; representa al cuerpo <strong>de</strong> Cristo<br />

partido para nosotros como alimento y fiesta para nuestras almas. En los primeros tiempos se<br />

acostumbraba a recibir <strong>la</strong> cena <strong>de</strong>l Señor cada día <strong>de</strong>l Señor, celebrando así <strong>la</strong> memoria <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte<br />

<strong>de</strong> Cristo. —Pablo predicó en esta asamblea. La predicación <strong>de</strong>l evangelio <strong>de</strong>be ir unida a los<br />

sacramentos. Ellos estaban dispuestos a oír, él vio que era así, y a<strong>la</strong>rgó su sermón hasta <strong>la</strong><br />

medianoche. —Dormirse cuando se escucha <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra es ma<strong>la</strong> señal, señal <strong>de</strong> poca estima <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> Dios. Debemos hacer lo que podamos para no dormirnos; no dormirnos sino lograr que<br />

nuestro corazón sea afectado por <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra que oímos <strong>de</strong> forma que echemos lejos el sueño. La<br />

enfermedad requiere ternura, pero el <strong>de</strong>sprecio merece severidad. Interrumpió <strong>la</strong> predicación <strong>de</strong>l<br />

apóstol, pero para confirmar su predicación. —Eutico fue <strong>de</strong>vuelto a <strong>la</strong> vida. Como no sabían cuando<br />

tendrían nuevamente <strong>la</strong> compañía <strong>de</strong> Pablo, <strong>la</strong> aprovecharon lo mejor que pudieron y reconocieron<br />

que per<strong>de</strong>r una noche <strong>de</strong> sueño era bueno para tal propósito. ¡Con cuánta rareza se pier<strong>de</strong>n horas <strong>de</strong><br />

reposo con el propósito <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong>voción, pero con cuánta frecuencia se hace por <strong>la</strong> mera diversión o<br />

jolgorio pecaminoso! ¡Tanto cuesta que <strong>la</strong> vida espiritual florezca en el corazón <strong>de</strong>l hombre y tan<br />

natural es que allí florezcan <strong>la</strong>s costumbres carnales!<br />

Vv. 13—16. Pablo se apresuró a partir hacia Jerusalén, pero trató <strong>de</strong> hacer el bien en el camino,<br />

cuando iba <strong>de</strong> lugar en lugar, como <strong>de</strong>be hacer todo hombre bueno. Muy a menudo <strong>de</strong>bemos<br />

contrariar nuestra voluntad y <strong>la</strong> <strong>de</strong> nuestros amigos al hacer <strong>la</strong> obra <strong>de</strong> Dios; no <strong>de</strong>bemos per<strong>de</strong>r<br />

tiempo con ellos cuando el <strong>de</strong>ber nos l<strong>la</strong>ma a otro <strong>la</strong>do.<br />

Vv. 17—27. Los ancianos sabían que Pablo no era hombre interesado en sí mismo ni<br />

manipu<strong>la</strong>dor. Los que sirven al Señor en algún oficio en forma aceptable y provechosa para el<br />

prójimo, <strong>de</strong>ben hacerlo con humildad. Él era un predicador simple, uno que <strong>de</strong>cía el mensaje para

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