14.05.2013 Views

Comentario de la Biblia Matthew Henry

Comentario de la Biblia Matthew Henry

Comentario de la Biblia Matthew Henry

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

CAPÍTULO XV<br />

Versículos 1—10. Parábo<strong>la</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> oveja y <strong>de</strong> <strong>la</strong> pieza <strong>de</strong> p<strong>la</strong>ta perdidas. 11—16. El hijo pródigo,—<br />

su maldad y angustia. 17—24. Arrepentimiento y perdón. 25—32. El hermano mayor ofendido.<br />

Vv. 1—10. La parábo<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> oveja perdida es muy aplicable a <strong>la</strong> gran obra <strong>de</strong> <strong>la</strong> re<strong>de</strong>nción <strong>de</strong>l<br />

hombre. La oveja perdida representa al pecador apartado <strong>de</strong> Dios y expuesto a ruina segura si no es<br />

llevado <strong>de</strong> vuelta a Él, aunque no <strong>de</strong>see regresar. Cristo es ferviente para llevar a casa a los<br />

pecadores. —En <strong>la</strong> parábo<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> pieza <strong>de</strong> p<strong>la</strong>ta perdida, lo que está perdido es una pieza <strong>de</strong> pequeño<br />

valor, comparada con el resto. Pero <strong>la</strong> mujer busca diligentemente hasta encontrar<strong>la</strong>. Esto representa<br />

los variados medios y métodos que usa Dios para llevar <strong>la</strong>s almas perdidas a casa, a sí mismo, y el<br />

gozo <strong>de</strong>l Salvador por el regreso <strong>de</strong> ellos a Él. ¡Cuán cuidadosos <strong>de</strong>bemos ser entonces con nuestro<br />

arrepentimiento, que sea para salvación!<br />

Vv. 11—16. La parábo<strong>la</strong> <strong>de</strong>l hijo pródigo muestra <strong>la</strong> naturaleza <strong>de</strong>l arrepentimiento y <strong>la</strong><br />

prontitud <strong>de</strong>l Señor para acoger bien y ben<strong>de</strong>cir a todos los que vuelven a Él. Expone plenamente <strong>la</strong>s<br />

riquezas <strong>de</strong> <strong>la</strong> gracia <strong>de</strong>l evangelio; y ha sido y será, mientras dure el mundo, <strong>de</strong> utilidad in<strong>de</strong>cible<br />

para los pobres pecadores, para guiarlos y alentarlos a arrepentirse y a regresar a Dios. —Malo es, y<br />

es el peor comienzo, cuando los hombres consi<strong>de</strong>ran los dones <strong>de</strong> Dios como <strong>de</strong>uda. La gran<br />

necedad <strong>de</strong> los pecadores, y lo que los arruina, es estar contentos con recibir sus cosas buenas<br />

durante su vida. Nuestros primeros padres se <strong>de</strong>struyeron, a sí mismos y a toda <strong>la</strong> raza, por <strong>la</strong> necia<br />

ambición <strong>de</strong> ser in<strong>de</strong>pendientes, y esto está en el fondo <strong>de</strong> <strong>la</strong> persistencia <strong>de</strong> los pecadores en su<br />

pecado. —Todos po<strong>de</strong>mos discernir algunos rasgos <strong>de</strong> nuestro propio carácter en el <strong>de</strong>l hijo pródigo.<br />

Un estado pecaminoso es un estado <strong>de</strong> separación y alejamiento <strong>de</strong> Dios. Un estado pecaminoso es<br />

un estado <strong>de</strong> <strong>de</strong>rroche: los pecadores voluntarios emplean mal sus pensamientos y los po<strong>de</strong>res <strong>de</strong> su<br />

alma, gastan mal su tiempo y todas <strong>la</strong>s oportunida<strong>de</strong>s. Un estado pecaminoso es un estado <strong>de</strong><br />

necesidad. Los pecadores carecen <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cosas necesarias para su alma; no tienen comida ni ropa<br />

para ellos, ni ninguna provisión para el más allá. Un estado pecaminoso es un vil estado <strong>de</strong><br />

esc<strong>la</strong>vitud. El negocio <strong>de</strong> los siervos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>monio es hacer provisión para <strong>la</strong> carne, cumplir sus<br />

lujurias y eso no es mejor que alimentar los cerdos. Un estado pecaminoso es un estado <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>scontento constante. La riqueza <strong>de</strong>l mundo y los p<strong>la</strong>ceres <strong>de</strong> los sentidos ni siquiera satisfacen<br />

nuestros cuerpos, pero ¡qué son en comparación con el valor <strong>de</strong> <strong>la</strong>s almas! Un estado pecaminoso es<br />

un estado que no pue<strong>de</strong> buscar alivio <strong>de</strong> ninguna criatura. En vano lloramos al mundo y a <strong>la</strong> carne;<br />

tienen lo que envenena el alma, pero nada tienen que <strong>la</strong> alimente y nutra. Un estado pecaminoso es<br />

un estado <strong>de</strong> muerte. El pecador está muerto en <strong>de</strong>litos y pecados, <strong>de</strong>sprovisto <strong>de</strong> vida espiritual. Un<br />

estado pecaminoso es un estado perdido. Las almas que están separadas <strong>de</strong> Dios, si su misericordia<br />

no lo evita, pronto estarán perdidas para siempre. El <strong>de</strong>sgraciado estado <strong>de</strong>l hijo pródigo sólo es una<br />

pálida sombra <strong>de</strong> <strong>la</strong> horrorosa ruina <strong>de</strong>l hombre por el pecado, ¡pero cuán pocos son sensibles a su<br />

propio estado y carácter!<br />

Vv. 17—24. Habiendo visto el hijo pródigo en su abyecto estado <strong>de</strong> miseria, tenemos que<br />

consi<strong>de</strong>rar en seguida su recuperación. Esto empieza cuando vuelve en sí. Ese es un punto <strong>de</strong> retorno<br />

en <strong>la</strong> conversión <strong>de</strong>l pecador. El Señor abre sus ojos y le convence <strong>de</strong> pecado; entonces, se ve a sí<br />

mismo, y a todo objeto bajo una luz diferente <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong> antes. Así, el pecador convicto percibe que el<br />

siervo más pobre <strong>de</strong> Dios es más dichoso que él. Mirar a Dios como Padre, y nuestro Padre, será<br />

muy útil para nuestro arrepentimiento y regreso a Él. El hijo pródigo se levantó y no se <strong>de</strong>tuvo hasta<br />

que llegó a su casa. Así, el pecador arrepentido <strong>de</strong>ja resueltamente <strong>la</strong> atadura <strong>de</strong> Satanás y sus<br />

lujurias, y regresa a Dios por medio <strong>de</strong> <strong>la</strong> oración, a pesar <strong>de</strong> sus temores y <strong>de</strong>salientos. El Señor lo<br />

sale a encontrar con muestras inesperadas <strong>de</strong> su amor perdonador. Nuevamente, <strong>la</strong> recepción <strong>de</strong>l

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!