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Comentario de la Biblia Matthew Henry

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sus tiempos; Él formó el espíritu <strong>de</strong> cada hombre en su interior. Todos los po<strong>de</strong>res <strong>de</strong> <strong>la</strong> criatura<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> Él, y para nada cuentan ni para nada sirven sin Él. Si hacemos que el favor <strong>de</strong> Dios sea<br />

seguro para nosotros, entonces no tenemos que temer lo que esté en contra nuestra. Tenemos que<br />

darle a Él <strong>la</strong> gloria <strong>de</strong> su gracia especial. Todos los intentos humanos para <strong>la</strong> salvación <strong>de</strong> nuestra<br />

alma son vanos, pero el ojo vigi<strong>la</strong>nte <strong>de</strong>l Señor está sobre aquellos cuyo temor consciente <strong>de</strong> su<br />

nombre proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> esperanza que cree en su misericordia. Ellos serán socorridos en sus<br />

dificulta<strong>de</strong>s; no recibirán daño real en sus peligros. —Quienes temen a Dios y su ira, <strong>de</strong>ben esperar<br />

en Dios y su misericordia, porque no hay modo <strong>de</strong> huir <strong>de</strong> Él sino huir hacia Él. Que tu misericordia,<br />

oh Señor, esté sobre nosotros; que siempre tengamos consuelo y provecho, no por nuestro mérito,<br />

sino conforme a <strong>la</strong> promesa que tú nos diste en tu pa<strong>la</strong>bra y conforme a <strong>la</strong> fe que nos diste por tu<br />

Espíritu y tu gracia.<br />

SALMO XXXIV<br />

Versículos 1—10. David a<strong>la</strong>ba a Dios y anima a confiar en Él. 11—22. Exhorta a temer al Señor.<br />

Vv. 1—10. Si esperamos pasar <strong>la</strong> eternidad a<strong>la</strong>bando a Dios, es propio que <strong>de</strong>bamos pasar gran parte<br />

<strong>de</strong> nuestro tiempo aquí en esta tarea. Él nunca dijo a nadie: Búscame en vano. Las oraciones <strong>de</strong><br />

David ayudaron a acal<strong>la</strong>r sus temores; muchos, fuera <strong>de</strong> él, han mirado al Señor por fe y oración y<br />

los ha revivido y conso<strong>la</strong>do maravillosamente. Cuando miramos al mundo nos confundimos y<br />

per<strong>de</strong>mos, pero <strong>de</strong> mirar a Cristo <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> toda nuestra salvación y también todas <strong>la</strong>s cosas<br />

necesarias para el<strong>la</strong>. —Este pobre, al cual nadie miraba con respeto ni cuidaba con preocupación, fue<br />

no obstante bienvenido al trono <strong>de</strong> <strong>la</strong> gracia; le oyó Jehová y lo libró <strong>de</strong> todas sus angustias. Los<br />

santos ángeles ministran a los santos y los <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n contra <strong>la</strong>s potesta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s. Toda <strong>la</strong><br />

gloria sea al Señor <strong>de</strong> los ángeles. Por el gusto y <strong>la</strong> vista hacemos <strong>de</strong>scubrimientos y tenemos gozo;<br />

gustad y ved que es bueno Jehová; toma nota y consué<strong>la</strong>te en esto. Él hace verda<strong>de</strong>ramente dichosos<br />

a todos los que confían en Él. En cuanto a <strong>la</strong>s cosas <strong>de</strong>l otro mundo, ellos recibirán <strong>la</strong> gracia<br />

suficiente para el apoyo <strong>de</strong> su vida espiritual. Y en cuanto a esta vida, ellos tendrán lo necesario <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

mano <strong>de</strong> Dios. Pablo lo tuvo todo, y abundó, porque estaba contento, Filipenses iv, 11–18. Quienes<br />

confían en sí mismos pensando que sus propios esfuerzos les son suficientes, tendrán necesidad, pero<br />

los que confían en el Señor serán alimentados. No les faltará a los que obran tranqui<strong>la</strong>mente y<br />

cumplen sus obligaciones.<br />

Vv. 11—22. Que <strong>la</strong> gente joven empiece <strong>la</strong> vida aprendiendo el temor <strong>de</strong>l Señor, si aquí <strong>de</strong>sean<br />

consuelo verda<strong>de</strong>ro, y felicidad eterna en el más allá. Serán muy felices los que se inician temprano<br />

en el servicio <strong>de</strong> tan buen Amo. —Todos <strong>de</strong>sean ser felices. Con seguridad esto <strong>de</strong>be mirar más allá<br />

<strong>de</strong>l mundo presente; porque <strong>la</strong> vida <strong>de</strong>l hombre en <strong>la</strong> tierra es <strong>de</strong> unos pocos días, y llenos <strong>de</strong><br />

tribu<strong>la</strong>ciones. ¿Qué hombre es el que verá lo bueno <strong>de</strong> allá don<strong>de</strong> toda bienaventuranza es perfecta?<br />

¡Ay! Pocos son los que tienen este bien en sus pensamientos. —La religión que promete lo mejor es<br />

<strong>la</strong> que hace ve<strong>la</strong>r sobre el corazón y <strong>la</strong> lengua. No basta con no herir, <strong>de</strong>bemos estudiar como ser<br />

útiles y vivir para algún propósito; tenemos que buscar <strong>la</strong> paz y seguir<strong>la</strong>; estar dispuestos a negarnos<br />

a nosotros mismos en gran medida en aras <strong>de</strong> <strong>la</strong> paz. —Costumbre constante <strong>de</strong> los verda<strong>de</strong>ros<br />

creyentes es c<strong>la</strong>mar a Dios cuando están en dificulta<strong>de</strong>s, y su consuelo constante es que Él los oye.<br />

Los justos son humil<strong>la</strong>dos por el pecado y son poca cosa ante sus propios ojos. Nada es más<br />

necesario para <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra santidad que el corazón contrito, quebrantado <strong>de</strong> toda confianza en sí<br />

mismo. En ese suelo florecerá toda gracia y nada pue<strong>de</strong> animar más a alguien así, que <strong>la</strong> gracia rica y<br />

libre <strong>de</strong>l evangelio <strong>de</strong> Jesucristo. —Los justos son puestos bajo <strong>la</strong> protección especial <strong>de</strong>l Señor,<br />

aunque tienen su cuota <strong>de</strong> cruces en este mundo y hay quienes los odian. De <strong>la</strong> misericordia <strong>de</strong>l

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