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Comentario de la Biblia Matthew Henry

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e<strong>de</strong>nción por Cristo. Tú has hecho que sea una bendición universal, eterna para el mundo, en quien<br />

son y serán benditas <strong>la</strong>s familias <strong>de</strong> <strong>la</strong> tierra; y, así, le llenaste <strong>de</strong> alegría con tu presencia en su<br />

empresa, y junto a él en sus esfuerzos por lograr<strong>la</strong>. El Espíritu <strong>de</strong> profecía surge <strong>de</strong> lo re<strong>la</strong>cionado<br />

con el rey, en lo que es peculiar <strong>de</strong> Cristo; ningún otro es ben<strong>de</strong>cido para siempre, mucho menos con<br />

bendición eterna.<br />

Vv. 7—13. El salmista enseña a anhe<strong>la</strong>r con fe, esperanza y oración lo que Dios va a hacer<br />

finalmente. El éxito con que Dios bendijo a David es tipo <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong>rrota final <strong>de</strong> todos los enemigos<br />

<strong>de</strong> Cristo. Quienes hubieran podido tener a Cristo para que los mandara y los salvara, pero lo<br />

rechazaron y lo combatieron, encontrarán que su recuerdo es gusano que no muere. —Dios por<br />

gracia vivifica a los pecadores, los recibe en su favor, y los libra <strong>de</strong> <strong>la</strong> ira veni<strong>de</strong>ra. Que Dios sea<br />

exaltado en nuestros corazones, por su gracia todopo<strong>de</strong>rosa, para <strong>la</strong> <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> <strong>la</strong>s fortalezas <strong>de</strong>l<br />

pecado y <strong>de</strong> Satanás. ¡Qué gran<strong>de</strong> <strong>de</strong>be ser el gozo <strong>de</strong> nuestra a<strong>la</strong>banza al contemp<strong>la</strong>r a nuestro<br />

Hermano y Amigo en el trono, y por todas <strong>la</strong>s bendiciones que esperamos <strong>de</strong> Él! Sin embargo, Él se<br />

comp<strong>la</strong>ce en su exaltación, que lo capacita para dar felicidad y gloria a pobres pecadores que<br />

apren<strong>de</strong>n a amarle y a confiar en Él.<br />

SALMO XXII<br />

Versículos 1—10. Lamento <strong>de</strong>l <strong>de</strong>saliento. 11—21. Oración pidiendo liberación. 22—31. A<strong>la</strong>banzas<br />

por <strong>la</strong>s misericordias y <strong>la</strong> re<strong>de</strong>nción.<br />

Vv. 1—10. En este salmo, el Espíritu <strong>de</strong> Cristo que estaba en los profetas testifica c<strong>la</strong>ra y<br />

plenamente <strong>de</strong> los sufrimientos <strong>de</strong> Cristo y <strong>la</strong> gloria que seguiría. —Tenemos un doloroso <strong>la</strong>mento<br />

porque Dios se ha retirado. Esto se pue<strong>de</strong> aplicar a cualquier hijo <strong>de</strong> Dios, ap<strong>la</strong>stado, abrumado con<br />

pena y terror. Las <strong>de</strong>serciones espirituales son <strong>la</strong>s aflicciones más dolorosas <strong>de</strong> los santos; pero hasta<br />

su queja por estas cargas es una señal <strong>de</strong> vida espiritual y <strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong> los sentidos espirituales.<br />

C<strong>la</strong>mar: ¿Dios mío por qué estoy enfermo? ¿Por qué estoy pobre?, tiene sabor a <strong>de</strong>scontento y<br />

mundanalidad. Pero: ¿Por qué me has abandonado? es el lenguaje <strong>de</strong> un corazón que ata su felicidad<br />

al favor <strong>de</strong> Dios. —Esto <strong>de</strong>be aplicarse a Cristo. Con <strong>la</strong>s primeras pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong> esta queja <strong>de</strong>rramó su<br />

alma ante Dios cuando estaba en <strong>la</strong> cruz, Mateo xxvii, 46. Siendo verda<strong>de</strong>ro hombre, Cristo sintió<br />

una indisposición natural a pasar a través <strong>de</strong> tan gran<strong>de</strong>s dolores, pero prevalecieron su celo y amor.<br />

Cristo <strong>de</strong>c<strong>la</strong>ra <strong>la</strong> santidad <strong>de</strong> Dios, su Padre celestial, en sus sufrimientos más agudos; sí, los <strong>de</strong>c<strong>la</strong>ra<br />

como prueba <strong>de</strong> aquello por lo cual sería perpetuamente a<strong>la</strong>bado por su Israel, más que por todas <strong>la</strong>s<br />

otras liberaciones que recibieron. Nunca nadie que esperó en ti, fue avergonzado <strong>de</strong> su esperanza;<br />

nunca nadie que te buscó, te buscó en vano. —Aquí hay un <strong>la</strong>mento por el <strong>de</strong>sprecio y oprobio <strong>de</strong><br />

los hombres. El Salvador hab<strong>la</strong> <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> rechazo al cual estaba reducido. La historia <strong>de</strong> los<br />

sufrimientos <strong>de</strong> Cristo y <strong>de</strong> su nacimiento explica esta profecía.<br />

Vv. 11—21. En estos versículos tenemos el sufrimiento <strong>de</strong> Cristo, y a Cristo orando; en ellos<br />

somos dirigidos a buscar cruces y, bajo el<strong>la</strong>s, mirar a Dios. Se <strong>de</strong>scribe <strong>la</strong> forma misma <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte<br />

<strong>de</strong> Cristo, aunque no era <strong>la</strong> usada por los judíos. Ellos horadaron sus manos y sus pies, al c<strong>la</strong>varlos<br />

en el ma<strong>de</strong>ro maldito, y todo su cuerpo fue <strong>de</strong>jado colgando para que sufriera los dolores y torturas<br />

más severos. Su fuerza natural falló, siendo consumida por el fuego <strong>de</strong> <strong>la</strong> ira divina que hizo presa <strong>de</strong><br />

su espíritu. ¿Quién pue<strong>de</strong>, entonces, resistir <strong>la</strong> ira <strong>de</strong> Dios? O, ¿quién conoce su fuerza? La vida <strong>de</strong>l<br />

pecador fue abandonada, y <strong>la</strong> vida <strong>de</strong>l Sacrificio <strong>de</strong>be ser su re<strong>de</strong>nción. Cuando fue crucificado,<br />

nuestro Señor Jesús fue <strong>de</strong>svestido para que pudiera revestirnos con <strong>la</strong> túnica <strong>de</strong> su justicia. Así<br />

estaba escrito, en consecuencia, correspondía que Cristo así sufriera. Que todo esto confirme nuestra

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