14.05.2013 Views

Comentario de la Biblia Matthew Henry

Comentario de la Biblia Matthew Henry

Comentario de la Biblia Matthew Henry

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

CAPÍTULO I<br />

Versículos 1—5. Pruebas <strong>de</strong> <strong>la</strong> resurrección <strong>de</strong> Cristo. 6—11. La ascensión <strong>de</strong> Cristo. 12—14. Los<br />

apóstoles se reúnen orando. 15—26. Matías es elegido en lugar <strong>de</strong> Judas.<br />

Vv. 1—5. Nuestro Señor dijo a los discípulos <strong>la</strong> obra que tenían que hacer. Los apóstoles se<br />

reunieron en Jerusalén, habiéndoles mandado Cristo que no se fueran <strong>de</strong> ahí pero esperasen el<br />

<strong>de</strong>rramamiento <strong>de</strong>l Espíritu Santo. Esto sería un bautismo por el Espíritu Santo, que les daría po<strong>de</strong>r<br />

para hacer mi<strong>la</strong>gros e iba a iluminar y a santificar sus almas. Esto confirma <strong>la</strong> promesa divina y nos<br />

anima para <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> el<strong>la</strong>, porque <strong>la</strong> oímos <strong>de</strong> Cristo y en Él todas <strong>la</strong>s promesas <strong>de</strong> Dios son sí y<br />

amén.<br />

Vv. 6—11. Se apresuraron para preguntar lo que su Maestro nunca les mandó ni les animó a<br />

buscar. Nuestro Señor sabía que su ascensión y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong>l Espíritu Santo pronto pondrían fin a<br />

esas expectativas y, por tanto, sólo los reprendió; pero esto es una advertencia para su Iglesia <strong>de</strong><br />

todos los tiempos: cuidarse <strong>de</strong> <strong>de</strong>sear conocimientos prohibidos. Había dado instrucciones a sus<br />

discípulos para que cumplieran su <strong>de</strong>ber, tanto antes <strong>de</strong> su muerte y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su resurrección, y este<br />

conocimiento basta para el cristiano. Basta que Él se haya propuesto dar a los creyentes una fuerza<br />

igual a sus pruebas y servicios; que, bajo el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l Espíritu Santo, sean <strong>de</strong> una u otra manera<br />

testigos <strong>de</strong> Cristo en <strong>la</strong> tierra, mientras en el cielo Él cuida con perfecta sabiduría, verdad y amor <strong>de</strong><br />

sus intereses. —Cuando nos quedamos mirando y ocupados en nimieda<strong>de</strong>s, que el pensar en <strong>la</strong><br />

segunda venida <strong>de</strong> nuestro Maestro nos estimule y <strong>de</strong>spierte: cuando nos que<strong>de</strong>mos mirando y<br />

temb<strong>la</strong>ndo, que nos consuelen y animen. Que nuestra expectativa así sea constante y jubilosa,<br />

poniendo diligencia en ser hal<strong>la</strong>dos irreprensibles por Él.<br />

Vv. 12—14. Dios pue<strong>de</strong> hal<strong>la</strong>r lugares <strong>de</strong> refugio para su pueblo. Ellos suplicaron. Todo el<br />

pueblo <strong>de</strong> Dios es pueblo <strong>de</strong> oración. Ahora era el momento <strong>de</strong> los problemas y peligros para los<br />

discípulos <strong>de</strong> Cristo; pero si alguien está afligido, ore; eso acal<strong>la</strong>rá sus preocupaciones y temores.<br />

Ahora tenían una gran obra que hacer y, antes que <strong>la</strong> empezaran, oraron fervientemente a Dios<br />

pidiendo su presencia. Esperando el <strong>de</strong>rramamiento <strong>de</strong>l Espíritu y abundando en oración. Los que<br />

están orando son los que están en mejor situación para recibir bendiciones espirituales. Cristo había<br />

prometido enviar pronto al Espíritu Santo; esa promesa no tenía que eliminar <strong>la</strong> oración, sino<br />

vivificar<strong>la</strong> y alentar<strong>la</strong>. Un grupo pequeño unido en amor, <strong>de</strong> conducta ejemp<strong>la</strong>r, ferviente para orar, y<br />

sabiamente celoso para el progreso <strong>de</strong> <strong>la</strong> causa <strong>de</strong> Cristo, probablemente crezca con rapi<strong>de</strong>z.<br />

Vv. 15—26. La gran cosa <strong>de</strong> <strong>la</strong> que los apóstoles <strong>de</strong>bían atestiguar ante el mundo era <strong>la</strong><br />

resurrección <strong>de</strong> Cristo, porque era <strong>la</strong> gran prueba <strong>de</strong> que Él es el Mesías, y el fundamento <strong>de</strong> nuestra<br />

esperanza en Él. Los apóstoles fueron or<strong>de</strong>nados, no para asumir dignida<strong>de</strong>s y po<strong>de</strong>res mundanales,<br />

sino para predicar a Cristo y el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> su resurrección. —Se efectuó una ape<strong>la</strong>ción a Dios: ―Tú,<br />

Señor, que conoces los corazones <strong>de</strong> todos‖, cosa que nosotros no, y es mejor que ellos conozcan el<br />

suyo. Es a<strong>de</strong>cuado que Dios escoja a sus siervos y, en <strong>la</strong> medida que Él, por <strong>la</strong>s disposiciones <strong>de</strong> su<br />

provi<strong>de</strong>ncia o los dones <strong>de</strong>l Espíritu, muestra a quien ha escogido, o qué ha escogido para nosotros,<br />

<strong>de</strong>bemos a<strong>de</strong>cuarnos a su voluntad. Reconozcamos su mano en <strong>la</strong> <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> cada cosa que<br />

nos sobrevenga, especialmente en alguna comisión que nos sea encargada.<br />

CAPÍTULO II

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!