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Comentario de la Biblia Matthew Henry

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Vv. 8—14. La <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong> Judá se hizo ahora más evi<strong>de</strong>nte que nunca. Ahora, también<br />

<strong>de</strong>scubrieron su confianza carnal y su seguridad carnal. Miraban sus fortificaciones. Aseguraron <strong>la</strong><br />

provisión <strong>de</strong> agua para <strong>la</strong> ciudad. Pero <strong>de</strong>scuidaron a Dios en todos sus preparativos. En lo que<br />

hicieron no les importó su gloria. No <strong>de</strong>pendieron <strong>de</strong> Él para que bendijera sus esfuerzos. Porque<br />

cada criatura es para nosotros lo que Dios <strong>la</strong> haga ser; y <strong>de</strong>bemos ben<strong>de</strong>cirlo por eso, y usar<strong>la</strong> para<br />

Él. —Había gran <strong>de</strong>sprecio <strong>de</strong> <strong>la</strong> ira y justicia <strong>de</strong> Dios al conten<strong>de</strong>r con ellos. El <strong>de</strong>signio <strong>de</strong> Dios era<br />

humil<strong>la</strong>rlos y llevarlos al arrepentimiento. Ellos iban en sentido contrario. La presente incredulidad<br />

acerca <strong>de</strong> otra vida <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esta, está en el fondo <strong>de</strong> <strong>la</strong> seguridad carnal y <strong>de</strong> <strong>la</strong> sensualidad brutal<br />

que son el pecado, <strong>la</strong> vergüenza, y <strong>la</strong> ruina <strong>de</strong> una parte tan gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad. Dios estaba<br />

<strong>de</strong>scontento con esto. Es un pecado contra el remedio, y no es probable que ellos se arrepintieran<br />

alguna vez. Sea que esta incredulidad obre por soberbia o <strong>de</strong>sesperación, produce el mismo<br />

<strong>de</strong>sprecio <strong>de</strong> Dios y es señal <strong>de</strong> que el hombre muere voluntariamente.<br />

Vv. 15—25. Este mensaje a Sebna es una reprensión <strong>de</strong> su orgullo, vanidad y seguridad; ¡qué<br />

vana es toda gran<strong>de</strong>za terrenal, que con <strong>la</strong> muerte acabará pronto! ¿De qué servirá si somos puestos<br />

en una tumba magnífica o cubiertos por el pasto ver<strong>de</strong>? Los que cuando están en el po<strong>de</strong>r dan vuelta<br />

y hacen saltar a los <strong>de</strong>más, serán justamente dados vuelta y hechos saltar. —Eliaquim sería puesto en<br />

el lugar <strong>de</strong> Sebna. Los l<strong>la</strong>mados a puestos <strong>de</strong> confianza y po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>ben acudir a Dios por gracia que<br />

les capacite para su <strong>de</strong>ber. Descripción <strong>de</strong>l ascenso <strong>de</strong> Eliaquim. Nuestro Señor Jesús <strong>de</strong>scribe su<br />

po<strong>de</strong>r como Mediador, Apocalipsis iii, 7, que Él tiene <strong>la</strong> l<strong>la</strong>ve <strong>de</strong> David. Su po<strong>de</strong>r en el reino <strong>de</strong>l<br />

cielo y en el or<strong>de</strong>namiento <strong>de</strong> todos los asuntos <strong>de</strong> ese reino es absoluto. Los reyes <strong>de</strong>ben ser padres<br />

para los que están bajo su gobierno; <strong>la</strong> honra que los hombres dan a sus familias, por su piedad y<br />

servicio, <strong>de</strong>be ser valorada en más <strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>rivan <strong>de</strong> sus nombres y títulos. La gloria <strong>de</strong> este<br />

mundo no da al hombre verda<strong>de</strong>ro valor ni excelencia; sino que le es colgada y pronto se le caerá. —<br />

Eliaquim se compara con un c<strong>la</strong>vo en lugar seguro; toda su familia <strong>de</strong>pendía <strong>de</strong> él. En <strong>la</strong>s casas<br />

orientales, se ponían en los muros hileras <strong>de</strong> <strong>la</strong>rgas estacas. De estas se colgaban <strong>la</strong>s cosas móviles y<br />

los utensilios. Nuestro Señor Jesús es como un c<strong>la</strong>vo en lugar seguro. No pue<strong>de</strong> perecer el alma, ni<br />

ese interés caer al suelo, si por fe cuelga <strong>de</strong> Cristo. Es como puerta abierta puesta ante el creyente,<br />

puerta que ningún hombre pue<strong>de</strong> cerrar, y conduce al cuerpo y al alma a <strong>la</strong> gloria eterna. Pero los<br />

que <strong>de</strong>sprecian tan gran<strong>de</strong> salvación encontrarán que cuando Él cierre, nadie podrá abrir, sea que se<br />

cierre <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo o en el infierno para siempre.<br />

CAPÍTULO XXIII<br />

Versículos 1—14. La caída <strong>de</strong> Tiro. 15—18. Restablecido.<br />

Vv. 1—14. Tiro era el mercado <strong>de</strong> <strong>la</strong>s naciones. Era notable por <strong>la</strong> alegría y <strong>la</strong>s diversiones; y esto <strong>la</strong><br />

llevó a aborrecer <strong>la</strong>s advertencias que Dios dio por medio <strong>de</strong> sus siervos. Sus merca<strong>de</strong>res eran<br />

príncipes y vivían como príncipes. Destruida y saqueada Tiro, los merca<strong>de</strong>res <strong>de</strong>bían abandonar<strong>la</strong>.<br />

Huyen a cambio por su propia seguridad, pero los que están inquietos en un lugar, lo estarán en otro;<br />

porque cuando los juicios <strong>de</strong> Dios persiguen a los pecadores, los alcanzarán. ¿De dón<strong>de</strong> vendrá todo<br />

este problema? Es <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> parte <strong>de</strong>l Todopo<strong>de</strong>roso. Dios quiere convencer a los hombres <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> vanidad e incertidumbre <strong>de</strong> toda gloria terrenal. Que <strong>la</strong> ruina <strong>de</strong> Tiro sea advertencia a todos los<br />

lugares y personas para cuidarse <strong>de</strong> <strong>la</strong> soberbia; porque el que se exalta, será humil<strong>la</strong>do. Dios lo hará,<br />

que tiene todo el po<strong>de</strong>r en su mano; pero los cal<strong>de</strong>os serán sus instrumentos.<br />

Vv. 15—18. Las <strong>de</strong>so<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong> Tiro no iban a ser para siempre. El Señor visitará a Tiro con<br />

misericordia. Pero cuando sea liberada, usará sus viejas artes <strong>de</strong> tentación. El amor <strong>de</strong> <strong>la</strong> riqueza

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