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Comentario de la Biblia Matthew Henry

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externa, pero el hombre, por <strong>la</strong> regeneración <strong>de</strong>l Espíritu, es capacitado para arrepentirse y profesar<br />

<strong>la</strong> fe, y proponerse <strong>la</strong> vida nueva, rectamente, y como en presencia <strong>de</strong> Dios. Cuidémonos <strong>de</strong> no<br />

apoyarnos en <strong>la</strong>s formas externas. Aprendamos a mirar espiritualmente <strong>la</strong>s or<strong>de</strong>nanzas <strong>de</strong> Dios y a<br />

inquirir por el efecto espiritual y <strong>la</strong> obra <strong>de</strong> ellos en nuestras conciencias. Nosotros <strong>de</strong>searíamos que<br />

toda <strong>la</strong> religión se redujera a cosas externas, pero muchos <strong>de</strong> los que fueron bautizados y<br />

participaron constantemente a <strong>la</strong>s or<strong>de</strong>nanzas, han seguido sin Cristo, murieron en sus pecados y<br />

ahora están más allá <strong>de</strong>l rescate. Entonces no <strong>de</strong>scanséis hasta estar limpiados por el Espíritu <strong>de</strong><br />

Cristo y <strong>la</strong> sangre <strong>de</strong> Cristo. Su resurrección <strong>de</strong> entre los muertos es lo que nos asegura <strong>la</strong><br />

purificación y <strong>de</strong> <strong>la</strong> paz.<br />

CAPÍTULO IV<br />

Versículos 1—6. Se insta a consi<strong>de</strong>rar los sufrimientos <strong>de</strong> Cristo para <strong>la</strong> pureza y <strong>la</strong> santidad. 7—<br />

11. El final cercano <strong>de</strong>l estado judío como razón para <strong>la</strong> sobriedad, <strong>la</strong> vigi<strong>la</strong>ncia y <strong>la</strong> oración.<br />

12—19. Se exhorta a los creyentes a regocijarse y gloriarse en los reproches y los sufrimientos<br />

por Cristo y a encomendar sus almas al cuidado <strong>de</strong>l fiel Dios.<br />

Vv. 1–6. Los mejores y más firmes argumentos contra el pecado se toman <strong>de</strong> los sufrimientos <strong>de</strong><br />

Cristo. Él murió para <strong>de</strong>struir el pecado; y aunque se sometió jubilosamente a los peores<br />

sufrimientos, nunca dio lugar al menor pecado. Las tentaciones no podrían dominar si no fuera por <strong>la</strong><br />

propia corrupción <strong>de</strong>l hombre; pero los cristianos verda<strong>de</strong>ros hacen <strong>de</strong> <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong> Dios, no <strong>de</strong> sus<br />

propios <strong>de</strong>seos ni lujuria, <strong>la</strong> reg<strong>la</strong> <strong>de</strong> su vida y <strong>de</strong> sus acciones. La conversión verda<strong>de</strong>ra hace un<br />

cambio maravilloso en el corazón y en <strong>la</strong> vida. Altera <strong>la</strong> mente, el juicio, los afectos y <strong>la</strong> conducta.<br />

Cuando el hombre se convierte verda<strong>de</strong>ramente, le resulta muy triste pensar cómo pasó el tiempo<br />

pasado <strong>de</strong> su vida. —Un pecado trae a otro. Aquí se mencionan seis pecados que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n unos <strong>de</strong><br />

otros. Deber <strong>de</strong>l cristiano es no sólo guardarse <strong>de</strong> <strong>la</strong> maldad crasa, sino también <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cosas que<br />

conducen al pecado o que tienen apariencia <strong>de</strong> mal. El evangelio había sido predicado a los que<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces estaban muertos, que por el juicio carnal y orgulloso <strong>de</strong> los hombres impíos fueron<br />

con<strong>de</strong>nados como malhechores, sufriendo algunos hasta <strong>la</strong> muerte. Pero siendo vivificados para <strong>la</strong><br />

vida divina por el Espíritu Santo, vivieron para Dios como sus siervos <strong>de</strong>votos. Los creyentes no<br />

<strong>de</strong>ben temer aunque el mundo se burle <strong>de</strong> ellos y les haga reproches.<br />

Vv. 7-11. Muy cercana estaba <strong>la</strong> <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> <strong>la</strong> iglesia y <strong>la</strong> nación judía, anunciada por<br />

nuestro Salvador. El rápido acercamiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte y el juicio nos concierne a todos, a lo cual<br />

nuestras mentes son llevadas naturalmente por estas pa<strong>la</strong>bras. Nuestro próximo fin es un argumento<br />

po<strong>de</strong>roso para hacernos sobrios en todos los asuntos mundanos, y fervientes en <strong>la</strong> religión. —Hay<br />

tantas cosas ma<strong>la</strong>s en todos, que Satanás prevalecerá para incitar divisiones y discordias, si el amor<br />

no cubre, excusa y perdona los errores y <strong>la</strong>s faltas <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más, por <strong>la</strong>s cuales cada uno necesita <strong>la</strong><br />

tolerancia <strong>de</strong>l prójimo. Pero no tenemos que suponer que el amor cubrirá o enmendará los pecados<br />

<strong>de</strong> los que los practican, como para inducir a Dios a perdonarlos. —La naturaleza <strong>de</strong> <strong>la</strong> obra<br />

cristiana, que es obra elevada y difícil, <strong>la</strong> bondad <strong>de</strong>l Amo, y <strong>la</strong> excelencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> recompensa, todo<br />

requiere que nuestros esfuerzos sean serios y fervientes. En todos los <strong>de</strong>beres y los servicios <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

vida, <strong>de</strong>bemos apuntar a <strong>la</strong> gloria <strong>de</strong> Dios como nuestro fin principal. Miserable e inestable es el que<br />

se aferra a sí mismo y se olvida <strong>de</strong> Dios; sólo está confundido por su mérito, ganancia y bajos fines,<br />

que a menudo se frustran y que, cuando los alcanza, él y ellos <strong>de</strong>ben perecer juntos en poco tiempo.<br />

Pero el que se ha dado totalmente a Dios pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir confiadamente que el Señor es su porción y<br />

que nada sino <strong>la</strong> gloria por Jesucristo es sólido y dura<strong>de</strong>ro: eso dura para siempre.

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