14.05.2013 Views

Comentario de la Biblia Matthew Henry

Comentario de la Biblia Matthew Henry

Comentario de la Biblia Matthew Henry

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ningún hombre te atemorice, ninguno sea tu esperanza, sino sea tu esperanza en Jehová tu Dios.<br />

Hagamos <strong>de</strong> esto nuestra gran preocupación.<br />

CAPÍTULO III<br />

Versículos 1—9. Las ca<strong>la</strong>mida<strong>de</strong>s por sobrevenir a <strong>la</strong> tierra. 10—15. La iniquidad <strong>de</strong>l pueblo. 16—<br />

26. La angustia <strong>de</strong> <strong>la</strong>s mujeres soberbias y lujuriosas <strong>de</strong> Sion.<br />

Vv. 1—9. Dios estaba por quitar a Judá todo apoyo y sustento. La ciudad y <strong>la</strong> tierra iban a ser<br />

<strong>de</strong>so<strong>la</strong>das por cuanto sus pa<strong>la</strong>bras y obras habían sido rebel<strong>de</strong>s contra el Señor, aun en su santo<br />

templo. —Si los hombres no permanecen en Dios, pronto Él quitará todo otro apoyo y, entonces, se<br />

hundirán. Cristo es el Pan <strong>de</strong> vida y el Agua viva; si Él es nuestro sustento, encontraremos que es<br />

bueno no ser <strong>de</strong>sechados, Juan vi, 27. Nótese aquí: —1. Que <strong>la</strong> condición <strong>de</strong> los pecadores es<br />

excesivamente <strong>la</strong>mentable. —2. Es el alma <strong>la</strong> que es dañada por el pecado. —3. Cualquiera sea el<br />

mal que caiga sobre los pecadores, tened <strong>la</strong> seguridad <strong>de</strong> que se lo acarrean ellos mismos.<br />

Vv. 10—15. La reg<strong>la</strong> era cierta: hubiera prosperidad o trastorno nacional, al justo le iría bien y<br />

mal al impío. Bendito sea Dios, que hay abundante aliento para que el justo confíe en Él y para que<br />

los pecadores se arrepientan y regresen a Él. Era hora que el Señor mostrara su po<strong>de</strong>r. Él l<strong>la</strong>mará a<br />

los hombres a rendir cuenta estricta <strong>de</strong> toda <strong>la</strong> riqueza y el po<strong>de</strong>r que se les confía, y <strong>de</strong>l abuso<br />

cometido con él. Si es pecado <strong>de</strong>scuidar <strong>la</strong>s necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l pobre, ¡cuán odiosa y ma<strong>la</strong> es <strong>la</strong> parte<br />

que ellos tienen, que empobrece a los hombres y los oprime!<br />

Vv. 16—26. El profeta reprueba y advierta a <strong>la</strong>s hijas <strong>de</strong> Sion sus sufrimientos veni<strong>de</strong>ros. Que<br />

sepan que Dios nota <strong>la</strong> necedad y vanidad <strong>de</strong> <strong>la</strong>s mujeres soberbias hasta en su vestimenta. Las<br />

amenazas <strong>de</strong> castigo respondían al pecado. El justo castigo <strong>de</strong>l orgullo suelen ser enfermeda<strong>de</strong>s<br />

repugnantes. No es esencial preguntar qué c<strong>la</strong>se <strong>de</strong> atavíos usaban; muchas <strong>de</strong> esas cosas, si no<br />

hubieran estado <strong>de</strong> moda habrían sido ridiculizadas entonces como ahora. Sus modas diferían mucho<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong>s <strong>de</strong> nuestros tiempos pero <strong>la</strong> naturaleza es <strong>la</strong> misma. El <strong>de</strong>spilfarro <strong>de</strong>l dinero y <strong>de</strong>l tiempo, el<br />

<strong>de</strong>scuido <strong>de</strong> <strong>la</strong> piedad, <strong>de</strong> <strong>la</strong> caridad y hasta <strong>de</strong> <strong>la</strong> justicia, <strong>de</strong>sagrada al Señor. Muchos <strong>de</strong> los<br />

profesantes <strong>de</strong> hoy parecen pensar que no hay mal en los refinamientos mundanos, pero, ¿si no fuese<br />

un gran mal habría el Espíritu Santo enseñado al profeta a <strong>de</strong>nunciarlo con tanta fuerza? —Los<br />

judíos vencidos, y Jerusalén sería arrasada al suelo; lo cual es representado con <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> una mujer<br />

<strong>de</strong>so<strong>la</strong>da, sentada en el suelo en gesto <strong>de</strong> dolor. Si el pecado se alberga <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los muros, el<br />

<strong>la</strong>mento y el duelo están a <strong>la</strong>s puertas.<br />

CAPÍTULO IV<br />

Versículo 1. El <strong>de</strong>sastre ocasionado por <strong>la</strong> guerra. 2—6. Los tiempos <strong>de</strong>l Mesías.<br />

V. 1. Este primer versículo correspon<strong>de</strong> al capítulo tercero. Cuando vinieran trastornos a <strong>la</strong> tierra,<br />

dado que <strong>la</strong> soltería era reprochable entre los judíos, estas mujeres actuarían en contra <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

costumbre y buscarían maridos por sí mismas.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!