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Comentario de la Biblia Matthew Henry

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CAPÍTULO III<br />

Genealogías<br />

De todas <strong>la</strong>s familias <strong>de</strong> Israel ninguna fue tan ilustre como <strong>la</strong> <strong>de</strong> David: aquí tenemos <strong>la</strong> cuenta<br />

completa <strong>de</strong> el<strong>la</strong>. De esta familia, en lo tocante a <strong>la</strong> carne, vino Cristo. El observador atento percibirá<br />

que los hijos <strong>de</strong>l justo disfrutan <strong>de</strong> muchas ventajas.<br />

CAPÍTULO IV<br />

Genealogías<br />

En este capítulo tenemos un re<strong>la</strong>to ulterior <strong>de</strong> Judá, <strong>la</strong> más numerosa y más famosa <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s<br />

tribus; también una cuenta <strong>de</strong> Simeón. —La persona más notable <strong>de</strong> este capítulo es Jabes. No se nos<br />

dice por qué Jabes fue más honorable que sus hermanos, pero hal<strong>la</strong>mos que era hombre <strong>de</strong> oración.<br />

El camino para ser verda<strong>de</strong>ramente gran<strong>de</strong> es el <strong>de</strong> buscar hacer <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong> Dios y orar<br />

fervorosamente. Aquí aparece <strong>la</strong> oración que él hacía. Jabes oraba al Dios vivo y verda<strong>de</strong>ro, que es<br />

el único que pue<strong>de</strong> oír y respon<strong>de</strong>r <strong>la</strong> oración; y, orando lo consi<strong>de</strong>raba como Dios que tiene un<br />

pacto con su pueblo. Jabes no expresa promesa alguna; <strong>la</strong> <strong>de</strong>ja sobreentendida; temía prometer según<br />

su propia fuerza y resolvió <strong>de</strong>dicarse por entero a Dios. ¡Oh, si me dieras bendición, y me guardaras!<br />

Haz lo que quieras conmigo; yo estaré a tus ór<strong>de</strong>nes y a tu disposición por siempre. Como dice el<br />

texto, este fue lenguaje <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo más ardiente y afectuoso. ¡Oh, si me dieras bendición! Jabes oró<br />

por cuatro cosas. —1. Que Dios verda<strong>de</strong>ramente le bendijera. Las bendiciones espirituales son <strong>la</strong>s<br />

mejores: Las bendiciones <strong>de</strong> Dios son cosas reales y producen efectos reales. —2. Que ensanche su<br />

territorio. Que Dios ensanche nuestros corazones y, así, agran<strong>de</strong> nuestra parte en Él, y en <strong>la</strong> Canaán<br />

celestial, tal <strong>de</strong>biera ser nuestro <strong>de</strong>seo y oración. —3. Que <strong>la</strong> mano <strong>de</strong> Dios estuviera con él. La<br />

mano <strong>de</strong> Dios con nosotros, para guiarnos, protegernos, fortalecernos y hacer todas nuestras obras en<br />

y para nosotros, es una mano absolutamente suficiente en todo. —4. Que le guardara <strong>de</strong>l mal, el mal<br />

<strong>de</strong>l pecado, el mal <strong>de</strong>l problema, todo los malos <strong>de</strong>signios <strong>de</strong> sus enemigos, para que no lo dañen, y<br />

no hicieran <strong>de</strong> Jabes un varón <strong>de</strong> dolores. —Dios le concedió lo que pidió. Dios siempre está listo<br />

para oír <strong>la</strong> oración: Su oído hoy no está sordo.<br />

CAPÍTULO V<br />

Genealogías<br />

Este capítulo da una cuenta <strong>de</strong> <strong>la</strong>s dos y media tribus asentadas al <strong>la</strong>do oriental <strong>de</strong>l Jordán. El<strong>la</strong>s<br />

fueron cautivadas por el rey <strong>de</strong> Asiria, porque habían abandonado al Señor. Sólo dos cosas se<br />

registran aquí respecto <strong>de</strong> estas tribus. —1. Todos ellos participaron en una victoria. Felices <strong>la</strong>s<br />

personas que viven juntos en armonía, que se ayudan mutuamente con los enemigos comunes <strong>de</strong> su<br />

alma, confiando en el Señor e invocándolo. —2. Ellos compartieron el cautiverio. Hubieran tenido<br />

<strong>la</strong> mejor <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tierras, sin consi<strong>de</strong>rar que estaban <strong>de</strong>masiado expuestas. El <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> objetos<br />

terrenales aleja <strong>de</strong> <strong>la</strong>s or<strong>de</strong>nanzas <strong>de</strong> Dios, y prepara a los hombres para <strong>la</strong> <strong>de</strong>strucción.

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