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Comentario de la Biblia Matthew Henry

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como nosotros, que tenemos <strong>la</strong> muerte y los méritos <strong>de</strong> Cristo, en los que po<strong>de</strong>mos confiar para<br />

recibir perdón al arrepentirnos. Ellos no se atrevieron a presumir, pero no se <strong>de</strong>sesperaron. La<br />

esperanza <strong>de</strong> misericordia es el gran aliento para arrepentirse y reformarse. Arrojémonos osadamente<br />

al estrado <strong>de</strong> <strong>la</strong> gracia gratuita, y Dios nos mirará con compasión. —Dios ve al que se convierte <strong>de</strong><br />

sus malos caminos y al que no. Así salvó a Nínive. No leemos <strong>de</strong> sacrificios ofrecidos a Dios para<br />

expiar el pecado, pero no <strong>de</strong>spreciará al corazón contrito y humil<strong>la</strong>do, como el que tuvieron los<br />

ninivitas.<br />

CAPÍTULO IV<br />

Versículos 1—4. Jonás se enoja por <strong>la</strong> misericordia <strong>de</strong> Dios con Nínive, y es reprendido. 5—11. Se<br />

le enseña que hizo, por medio una ca<strong>la</strong>bacera que se marchita.<br />

Vv. 1—4. Jonás hizo tema <strong>de</strong> reflexión sobre Dios lo que todos los santos hacen tema <strong>de</strong> gozo y<br />

a<strong>la</strong>banza; como si mostrar misericordia fuera una imperfección <strong>de</strong> <strong>la</strong> naturaleza divina, que es <strong>la</strong><br />

mayor gloria suya. A su misericordia que perdona y salva todos <strong>de</strong>bemos estar fuera <strong>de</strong>l infierno. —<br />

Él <strong>de</strong>sea <strong>la</strong> muerte; este era lenguaje <strong>de</strong> <strong>la</strong> necedad, <strong>la</strong> pasión y <strong>la</strong> corrupción intensa. Surgen en<br />

Jonás restos <strong>de</strong> un espíritu orgulloso y nada caritativo; él no esperaba ni <strong>de</strong>seaba el bienestar <strong>de</strong> los<br />

ninivitas, sino que sólo había venido a <strong>de</strong>c<strong>la</strong>rar y presenciar su <strong>de</strong>strucción. No se había humil<strong>la</strong>do<br />

<strong>de</strong>bidamente por sus propios pecados, ni estaba dispuesto a confiar en el Señor con su crédito y<br />

seguridad. Con este estado mental, <strong>de</strong>spreció el bien <strong>de</strong>l prójimo para los que él había sido un<br />

instrumento, y <strong>la</strong> gloria <strong>de</strong> <strong>la</strong> misericordia divina. A menudo <strong>de</strong>bemos preguntarnos, ¿está bien<br />

hab<strong>la</strong>r así, hacer así? ¿Puedo justificarlo? ¿Hago bien en enojarme tan rápido, tan a menudo, por<br />

tanto tiempo y hab<strong>la</strong>r mal a los <strong>de</strong>más en mi enojo? ¿Hago bien al enojarme con <strong>la</strong> misericordia <strong>de</strong><br />

Dios para los pecadores arrepentidos? Ese fue el <strong>de</strong>lito <strong>de</strong> Jonás. ¿Hago bien al enojarme con eso<br />

que es para <strong>la</strong> gloria <strong>de</strong> Dios y el avance <strong>de</strong> su reino? Que <strong>la</strong> conversión <strong>de</strong> los pecadores, que es el<br />

gozo <strong>de</strong>l cielo, sea nuestro gozo y nunca nuestra tristeza.<br />

Vv. 5—11. Jonás salió <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciudad, pero se quedó cerca, como si esperara y <strong>de</strong>seara su<br />

<strong>de</strong>strucción. Los que tienen espíritus inquietos y afanosos a menudo se crean problemas para tener<br />

algo <strong>de</strong> que quejarse. Véase cuán tierno es Dios con su pueblo en sus aflicciones, aunque ellos sean<br />

necios y atrevidos. Una cosa pequeña en sí misma, pero que llega a tiempo, pue<strong>de</strong> ser una bendición<br />

valiosa. Una ca<strong>la</strong>bacera en el lugar preciso pue<strong>de</strong> servirnos más que un cedro. Las criaturas menores<br />

pue<strong>de</strong>n ser gran<strong>de</strong>s p<strong>la</strong>gas o gran consuelo según le p<strong>la</strong>zca a Dios hacer<strong>la</strong>s. —Las personas <strong>de</strong><br />

pasiones fuertes son proclives a <strong>de</strong>caer ante cualquier fruslería que les moleste o a elevarse con<br />

cualquier cosa vana que les guste. Véase qué son nuestros consuelos humanos y qué po<strong>de</strong>mos<br />

esperar que sean; son cosas que se están agostando. Un gusanillo en <strong>la</strong> raíz <strong>de</strong>struye una ca<strong>la</strong>bacera<br />

gran<strong>de</strong>: nuestras ca<strong>la</strong>baceras se marchitan y no sabemos cuál es <strong>la</strong> causa. Quizá nos sean continuados<br />

los consuelos <strong>de</strong> criaturas, pero nos son amargados; <strong>la</strong> criatura continúa, pero el consuelo se va. Dios<br />

preparó un viento para hacer que Jonás sintiera <strong>la</strong> falta <strong>de</strong> <strong>la</strong> ca<strong>la</strong>bacera. Justo es que se que<strong>de</strong>n sin<br />

nada <strong>de</strong> que quejarse quienes aman el quejarse. Cuando <strong>la</strong>s provi<strong>de</strong>ncias que afligen se llevan <strong>la</strong>s<br />

re<strong>la</strong>ciones, <strong>la</strong>s posesiones y los goces, no <strong>de</strong>bemos enojarnos con Dios. Lo que <strong>de</strong>be silenciar<br />

especialmente al <strong>de</strong>scontento es que al <strong>de</strong>saparecer nuestra ca<strong>la</strong>bacera, nuestro Dios no <strong>de</strong>saparece.<br />

El pecado y <strong>la</strong> muerte son muy espantosos, pero Jonás, en su ardor, se los toma a <strong>la</strong> ligera a ambos.<br />

—Un alma es <strong>de</strong> más valor que todo el mundo; entonces, por cierto que un alma tiene más valor que<br />

muchas ca<strong>la</strong>baceras: <strong>de</strong>bemos interesarnos más por <strong>la</strong>s almas preciosas, <strong>la</strong>s nuestras y <strong>la</strong>s <strong>de</strong>l<br />

prójimo, que por <strong>la</strong>s riquezas y goces <strong>de</strong> este mundo. Gran aliento es tener esperanza <strong>de</strong> hal<strong>la</strong>r<br />

misericordia en el Señor, que Él esté listo para mostrar misericordia. Habrá que hacer que los

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