14.05.2013 Views

Comentario de la Biblia Matthew Henry

Comentario de la Biblia Matthew Henry

Comentario de la Biblia Matthew Henry

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

CAPÍTULO LI<br />

Versículos 1—3. Exhortaciones a confiar en el Mesías. 4—8. El po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Dios y <strong>la</strong> <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong>l<br />

hombre 9—16. Cristo <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> a su pueblo. 17—23. Sus aflicciones y liberaciones.<br />

Vv. 1—3. Para los privilegiados por el nuevo nacimiento, es bueno que consi<strong>de</strong>ren que fueron<br />

formados en pecado. Esto <strong>de</strong>biera hacernos pensar <strong>de</strong> nosotros en forma humil<strong>de</strong>, provocar los<br />

pensamientos más elevados sobre <strong>la</strong> gracia divina. —El consuelo más gran<strong>de</strong> es haber sido hecho<br />

útil para <strong>la</strong> gloria <strong>de</strong> Dios. Mientras más santidad tengan los hombres, y más bien hagan, más alegría<br />

tienen. Reflexionemos seriamente en nuestra culpa. Hacerlo así tien<strong>de</strong> a mantener humil<strong>de</strong> el<br />

corazón, y <strong>de</strong>spierta y sensible <strong>la</strong> conciencia. Hacen a Cristo más precioso para el alma y da fuerzas<br />

a nuestros intentos y oraciones por los <strong>de</strong>más.<br />

Vv. 4—8. El evangelio <strong>de</strong> Cristo será predicado y proc<strong>la</strong>mado. ¿Cómo escaparemos si lo<br />

<strong>de</strong>spreciamos? No hay salvación sin justicia. En cuanto a este mundo el alma se <strong>de</strong>svanecerá como<br />

humo y el cuerpo será tirado como ropa gastada. Pero los que tienen su felicidad en <strong>la</strong> justicia y<br />

salvación <strong>de</strong> Cristo, tendrán su consuelo cuando el tiempo y los días ya no sean más. Las nubes<br />

oscurecen el sol, pero no <strong>de</strong>tienen su curso. El creyente disfrutará su porción, mientras los que<br />

insultaron a Cristo estarán en tinieb<strong>la</strong>s.<br />

Vv. 9—16. El pueblo que Cristo redimió con su sangre, y por su po<strong>de</strong>r, obtendrá liberación plena<br />

<strong>de</strong> todo enemigo. El que <strong>de</strong>stinó ese gozo para nosotros al final, ¿no obrará tal liberación<br />

mientrastanto, según lo requiera nuestro caso? En este mundo cambiante hay un paso corto <strong>de</strong>l gozo<br />

a <strong>la</strong> tristeza, pero en aquel mundo, <strong>la</strong> tristeza nunca más estará a <strong>la</strong> vista. Ellos oraron por <strong>la</strong><br />

<strong>de</strong>mostración <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Dios; Él les contesta con el consuelo <strong>de</strong> su gracia. Si tememos pecar<br />

contra Dios, no <strong>de</strong>bemos temer el enojo <strong>de</strong> los hombres. Dichoso el hombre que siempre teme a<br />

Dios. La Iglesia <strong>de</strong> Cristo disfrutará <strong>de</strong> seguridad por el po<strong>de</strong>r y <strong>la</strong> provi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l Todopo<strong>de</strong>roso.<br />

Vv. 17—23. Dios l<strong>la</strong>ma a su pueblo a ocuparse <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cosas que convienen a su paz eterna.<br />

Jerusalén había provocado a Dios y tuvo que probar los frutos amargos. Los que <strong>de</strong>bían ser sus<br />

conso<strong>la</strong>dores, fueron sus atormentadores. No tienen paciencia para conservar <strong>la</strong> posesión <strong>de</strong> sus<br />

almas, ni confianza en <strong>la</strong> promesa <strong>de</strong> Dios para conservar <strong>la</strong> posesión <strong>de</strong> su consuelo. —Está ebria,<br />

no como antes, con <strong>la</strong> copa embriagante <strong>de</strong> <strong>la</strong>s ido<strong>la</strong>trías <strong>de</strong> Babilonia, sino con <strong>la</strong> copa <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

aflicción. Sabe entonces que <strong>la</strong> causa <strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong> Dios pue<strong>de</strong> parecer perdida por un tiempo, pero<br />

Dios lo protegerá dando convicción a <strong>la</strong>s conciencias o confundiendo los proyectos <strong>de</strong> quienes se<br />

esfuerzan contra ellos. Los opresores necesitaban almas para someter, para que todo hombre creyera<br />

y adorara como ellos querían que hicieran. Pero todo lo que pudieron ganar con violencia fue gente<br />

llevada al conformismo hipócrita externo, porque no se pue<strong>de</strong> obligar <strong>la</strong>s conciencias.<br />

CAPÍTULO LII<br />

Versículos 1—12. Las bienvenidas noticias <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> Cristo. 13—15. La humil<strong>la</strong>ción <strong>de</strong>l Mesías.<br />

Vv. 1—12. El evangelio proc<strong>la</strong>ma libertad a los que están atados con temores. Que los fatigados y<br />

cargados con el peso <strong>de</strong>l pecado hallen alivio en Cristo, se sacudan el polvo <strong>de</strong> sus dudas y temores,<br />

y se suelten <strong>de</strong> <strong>la</strong>s ataduras. El precio <strong>de</strong> nuestra salvación pagado por el Re<strong>de</strong>ntor no fue p<strong>la</strong>ta ni<br />

oro, ni cosas perece<strong>de</strong>ras, sino su propia sangre preciosa. Si consi<strong>de</strong>rando <strong>la</strong> gratuidad <strong>de</strong> esta

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!