14.05.2013 Views

Comentario de la Biblia Matthew Henry

Comentario de la Biblia Matthew Henry

Comentario de la Biblia Matthew Henry

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

primicias maduras <strong>de</strong>l fruto <strong>de</strong>l Espíritu y en <strong>la</strong>s expresiones <strong>de</strong> temprana piedad y <strong>de</strong>voción. El<br />

amor santo a Dios es el fuego en que <strong>de</strong>ben hacerse todas nuestras ofrendas. El incienso <strong>de</strong>nota <strong>la</strong><br />

mediación e intercesión <strong>de</strong> Cristo, por medio <strong>de</strong> quien es aceptado nuestro servicio. Bendito sea Dios<br />

que tenemos <strong>la</strong> sustancia, <strong>de</strong> <strong>la</strong> cual estas observancias eran solo sombras. Hay una excelencia en<br />

Cristo y en su obra como Mediador, que ningún tipo ni sombra pue<strong>de</strong>n representar plenamente.<br />

Nuestra <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia en esto <strong>de</strong>be ser tan completa que nunca lo perdamos <strong>de</strong> vista en lo que<br />

hagamos, si hemos <strong>de</strong> ser aceptos a Dios.<br />

CAPÍTULO III<br />

Versículos 1—5. Ofrenda <strong>de</strong> paz <strong>de</strong>l ganado. 6—17. Ofrenda <strong>de</strong> paz <strong>de</strong>l rebaño.<br />

Vv. 1—5. Las ofrendas <strong>de</strong> paz tenían que consi<strong>de</strong>rar a Dios como el dador <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s cosas buenas.<br />

Se repartían entre el altar, el sacerdote y el dueño. Se l<strong>la</strong>maban ofrendas <strong>de</strong> paz porque en el<strong>la</strong>s era<br />

como si Dios y su pueblo celebraran juntos, en señal <strong>de</strong> amistad. Las ofrendas <strong>de</strong> paz se ofrecían a<br />

guisa <strong>de</strong> súplica. Si un hombre andaba en procura <strong>de</strong> alguna misericordia, agregaba por ello una<br />

ofrenda <strong>de</strong> paz a su oración. Cristo es nuestra Paz, nuestra ofrenda <strong>de</strong> Paz; pues por su solo<br />

intermedio po<strong>de</strong>mos obtener una respuesta <strong>de</strong> paz a nuestras oraciones. También, <strong>la</strong> ofrenda <strong>de</strong> paz<br />

era presentada a modo <strong>de</strong> acción <strong>de</strong> gracias por alguna misericordia recibida. Debemos ofrecer<br />

continuamente a Dios sacrificios <strong>de</strong> a<strong>la</strong>banza por Cristo nuestra Paz; entonces, esto agradará más al<br />

Señor que un buey o un becerro.<br />

Vv. 6—17. Aquí hay una ley que prohibía comer grasa y sangre. En cuanto a <strong>la</strong> grasa, se refiere<br />

a <strong>la</strong> grasa <strong>de</strong> <strong>la</strong>s partes internas, el sebo. La sangre fue prohibida por <strong>la</strong> misma razón: porque era <strong>la</strong><br />

parte <strong>de</strong> Dios en todo sacrificio. Dios no permitía que <strong>la</strong> sangre que hacía expiación fuera usada<br />

como cosa corriente, Hebreos x, 29; ni tampoco permitirá, aunque tengamos el consuelo <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

expiación realizada, que rec<strong>la</strong>memos para nosotros una porción en el honor <strong>de</strong> hacer<strong>la</strong>. Esto enseñó a<br />

los judíos a respetar <strong>la</strong> distinción entre <strong>la</strong>s cosas comunes y <strong>la</strong>s sagradas; los mantuvo apartados <strong>de</strong><br />

los idó<strong>la</strong>tras. Les impresionaba más profundamente <strong>la</strong> creencia en un importante misterio en el<br />

<strong>de</strong>rramamiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> sangre y en <strong>la</strong> quema <strong>de</strong>l sebo en sus sacrificios solemnes. —Cristo, como<br />

Príncipe <strong>de</strong> paz, hizo ―<strong>la</strong> paz mediante <strong>la</strong> sangre <strong>de</strong> su cruz‖. Por su intermedio el creyente es<br />

reconciliado con Dios y, puesto que tiene <strong>la</strong> paz <strong>de</strong> Dios en su corazón, está dispuesto a estar en paz<br />

con todos los hombres. Que el Señor multiplique gracia, misericordia y paz a todos los que <strong>de</strong>seen<br />

ser portadores <strong>de</strong>l carácter cristiano.<br />

CAPÍTULO IV<br />

Versículos 1—12. La ofrenda <strong>de</strong>l sacerdote por el pecado por yerro. 13—21. Por toda <strong>la</strong><br />

congregación. 22—26. Por un jefe. 27—35. Por cualquiera <strong>de</strong>l pueblo.<br />

Vv. 1—12. Holocaustos, ofrendas vegetales y ofrendas <strong>de</strong> paz se habían ofrecido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> antes que se<br />

diera <strong>la</strong> ley en el monte Sinaí; en el<strong>la</strong>s los patriarcas tenían que hacer expiación por el pecado. Pero<br />

ahora a los judíos se les indicó un método para hacer expiación por el pecado, más particu<strong>la</strong>rmente<br />

por el sacrificio, como sombra <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cosas buenas veni<strong>de</strong>ras; sin embargo, <strong>la</strong> sustancia es Cristo, y<br />

su so<strong>la</strong> ofrenda <strong>de</strong> sí mismo, por <strong>la</strong> cual quitó <strong>de</strong> en medio el pecado. Se supone que los pecados por

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!