12.05.2013 Views

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>018</strong>-<strong>El</strong> <strong>último</strong> <strong>hombre</strong>-1 <strong>28</strong>/<strong>11</strong>/<strong>07</strong> <strong>13</strong>:<strong>59</strong> <strong>Página</strong> <strong>11</strong>0<br />

Mary Shelley<br />

se abstiene de toda emoción. Pero su buen juicio, su caridad, sus<br />

virtudes, necesitan de un campo en el que ejercitarse y actuar. Y<br />

eso se lo procuraremos nosotros. Además, ¿no es una lástima que<br />

el genio de Adrian desaparezca de la tierra sin dar fruto, como<br />

una flor en un sendero remoto? ¿Acaso crees que la naturaleza<br />

creó su incomparable maquinaria sin objeto? Créeme, está destinado<br />

a ser el autor de un bien infinito para su Inglaterra natal.<br />

¿No le ha regalado ella tan generosamente todos sus dones?<br />

¿Cuna, riqueza, talento, bondad? ¿No lo ama y admira todo el<br />

mundo? Vamos, veo que ya te he persuadido, y que me secundarás<br />

cuando proponga su nombre esta noche.<br />

–Has expuesto todos tus argumentos en un orden excelente<br />

–respondí–, y si Adrian consiente, resultan irrebatibles. Sólo te<br />

pondría una condición: que no hicieras nada sin su consentimiento.<br />

–Confía en mí –insistió él–. Mantendré una estricta neutralidad.<br />

–Por mi parte –proseguí yo–, estoy del todo convencido de la<br />

valía de nuestro amigo, y de la inmensa cosecha que Inglaterra recogería<br />

con su Protectorado, como para privar a mis compatriotas<br />

de semejante bendición, si él acepta administrársela.<br />

Por la tarde Adrian vino a visitarnos.<br />

–¿También tú conspiras contra mí? –dijo, riéndose–. ¿Y harás<br />

causa común con Raymond para, arrastrando a un pobre visionario<br />

desde las nubes que le rodean, plantarlo entre los fuegos artificiales<br />

y los destellos de la grandeza terrenal, apartándolo así<br />

de los rayos y los aires celestes? Creía que me conocías mejor.<br />

–Te conozco lo bastante –apostillé– como para saber que no<br />

serías muy feliz en tal situación. Pero el bien que harías a los demás<br />

podría inducirte a aceptar, pues seguramente ha llegado el<br />

momento de que pongas en práctica tus teorías y propicies la reforma<br />

y los cambios que han de conducir a la consecución del sistema<br />

de gobierno perfecto que tanto te gusta esbozar.<br />

–Hablas de un sueño casi olvidado –dijo Adrian, el gesto algo<br />

velado por la tristeza–. Las visiones de mi infancia se han desvanecido<br />

hace tiempo a la luz de la realidad. Ahora sé que no soy<br />

un <strong>hombre</strong> capacitado para gobernar naciones. Bastante tengo<br />

con mantener íntegro el pequeño reino de mi propia moral.<br />

<strong>11</strong>0

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!